martes, 10 de septiembre de 2024

Septiembre: calendario lunar.

La Luna se asocia al arquetipo femenino, puesto que se le conecta con los ciclos naturales: el cuerpo femenino y la menstruación. Cada fase se relaciona con una etapa vital de la mujer: la fase creciente con la niña y la adolescente, mientras que la madre y la mujer joven están unidas a la Luna llena; la mujer madura se asocia con la menguante y la anciana con la Luna oscura. Pero a lo largo de la historia, en diferentes culturas la Luna fue masculina: en la antigua Mesopotamia, 2.100 años a.C., se asociaba al dios Nanna, patrón de la ciudad Ur. En realidad, el astro tiene los dos aspectos: masculino en fases crecientes y llena, y femenino en menguante y oscura. 

Las variaciones en apariencia y brillo que la luna experimenta a lo largo de su ciclo son continuas. Estas etapas no sólo adornan el cielo nocturno, sino que pueden afectar al estado de ánimo y a la energía de cada persona, por lo que es necesario conocer e interpretar la conexión existente entre los cambios lunares y los signos del zodiaco de agua, aire, tierra y fuego. El último mes del verano es septiembre y  el ciclo lunar y los fenómenos astronómicos son especiales. Uno de ellos es el equinoccio de otoño.

 

En este mes, son cuatro las fases de la luna: 

Fase de la luna                           Fecha                Hora                    Distancia tierra-luna.

Luna nueva                                 3-9-2024            03:56:45               403.171 km

Cuarto creciente                         11-9-2024           08:06:47              390.136 km

Luna llena (superluna)               18-9-2024           04:36:43              363.774 km

Cuarto menguante                      24-9-2024           20:52:38              380.596 km

 

LUNA NUEVA.

Tuvo lugar el martes día 3, iniciando el ciclo lunar -29,5 días- (novilunio, “nueva Luna”) de septiembre. Es el momento en que se sitúa entre la Tierra y el Sol, los tres alineados. La Luna siempre está iluminada al 50% por el sol debido a su forma esférica, por lo que, al estar alineados, la cara iluminada está de espaldas a la Tierra, mientras que la mitad que mira hacia nosotros está a oscuras. El cielo está más oscuro que en las otras fases lunares, y apenas la vemos. Esta falta de luminosidad hace que sea una buena ocasión para que los aficionados a la astronomía puedan observar el cielo. 

Se asocia tradicionalmente con los inicios y algunos rituales pueden ayudar a sintonizar con esa energía que nos impulsa a concretar nuestros proyectos, a sacar adelante los nuevos objetivos. Para que algo comience, algo tiene que acabar o morir. Esta Luna nos lleva a una contemplación tranquila para que fluya lo nuevo. Luna nueva, fase de crecimiento, buen momento para poner la intención en lo nuevo, iniciar proyectos, empezar de nuevo, trabajar la autoconfianza, preguntarse por la propia situación, tiempo de meditación sobre los objetivos de los próximos 29 días, reflexión sobre la sabiduría que aporta la oscuridad.

En otros tiempos favorecía el recogimiento en la cueva y siempre puede ayudar a conectar con nuestro interior, la autoexploración, con la intuición. Se puede estar más tranquilo y reflexivo de lo habitual, lo que puede servir para desconectar de esperanzas o sueños. Es momento propicio para cultivar. 

En China, donde se rigen por el calendario lunar, el año empieza coincidiendo con una Luna nueva, la de febrero, cuando tienen lugar las celebraciones. Los rituales son como en nuestro Año Nuevo, con volver a empezar, con dejar atrás lo que ya no nos sirve, con proyectar nuevos propósitos. Es la fase más adecuada para dejar un mal hábito y sustituirlo por uno más saludable. Después de permanecer oculta, la Luna nueva es vista como un renacimiento. El almanaque norteamericano The Old Farmer´s Almanac habla de los rituales y celebraciones de los pueblos nativos y los agricultores la han considerado la fase más propicia para sembrar y cultivar las plantas de las que interesa cosechar la raíz, el rizoma o los tubérculos. También es fase propicia para hacer una limpieza energética de la casa.

 

CUARTO CRECIENTE.

La siguiente fase del ciclo de la luna comienza el día 11. La luna comienza a iluminarse y a hacerse visible desde la Tierra, llegando a la luna llena una semana después, la última del verano. Está en sintonía con la acción, con la activación. Buen momento para hacer planes y dar pasos prácticos hacia los objetivos.

Es una fase muy importante por la influencia que se dice tiene en las personas. Para los signos de agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) trae un aumento de la intuición y la sensibilidad emocional, por lo que es momento oportuno para conectar con las emociones más profundas y procurar una cura emocional. Para los signos de tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) brinda mayor estabilidad y enfoque en sus metas y objetivos, siendo momento óptimo para planificar y trabajar en proyectos a largo plazo. Para los signos de aire (Géminis, Libra y Acuario) aporta claridad mental y agilidad en la comunicación, siendo buena ocasión para expresar ideas y conectar con los demás de manera más efectiva. Por último, para los signos de fuego (Aries, Leo y Sagitario) impulsa para perseguir los sueños con determinación, momento ideal para emprender nuevos desafíos y aventuras.

 

 

 

 

 


 

LUNA LLENA.

A este plenilunio se le conoce como Luna de la Cosecha (Harvest Moon), por su relación con la recolección de los cultivos. También se la llama Luna del Maíz y Luna del Centeno, nombre puesto por los nativos norteamericanos al coincidir con la recolección de esas plantas. Su luz facilitaba la labor incluso si se alargaba por la noche. Se producirá el día 18, pero, al contrario de lo habitual, no será una superluna puesto que esa misma noche habrá un eclipse parcial de luna, hecho visible desde cualquier punto de España sin necesidad de ningún instrumento ni precaución especial, a simple vista.


 

Es una fase para iluminar, para ver lo que se oculta en la oscuridad, para ver claramente los progresos y sentirse orgulloso. Ilumina lo que requiere atención y también el mundo interior, ayudando a cambiar de rumbo si es necesario.


 La superluna sobre el “Skyline” de Londres, el 29 de septiembre de 2023 (National Geographic).

La luna de la cosecha es la luna llena más próxima al equinoccio otoñal, en torno al 23 de septiembre en el hemisferio norte. Todos los plenilunios salen en torno a la hora de la puesta de sol, aunque la luna retrasa cada día su salida respecto a la hora del día anterior, unos 50 minutos a lo largo del ciclo anual. El retraso en la salida hace posible extender la actividad de agricultores durante la cosecha o de los cazadores, de ahí sus nombres: luna de la cosecha, de los cazadores, de vino, cantarina, de la llamada del alce. Su apariencia es más grande de lo habitual, tonalidad dorada, amarillenta o rojiza, resultado de su posición más cercana al horizonte. 

La superluna vista durante un partido de fútbol en Deinze, Bélgica (National Geographic).

Muchas civilizaciones han venerado a la Luna, especialmente cuando está llena. Las tribus amerindias de América del Norte atribuían un nombre especial a cada una, como Luna de Esturión, Superluna Azul. El término superluna, acuñado por el astrólogo Richard Noelle en 1979, se refiere al momento en que la Luna llena está más cerca de la Tierra en su trayectoria orbital. No es oficial, pero es utilizado por los observadores aficionados, aunque hay que diferenciarlo de las lunas llenas y las lunas azules. Este fenómeno se ha vuelto popular en las últimas décadas por ser un evento especial en el que podemos ver nuestro satélite en su máximo tamaño y brillantez. El pasado 19 de agosto de 2024 se pudo ver una superluna azul, es decir, se dan los dos fenómenos a la vez.

Una luna llena vista desde la Estación Espacial Internacional. 

 

Equinoccio de otoño.

La palabra deriva del latín aequinoctium, de aequus (igual) y nox (genitivo noctis) (noche). Son los momentos del año en los que el Sol está situado en el plano del ecuador celeste.  Ese día y para un observador en el ecuador terrestre, el Sol alcanza el cenit (el punto más alto en el cielo con relación al observador, que se encuentra justo sobre su cabeza, a 90°), es el momento en el que el eje de rotación de la Tierra es directamente perpendicular a la línea Sol-Tierra. Los equinoccios se usan para fijar el inicio de la primavera y del otoño en cada hemisferio terrestre. 

 

En el hemisferio norte, la Luna de la Cosecha es la que está más próxima al equinoccio de otoño. Esa luna marca el fin del verano y el comienzo de la época de cosechas. Este año, 2024, se producirá el 22 de septiembre a las 12.44 horas. El sol incide de manera directa sobre la línea del ecuador, por lo que ambos hemisferios terrestres recibirán una cantidad igual de horas de luz solar, teniendo el día y la noche igual duración, lo que era conocido por las culturas ecuatoriales primitivas -el sol salía por el este y se escondía por el oeste-. En el polo Norte comienza una noche de seis meses de duración y en el hemisferio norte comienza el otoño. En el hemisferio sur sucede lo contrario. A partir de ese momento, los días empiezan a tener cada vez menos minutos de luz solar hasta llegar al solsticio de invierno en que tendrá lugar la noche más larga del año. Es el momento de la modificación del horario. Los días se hacen más fríos, caen las hojas de los árboles, llegan más vientos y lluvias, algunos animales empiezan a recolectar alimentos para pasar el invierno y las aves inician su viaje migratorio hacia regiones más cálidas.

Reloj de sol zodiacal de la iglesia de la Asunción de Catí (Castellón). Además de las horas, muestra los equinoccios y los solsticios. 



En las diferentes culturas, el otoño simboliza el comienzo de una etapa de recogimiento, de reflexión y planificación. En el equinoccio de otoño se dan las festividades de la cosecha y de acción de gracias por los frutos recogidos durante el año, es el día de Acción de Gracias. Hay festividades similares en culturas tan diferentes como la maya, la china o la celta. 

En China, Vietnam, Japón y Corea, se relaciona con la celebración del Festival del Medio Otoño o Festival de la Luna, cuando se reencuentran las familias bajo la luz de la luna y cenan con los dulces típicos, los pasteles de luna o mooncakes. En China, este Festival, llamado también Zhongqiu, comenzó con la dinastía Shang, 1760-1520 a.C. Suele celebrarse durante la primera luna llena del equinoccio de otoño para celebrar las cosechas de otoño como trigo y arroz. 


En Japón, los equinoccios marcan la temporada de Ohigan destinada a honrar a sus antepasados. En este tiempo, el sol se pone directamente sobre el oeste, donde los japoneses creen que descansan los difuntos. Los budistas lo celebran durante siete días, tres antes y tres después de cada equinoccio, queman incienso y rezan oraciones. Probablemente se originó en el periodo Asuka, 538-710 d.C.

 


En la península de Yucatán, México, los mayas construyeron el Castillo o Templo o Pirámide de Kukulkán -1000-1200 d.C.-, que honraba a la serpiente emplumada de ese nombre, en la ciudad de Chichén Itzá. Su alineación hace que, durante las puestas de sol de los equinoccios, se forme una sombra con forma de serpiente sobre sus escalones norte que conecta con una estatua de cabeza de serpiente en la base del templo. El fenómeno fue usado por los mayas para determinar el inicio y el fin de la temporada agrícola. 


En el distrito de Machu Pichu, Perú, los incas construyeron varias estructuras rituales como el Intihuatana, alrededor del año 1450 d.C. Es grande y escalonada -muchos escalones tallados en la roca- y una aguja de roca en la cima. Debió funcionar como reloj de sol. Durante los equinoccios, el sol se coloca directamente encima sin formar sombras.

 



En la isla de Pascua, Rapa Nui, existen numerosas estatuas moai, construidas alrededor del 700 d.C. por los antiguos polinesios. Siete de ellas, en Ahu Akivi, están conectadas con los equinoccios. En el de otoño, sus espaldas miran hacia el amanecer.


 


El Anillo de Brodgar es una estructura neolítica, 2500-2000 a.C., construida en las islas Orcadas, Escocia. Estaba compuesta por sesenta -quedan treinta- grandes piedras de 2-4 m de altura situadas en un círculo de unos cien metros de diámetro. Se desconoce su propósito cultural o religioso, aunque varias estructuras dentro del círculo se alinean con el sol en estas fechas. 


Entre 3000 y 1500 a.C., una civilización neolítica desconocida construyó un recinto circular de monumentos de piedra llamado Stonehenge, en Salisbury, Inglaterra. Se desconoce su propósito, pero se sabe que sus estructuras se alinean con el sol en los solsticios, aunque la gente se reúne allí durante los equinoccios.


 

 

CUARTO MENGUANTE.


Es la última fase del mes (Last Quarter) y tendrá lugar el día 24. Entonces sólo contemplamos un 50% de su superficie y la luminosidad va disminuyendo progresivamente hasta alcanzar la fase de luna nueva y dar comienzo a un nuevo ciclo, ya en otoño, el 2 de octubre (New Moon). Su posición será ascendente hasta el 2 de octubre, que empezará a descender.

Es fase de culminación, de sacar conclusiones, de reflexionar para el próximo ciclo. Incita a ser conscientes de lo que impide avanzar.

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