El Viso
El Viso es un cerro testigo formado por estratos
horizontales, a 784 msnm de altitud, con 200 m de prominencia sobre el río
Henares, situado en la comarca de La Alcarria entre Alcalá de Henares y
Torrejón de Ardoz, cerca de los Cerros de Alcalá. La resistencia de las calizas
de su cima plana han mantenido la elevación, mientras que las laderas, muy
pronunciadas, están muy erosionadas al ser materiales más frágiles como
areniscas y arcillas. La repoblación con pino carrasco, especialmente en la
ladera norte, evita la erosión al fijar el suelo; en el resto abunda más el
matorral. En las cercanías existen otros cerros como el Ecce Homo (835,5 m), el
Gurugú (711 m), la Tortuga (731 m), el Malvecino (698 m), etc.
Sobre el cerro hay importantes citas literarias,
empezando por El Quijote: “Y aún haré
cuenta que voy caballero sobre el caballo Pegaso, o sobre la cebra o alfana en
que cabalgaba aquel famoso moro Muzaraque, que aún hasta ahora yace encantado
en la gran cuesta Zulema
que dista poco de la gran Compluto”. El padre Enrique Flórez,
en el siglo XVIII, escribía: “A este fin fue Compluto fundada en un alto de la Cuesta que,
desde el tiempo de los moros se llama de Zulema, donde hay una gran posesión
de los Padres Trinitarios descalzos de Alcalá, cuyo término se llama San
Juan del Viso –de donde deriva el nombre- distante de la ciudad una legua”. También Miguel de Unamuno dejó su
comentario: "Rodean su campo, al
de Alcalá, como ancho anfiteatro los barrancos de la sierra, en que
se alzan pelados el cerro del Viso, el del Malvecino, la meseta
del Ecce Homo.”
La leyenda envuelve el cerro, con la mítica Iplacea
fundada “cien años después del diluvio”, según el cronista y alcalde de Alcalá
Esteban Azaña, o por el Rey Tehuero, superviviente de la guerra de Troya según
los historiadores Plinio y Ptolomeo. Además se pensaba que aquí podía estar “La
mesa de Salomón”, objeto sagrado desaparecido de Jerusalén junto con el Arca de
la alianza. Al margen de las leyendas, hechos comprobados, históricos, son la
batalla del Zulema, en la que el guerrillero Empecinado venció a tropas
francesas el 22 de mayo de 1813 y la explosión del polvorín del cerro Zulema el
6 de septiembre de 1947, que ocasionó 24 muertos.
Remontándonos a los periodos más antiguos, hubo alguna
población en el neolítico, 8000-3000 a.C., y en el siglo V a.C. se instaló un
castro carpetano, Ikesankom Kombouto –quizá lectura indígena del topónimo de
Complutum-, conquistado entre la toma de Toletum, 192 a.C., y la de Numancia,
133 a.C. Un campamento romano instalado a su lado dio origen a la primera
ciudad romana de Complutum, antes de trasladarse al llano a principios del
siglo I. El lugar elegido fue al otro lado del río, en la confluencia del
Henares con el Camarmilla. Complutum fue municipium mediante el edicto de
Vespasiano del año 74.
El oppidum prerromano, carpetano, tenía una extensión de
unas seis o siete hectáreas (145 x 107 m), tamaño importante aunque la
superficie del cerro permitiese un asentamiento mayor. A su lado se instaló el
campamento militar romano, en el contexto de las últimas guerras civiles al
final de la República, que, por su planta con un ángulo redondeado, se atribuye
al tipo que generalizó Julio César.
Ortoimagen del IGN tomada en mayo de 2009, destacando las principales estructuras documentadas: 1. Templo, 2. Domus, 3. Puerta monumental?, 4. Termas, 5. Teatro, 6. Campamento. (Azcárraga y Ruiz Taboada, 2012-2013: 101, Fig. 4). PNOA © Instituto Geográfico Nacional de España. Fuente: primitivacomplutum.org |
La planificación de la ciudad de Complutum, con la misma
orientación que la del campamento, comenzó entre Tiberio y Claudio y quedó
asentada con los últimos Julio-Claudios, extendiéndose en unas 30 has el
espacio en el que se identifican estructuras. Dos calles que se cruzan en el
Foro con la presencia de un edificio interpretado como templo, de las mismas
características que los que hubo en la segunda Complutum.
En la zona centro-norte destaca la planta de un edificio
que parece corresponder a una domus de 30 x 25,5 m., cuya distribución y
características recuerdan a la Casa de los Grifos de Complutum.
En el extremo más oriental destaca una estructura casi
semicircular de unos 40 m de díametro, interpretada como teatro, cuya ubicación
y orientación es intencionada, colocado para ser visto desde el valle con clara
intencionalidad propagandística.
La arqueóloga Sandra Azcárraga ha interpretado todo esto
en base a la fotografía aérea u ortoimagen (IGN, mayo 2009), en la que se
aprecia el crecimiento diferencial –el cereal crece más bajo cuando las raíces
no pueden penetrar la piedra de los cimientos y calles pavimentadas- de los
cultivos debido a que se tomó en mayo, cuando el cereal se encontraba alto.
Además se ha realizado algo de prospección arqueológica en superficie. En la
actualidad, el cerro está cultivado al ser de titularidad privada y hay
instalaciones militares y repetidores de televisión y telefonía.
En resumen, la fotografía aérea ha destapado las trazas
del urbanismo de la planta de la ciudad romana, con calles en diseño
cuadriculado, teatro (2.000 personas), termas, puerta monumental, algunas domus
y templo. Se fundó sobre el año 40 a.C., sobre unas 30 has –el cerro tiene 70
has- que albergaban unas 10.000 personas, y perduró hasta el año 60. Se
trasladó piedra a piedra a las orillas del Henares y quedaron los cimientos. Entre
las causas del traslado de la ciudad pueden citarse la cercanía del agua, el
sentimiento religioso (culto a las ninfas relacionadas con el agua en esa
ubicación) y el mejor acceso a las vías de comunicación del llano.
Calzada de acceso al cerro |
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