lunes, 2 de marzo de 2020

El Prado: El Gabinete de Descanso de Sus Majestades.



En 1828 se habilitó en el Museo del Prado un lugar destinado específicamente al uso privado de Fernando VII y su familia, conocido como Gabinete o Sala de Descanso. En esta sala se hacía evidente la condición regia de la institución y su vinculación con la Corona desde su fundación. Era una pequeña estancia a la que se accedía desde la actual puerta de Murillo. Esta exposición pretende evocar el aspecto que tuvo desde su creación hasta 1865, cuando Federico de Madrazo, su director, la reformó y permitió el acceso del público.



Fue concebido como una galería iconográfica de la dinastía de los Borbones –desde Felipe V (1683-1746) hasta Fernando VII (1784-1833)- así como de sus antecesores y parientes. Por eso figuran efigies del rey de Francia Luis XIV y un de Felipe de Francia, I duque de Orleans, abuelo y tío abuelo de Felipe V respectivamente. Algunos eran de gran formato como La Familia de Felipe V de Louis-Michel van Loo, en el que el rey está acompañado por su segunda esposa-Isabel de Farnesio- y algunos de sus hijos, como Fernando VI (1713-1759) y Carlos III (1716-1788), que tiene otro cuadro pareja con el de su esposa María Amalia de Sajonia, ambos de Antón Rafael Mengs.



Resultan interesantes por su número los retratos de infantes, muchos traídos desde el Palacio Real de Madrid, como el conjunto de pasteles de Lorenzo Tiepolo, que representa a los seis hijos de estos monarcas que les acompañaron a España desde Nápoles. Antonio Pascual y Gabriel están representados también por Mengs.  Destacan los dos pintados por Ramón Bayeu y, por su mayor tamaño, el del futuro Luis I (1707-1724), hijo de Felipe V, uno de los primeros lienzos realizado por Michel-Ange Houasse en España.

Ramón Bayeu, El infante Carlos María Isidro de Borbón, 1791


Lorenzo Tiépolo, El infante Antonio Pascual de Borbón y Sajonia,

Ramón Bayeu, La infanta María Isabel de Borbón
La familia de Carlos IV (1748-1819) estaba representada a través del gran cuadro de Francisco de Goya y de los retratos individuales de algunos de sus miembros, como el propio monarca y su esposa María Luisa de Parma. También lo estaban algunos de sus hijos, hermanos de Fernando VII, entre ellos Carlota Joaquina de Borbón y María Luisa de Borbón. Fernando VII aparece en diferentes pinturas, pero no en retratos individuales, como La Jura de Fernando VI como Príncipe de Asturias de Luis Paret y de Embarque real en el estanque grande del Retiro de José Ribelles, que ilustra el impulso dado por Fernando VII al Buen Retiro, uno de sus lugares favoritos de la Corte.

Giuseppe Trono, La infanta Carlota Joaquina, futura reina de Portugal, 1787

Lorenzo Tiépolo, La infanta María Josefa de Borbón
Lorenzo Tiépolo, La infanta María Luisa de Borbón
Luis Paret, Jura de Fernando VII como Príncipe de Asturias
Por su tamaño destacaba María Isabel de Braganza como fundadora del Museo del Prado, un cuadro encargado a Bernardo López Piquer para este Gabinete, en el que la segunda esposa de Fernando VII señala con su mano los alzados de las salas del Museo. Todas estas obras permiten comprender la evolución del retrato cortesano en España desde principios del siglo XVIII hasta el primer tercio del XIX. Junto al estilo de los pintores franceses llegados a la corte con Felipe V, destacan las obras de Mengs, que consigue dotar a sus modelos de una gran sencillez y naturalidad, y de Tiepolo, que muestra una especial sensibilidad y un notable dominio del pastel.



En la sala también se colocaron con intención decorativa numerosos bodegones, tres flamencos del s. XVII y el resto de artistas españoles como Luis Meléndez, Luis Paret, Juan de Arellano y Benito Espinós. Se dispusieron además paisajes del siglo XVIII, tres de Mariano Ramón Sánchez pertenecientes a su serie de Vistas de puertos españoles, encargada por Carlos IV cuando aún era Príncipe de Asturias. También tenían finalidad decorativa los dos bustos de personajes orientales pintados por Lorenzo Tiepolo, que lo hacían el mejor representado en el Gabinete.

Mariano Ramón Sánchez, El puente de Molins de Rey, 1788
La pequeña estancia anexa se habilitó para la higiene personal, con un retrete, además de alfombras, la mampara, banquetas, etc.

Techo de la sala del retrete. Francisco Martínez Salamanca. Temple sobre revestimiento mural. 1834.


Ángel Maeso, Retrete de Fernando VII, 1830



Orinal masculino. Real Fábrica de la Moncloa. Porcelana. 1820-30



Orinal femenino o bourdalou. Real Fábrica de la Moncloa. Porcelana. 1820-30











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