martes, 4 de febrero de 2020


Boldini y la pintura española a finales del siglo XIX. 

El espíritu de una época.




La Fundación Mapfre presenta la obra de Giovanni Boldini por primera vez en España. Fue el más importante y prolífico de los artistas italianos que vivieron en París en la segunda mitad del siglo XIX. Su estilo único se basó en la intuición del instante y el movimiento, reflejado en rápidas pinceladas aunque sin perder de vista la figura y la expresión del retratado. Junto a Boldini, se exhiben piezas de algunos pintores españoles también residentes en París.




Autorretrato, 1892

Madame Lacroix, 1910
Una de las claves de la muestra es El espíritu de una época: Marcel Proust (El tiempo recobrado, último volumen de En busca del tiempo perdido) dice que el pasado no es un tiempo perdido, sino que puede ser recobrado a través de la literatura y el arte. Estas obras expresan un tiempo pasado pero familiar, reflejan el espíritu de toda una época. En sus pequeños cuadros Boldino recoge la influencia de Fortuny, y se convertirá en el más importante de los retratistas mundanos, del retrato elegante, junto con John Singer Sargent, James Abbott McNeill Whistler y los más jóvenes Joaquín Sorolla e Ignacio Zuloaga.




1.Boldini en Florencia: la invención del retrato macchiaiolo (1864-1870).
Alta burguesía y nobleza internacional deseosa de hacerse retratar. Pinturas ambientadas en interiores que tratan de superar las convenciones del pasado y resaltar la naturalidad del modelo, que afirma su posición social.
 
El general español, 1867
2.La “primera manera” francesa de Boldini (1871-1879)
A su llegada a París, en 1871, abandona el retrato y se dedica al cuadro “a la moda”. Una de sus modelos será Berthe, su amante, de una belleza peculiar, un icono. Serán pequeños cuadros en jardines o lujosos interiores. 
El mantón rojo, 1880.
Este cuadro nos lleva a ese mundo exótico y español y recuerda el prototipo de mujer bella y elegante,
con un toque de frescura.



Raimundo de Madrazo, Retrato de Aline Masson, 1870

Pareja en traje español con papagayos, 1873
En el parque de Versalles, 1876
En el jardín, 1874
En un banco del Bois, 1872
Place Clichy, 1874
En el barrio bohemio de Montmartre. Fue representada por muchos artistas importantes.
El cuadro narra una serie de detalles como si fuera un fresco.
Berthe sale de paseo, 1874
Berthe en el campo, 1874
Conversaciones en el café, 1878
3.Ecos de Boldini en la pintura española de fin de siglo.
París desplaza en importancia a Roma como la “capital del arte” y los pintores españoles se instalan con la intención de entrar en la École des Beaux-Arts. Raimundo de Madrazo, Eduardo Zamacois, Mariano Fortuny, ya desde 1855. Algunos son conocidos por sus pequeños cuadros preciosistas, muy del gusto burgués.
 
Mariano Fortuny,  Corrida de toros. Picador herido, 1867


Mariano Fortuny, La elección de la modelo, 1868-1874
La pintura, ambientada en una sala llena de sedas, mármoles, candelabros y académicos dieciochescos, es, además, un verdadero museo a base de citas con obras de Velázquez, Tintoretto, El Greco.
Francisco Masriera, Estudio del artista.
Raimundo de Madrazo, Aline Masson con mantilla blanca, 1875
4.La ciudad y el paisaje.
La vida nocturna, con una estética naturalista, fresca y descriptiva, es uno de los motivos más representados. Al convertirse el ocio en uno de los grandes intereses, el paisaje y los alrededores de la metrópoli se convierten en uno de los motivos más queridos.

Raimundo de Madrazo, Salida del baile de máscaras, 1867


Román Ribera, La salida del baile, 1883
Raimundo de Madrazo, Dama joven en un jardín, 1900
Mariano Fortuny, Playa de Portici, 1874
5.Boldini, pintor de la vida moderna (1880-1890)
Se convierte en una de las figuras más importantes de los “retratistas mundanos”, siendo determinante su relación con artistas más jóvenes que él como John Singer Sargent o Joaquín Sorolla. Con libertad de estilo retrata la ciudad y figuras femeninas, con vínculos personales con Raimundo de Madrazo, Román Ribera, etc.
 
La señorita Concha de Ossa, 1888
Ejemplo de la interpretación de la belleza y elegancia femeninas
Muchacha tumbada con traje escocés, 1891
Su obra sufre una profunda transformación. Sus representaciones se llenan de movimiento y sensación de inmediatez.

Alice Regnault, 1878-1884
Después del baño, 1888
El bar del Folies Bergère, 1885
Dama elegante con vestido azul, anterior a 1914
Señora de rosa con un guante, 1880
6.Los pintores españoles y el retrato: el espíritu de una época.
Cambia la representación del desnudo en artistas como Sorolla, del mismo modo que la representación en el retrato, especialmente el llamado retrato elegante, con Sorolla y Zuloaga como artistas más destacados.
 
Joaquín Sorolla, Bacante en reposo, 1887
Joaquín Sorolla, María mirando los peces, 1907
Joaquín Sorolla, Desnudo de mujer, 1910
Ignacio Zuloaga, Retrato de doña Adela de Quintana Moreno, 1910
Joaquín Sorolla, Clotilde García del Castillo, 1890
7.Boldini, retratista de la Belle Époque (1890-1920)
Es el maestro indiscutible del moderno refinamiento de la retratística europea. Sus retratos indican movimiento debido a las pinceladas cada vez más libres y dinámicas, pero también sus naturalezas muertas, etc.

James Abbott McNeill Whistler, 1897
No sólo pintó mujeres, también hombres, como este pintor maduro y consagrado, en el que se ve la elegancia masculina de la clase alta, el espíritu del artista-dandi, mundano.

Madame Vell-Picard, 1897








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