La pintura. Un reto permanente.
Este arte tan discutido es examinado, en esta exposición
en CaixaForum Madrid, en su mismo concepto, en su habilidad para reinventarse.
A principios del siglo XX pasó de ser una ventana del mundo a una idea, una
representación intelectual que constituía una realidad visual autónoma, lo que
generó fuertes debates y devino en fuente de inspiración y confrontación,
marcando un punto de partida de numerosas tendencias artísticas contemporáneas.
La muestra explora la pintura como un proceso mental, una idea abstracta que
desde la tela se expande a otros medios como la fotografía, la escultura, el
grabado o incluso la instalación. Es otra idea de lo pictórico, que incorpora
una comprensión cambiada de la pintura, plasmada entre el concepto intelectual
y la sensualidad de la materia.
♣ El aura de la pintura.
El concepto de aura está asociado a lo que se conoce como
“experiencia estética”, a una forma de experiencia considerada “trascendente”,
a diferencia de las formas cotidianas de percibir el mundo. Se distingue por
inspirar sentimientos de admiración y veneración y su relación viene dada por
la condición irrepetible y singular de la obra pictórica. En la actualidad,
esta aura se manifiesta especialmente en el museo y la exposición.
Robert Mangold, Plano curvo/Figura XI, 1995.
Es uno de los máximos exponentes de la pintura minimalista
y ha desarrollado una obra abstracta y monocroma caracterizada por la geometría
y la asimetría de formas y contornos, y por la posterior inclusión del dibujo
de líneas.
Joan Hernández Pijuan, Surcos con luz de plata, 1997.
Se ha inspirado en el paisaje, origen de su reflexión y
experimentación con la materialidad de lo pictórico, que da a sus obras, densas
y pausadas, un proceso de acumulación y sedimentación de experiencias.
♣ El silencio de la monocromía.
La monocromía fue
una solución de la pintura para alcanzar la abstracción total, puesto que
impone silencio a la expresión y a la representación, ajenas a sus elementos
básicos: color, superficie, forma.
Joaquim Chancho, Naima, 1985.
El color marca su propio ritmo revelando su potencia
expresiva en las bandas de papel cubiertas de sucesivas capas de colores.
Ettore
Spalletti, Habitación rojo púrpura, 1992.
Rompe
la rigidez de la geometría con el poder sensual y atmosférico del color. La
aterciopelada superficie de su pintura se obtiene mediante un lento proceso de
aplicación de sucesivas capas de una mezcla de yeso y pigmentos. El color sólo
se revela al final.
♣ Fragilidad
enigmática.
Obras de
dimensiones reducidas unas, otras realizadas con materiales humildes, juegan
con estructuras fragmentadas y contrastan texturas y cromatismos, pero todas
revelan un énfasis en la experimentación, en el proceso de creación.
Lui Shtini, Piel V, 2016.
El autor evolucionó a partir de un análisis detallado de
los elementos compositivos del retrato. La obra está despojada de
especificidad, es una abstracción extraña y enigmática, realizada con distintas
texturas, con incisiones de la paleta en las espesas capas de óleo.
♣El lapsus de la figuración.
La polarización entre abstracción y figuración a lo largo
del siglo XX fue transformada por algunos artistas en un mestizaje que les
permitió abrir la pintura a nuevas posibilidades expresivas y superar
convenciones.
Kerstin Brätsch, Representación inestable talismánica de
un Schrättel, 2017.
Experimenta diversos procesos pictóricos trabajando con
métodos y materiales diversos y recuperando técnicas artesanales. Utiliza el
papel marmoleado y usa la experiencia de un artesano.
Jessica stockholder, Air-Padded table Haunches, 2005
Sus creaciones ensamblan materiales y objetos diversos de
forma que constituyen pinturas que se expanden en el espacio tridimensional,
siendo el color la esencia y el aglutinador de su obra.
♣Geometría expresiva.
La geometría ha sido siempre una aliada de la abstracción
y sirvió para distanciarse de lo subjetivo y emocional, pero pronto muchos
artistas lograron que conviviera con la expresividad del gesto y con ideas para
relajar la rigurosidad del trazado geométrico, uniendo racionalidad con
expresión, dando forma a flujos y movimientos mediante repeticiones rítmicas y
estableciendo tensión entre la estructura geométrica y la sensualidad de la
pincelada y el color.
Juan Uslé, Asa-Nisi-Masa, 1994-1995.
Combina la geometría con las sensaciones subjetivas que
imprime su gesto. El enigmático título esconde la palabra “ánima”, como en una
película de Federico Fellini.
♣ Reflexiones y mutaciones.
La pintura dobla o rompe el bastidor, quiere salirse de
la pared, se desprende del marco, se extiende en el espacio tridimensional,
adopta objetos o contamina a escultores, pero sigue siendo pintura aunque haya
diversificado los elementos de producción y presentación, y se haya expandido o
integrado en otros medios artísticos, en una adaptación a un mundo cambiante.
Rubén Guerrero, Sin título (La mitad de lo que ves),
2016.
Composiciones en las que predominan las formas
geométricas que parten de pequeños objetos pseudoarquitectónicos. La pintura es
el resultado de un análisis de la imagen resultante, en la que los objetos
deben adaptarse al plano del cuadro, adquiriendo frontalidad como si se tratara
de un trampantojo. Es una paradoja entre la abstracción figurativa o la
figuración abstracta. Se basa en los principios de la pintura de ilusión y en
la especulación de lo abstracto.
Marepe, Estalagmitas, 2005.
Las obras se caracterizan por la combinación de objetos
de uso cotidiano y un esteticismo muy personal, con una dimensión poética,
jugando con un sentido pictórico de composición y color.
Thomas Scheibitz, Stella, 2004
La pintura simula el diseño gráfico, fusionando
figuración y abstracción. Se desarrolla una iconografía a partir de la
recombinación de signos, formas y fragmentos arquitectónicos preexistentes,
como la estrella, que es un motivo recurrente.
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