Covarrubias.
La villa de Covarrubias está situada en la Comarca del
Arlanza, provincia de Burgos, a 894 m de
altitud, protegida de los vientos del
norte por la Sierra de las Mamblas, lo que origina un microclima que permite el
cultivo de cerezas. La mitad de su término está afectado por la ZEPA Sabinares
del Arlanza, con abundancia de buitres leonados y alimoches. Forma parte del
Triángulo del Arlanza, junto con Lerma y Santo Domingo de Silos.
Su etimología se explica por las numerosas cuevas de
color rojizo, cuevas-rojas, cerca del casco urbano mirando al río Arlanza.
Desde el siglo X se conserva el nombre con pocas variantes y ya en el siglo
XIII se convirtió en apellido toponímico de una de las familias importantes.
Aunque hay vestigios anteriores, los primeros pobladores
fueron los turmódigos, tribu ibérica prerromana, pero el origen de la villa es
medieval, fundada por el rey visigodo Chindasvinto en el siglo VII sobre los
restos de un castro romano. Tras el paréntesis musulmán volvió a cobrar
importancia. Parece que Fernán González descansaba aquí en el palacio de su
madre, Muniadona, pero fue su hijo, García Fernández quien la convirtió en la
capital del Infantazgo y cabeza de uno de los más importantes señoríos
monásticos después de comprarla a los monjes de Valeránica. Era el año 978 y
Covarrubias se convertía en “Las cuna de Castilla”.
Era la capital de un extenso territorio independiente,
con jurisdicción propia en lo eclesiástico, civil y penal, gozando de
exenciones tributarias. Sus dominio se dispersaban por un área muy amplia y sus
habitantes podían circular libremente. Comprendía 70 villas e iglesias, 20 monasterios,
infinidad de caseríos, quintas, montes, prados, pozos de sal, etc.
Prosperó al cuidado de sus abadesas: doña Urraca (hija de
Fernán González y esposa del rey Ordoño III de León), doña Ava de Ribagorza (de
trágica muerte), otra doña Urraca (hija
de Garcí Fernández), doña Sancha (hermana de Alfonso VII, que otorgó fueros en
1148). En el siglo XII el monasterio pasó a ser Colegiata. A la muerte de doña
Sancha, Alfonso VIII confió la institución al Arzobispo de Toledo, aunque
Fernando III el Santo, nieto de Alfonso VIII, la restauró y, no habiendo
infanta, puso al infante Felipe de Castilla, hermano de Alfonso X el Sabio,
quien, abandonando las dignidades eclesiásticas se casó con Kristina Olaf.
La princesa Kristina de Noruega, hija del rey Haakon IV,
vino para casarse con el rey Alfonso X el Sabio que quería repudiar a su esposa
Violante por no darle descendencia, pero a su llegada la reina iba a ser madre.
Entonces le dieron a elegir entre los hermanos del rey y optó por Felipe, con
quien se casó en 1258 en Valladolid. Tras cuatro años de matrimonio, murió de
melancolía en Sevilla y fue enterrada en el claustro de la colegiata de
Covarrubias, en un sepulcro gótico, en 1262. Tiene un monumento frente a la
Colegiata.
Aquí nació, en 1524, Francisco Vallés, que inició sus
estudios en la Universidad de Alcalá, en el Colegio Trilingüe, en 1544,
alcanzando la licenciatura en artes y filosofía, después maestro, licenciado y
doctorado en medicina en 1554 y desde 1156 impartiendo clases en dicha
Universidad. Fue el primero que impartió clases prácticas con cadáveres por lo
que se le considera el creador de la anatomía patológica. En 1590 mandó
derribar las murallas de Covarrubias para mejorar la ventilación de la villa
frente a una terrible epidemia. Fue médico personal de Felipe II, que le llamó
Divino Vallés y le nombró Protomédico de todos los reinos y señoríos de
Castilla, y acompañándole, murió en 1592 en Burgos, aunque sus restos fueron
enterrados en la Capilla del Colegio Mayor de San Ildefonso, en Alcalá de
Henares. Sus restos fueron hallados en 2011, durante obras de restauración.
A partir de 1759 y con la desaparición de la abadía, los
privilegios de la villa quedaron anulados. En el siglo XIX, durante la Primera
Guerra Carlista, la Expedición Real hizo alto aquí. En la actualidad tiene una
inconfundible estampa medieval, un entramado urbano bien conservado, que debe
apreciarse caminando sus calles con casas típicas, sus plazas, sin prisa.
Contiene además un amplio patrimonio monumental, por lo que toda la villa fue
declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico en
1965.
Destaca el Torreón
de Fernán González, del siglo X, mozárabe, la única fortaleza castellana
anterior al siglo XI que se conserva. La Torre “La Emparedada”, defensiva,
enlazaría con la muralla que rodeaba la población. El recinto que la rodea
albergó el Palacio del Abad. Tiene una gran solidez, forma piramidal truncada,
planta rectangular y cuatro plantas. El acceso era por escalera móvil hasta una
puerta a media altura, en arco de herradura. La leyenda dice que la infanta
Urraca fue emparedada aquí por su padre Fernán González, como castigo por sus
amoríos con un pastor.
En la plaza dedicada al rey Chindasvinto se halla la Ex Colegiata de San Cosme y San Damián,
sobre el solar que debió ocupar la iglesia visigótica fundada en el siglo VII.
En el siglo XII se hizo en estilo románico y la actual es de los siglos XIV-XV.
La fachada se compone de torre campanario a la derecha y elegante rosetón de
finas tracerías góticas. Bajo el pórtico añadido al atrio a comienzos del siglo
XVI se oculta la puerta ojival. El interior es luminoso, es iglesia gótica de
aires catedralicios, con tres naves, más alta y profunda la central, con
crucero y retablo mayor churrigueresco dedicado a San Cosme y San Damián. Tiene
cuatro capillas, un claustro del siglo XVI (sepulcro de Kristina, arca sencilla
del siglo XIII), un órgano del XVII y altares barrocos del XVIII y un
artesonado mudéjar en la Sala Capitular.
Una obra importante es el Tríptico de la Adoración de los
Reyes Magos, siglo XV, atribuido a un discípulo de Gil de Siloé. Ante el
retablo mayor se encuentran las tumbas de las tres grandes infantas-abadesas,
del siglo XIV, con la cruz abacial sobre la tapa y escudos en la cabecera. A
ambos lados del altar están los sepulcros de Fernán González (mármol blanco,
siglo V) y su esposa (sepulcro romano, siglo IV), trasladados desde San Pedro
de Arlanza en el siglo XIX. A cada lado del presbiterio hay otras sepulturas.
Covarrubias estuvo totalmente amurallada hasta la segunda
mitad del siglo XVI. El Divino Vallés ordenó su derribo para que el viento
sanease las calles ante la epidemia de peste. Debió tener tres puertas y quedan
tramos junto al río y al lado de la iglesia de Santo Tomás, que era del siglo
XII, siendo la actual del siglo XV. Tiene una pila bautismal románica una
escalera plateresca, su joya.
La puerta del Archivo del Adelantamiento de Castilla es
obra de la segunda mitad del siglo XVI, por mandato de Felipe II. Se hizo sin
madera, para evitar incendios, en estilo herreriano con decoración
renacentista. Fue el Centro documental del Adelantamiento de Castilla, con sede
en Burgos, hasta que en el siglo XVIII perdió su función al trasladarse su contenido
al Archivo General de Simancas. La entrada es la Puerta Real, entrada
principal, bajo el escudo de Felipe II, con el toisón de oro. Las rejas de
hierro son las originales.
Otros edificios importantes son la Casa de Doña Sancha, arquitectura tradicional, siglo XV, con
fachada de adobe y entramado de madera. Los amplios soportal y balconada son
ejemplo de aprovechamientos climáticos. Hay dos cruceros, del siglo XVI, uno frente al Torreón y otro frente al
Archivo del Adelantamiento de Castilla. Lo que pudo ser el palacio de Fernán González es el actual Ayuntamiento, que conserva
un arco románico del siglo XII.
Este ejemplo de arquitectura popular castellana ha sido
galardonado con numerosos títulos, Conjunto Histórico-Artístico, Premio Europa
Nostra, Antena de Oro, etc. Bien merece una visita, especialmente a mediados de
julio cuando celebra su Encuentro medieval en el que se ponen a la venta sus
apreciadas cerezas.
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