MUSEO DE LAS VILLAS ROMANAS. ALMENARA-PURAS (Valladolid).
 

El conjunto está formado por dos edificios. Uno es el Museo, en el que por medio de maquetas –entre ellas, la villa de El Val, en Alcalá de Henares-, paneles explicativos, dioramas, audiovisuales, etc., preparados didácticamente, se sitúa al visitante en el contexto histórico de las villas, ofreciendo una visión completa de la vida rústica romana dividida en secciones: tipos de villas, actividad económica, naturaleza, ocio, religión, etc.  Se continúa por la visita a la villa excavada, avanzando por una pasarela elevada, en la que se aprecian hasta 30 estancias en torno a dos patios, la mitad pavimentadas con mosaicos.

La villa se sitúa en un paisaje de campiña en la segunda terraza del río Adaja, a 780 m de altitud, con agua abundante alrededor, donde ya hubo un asentamiento de la I Edad del Hierro. Hubo una villa en el siglo III, de la que quedan unas termas, pero la que vemos es del siglo IV, estando activa hasta parte del siglo V, al que siguió el expolio y la ruina. Tiene una superficie de más de 2.000 m², las paredes tienen cimientos, zócalos de hormigón y muros de tapial, pintadas al temple y algunos zócalos imitando mármol. Los tejados están cubiertos con tejas curvas.

El recorrido de la visita, lineal, circular, se inicia por las viejas termas (hipocaustos, horno, pozo) y por el peristilo con jardín, bordeado de pórticos desde los que se accedía a los dormitorios, comedores, salas de estar, etc. De entre las estancias destacan una gran sala octogonal con antecámara, que fue salón o biblioteca, y otro de planta semicircular ligeramente trilobulada con apertura al jardín, que fue comedor de verano. Un pasillo, en el ángulo NO, lleva a los baños.

Las termas constaban de vestuario (apoditerio), sala fría (frigidario, masajes y ejercicio físico, piscina de agua fría), pieza de ambiente templado (tepidario, sudatio o pequeña sauna seca sobre un hipocausto) y caldario (calefacción por aire bajo el suelo, alveus o amplia bañera de agua caliente). Al final del pasillo hay una gran sala trilobulada, cubierta con cúpula central y tres medias cúpulas en los ábsides, que destaca del resto por su monumentalidad y evidencia la importancia de las actividades sociales como muestra de la riqueza y poder del dueño.

Mientras vamos rodeando vemos un esquema de construcción romana (encofrado para muro de tapial revestido de mortero y pintado, suelo de mosaico, cubierta con tejas planas y curvas, pintura al temple en los muros) y un área de servicios, almacenamiento y otras actividades dedicadas a la explotación agrícola, antes de llegar a lo que fue la entrada principal, la fachada, que daba a un patio porticado cuyos grandes ventanales permitían la iluminación de los corredores por los que se accedía a las habitaciones. En el centro del lado S del patio, un espacio pavimentado con mosaico sirve de nexo entre el patio y el peristilo, entre la zona de recepción, de fuerte carga simbólica para las relaciones sociales, y la zona S donde, además de salones nobles como el de Pegaso, se encuentran los dormitorios, salas de estar y el acceso a los baños.

En el peristilo sur destacan una cámara de contorno curvilíneo (comedor en buen tiempo, decorado con pinturas murales y mosaico) y otra de planta poligonal. El mosaico de Pegaso, hijo de Poseidón y la Gorgona, se encuentra en una gran estancia, en el centro de un tapiz de peltas (escudos) negras sobre fondo blanco. La escena mitológica tiene dos registros, en el superior, ante un esquemático monte Helicón, morada de las Musas, aparece la fuente Hipocrene surgida cuando el caballo golpeó el suelo con sus cascos como una joven recostada con un vaso del que mana agua, tocada con corona de algas y con un cetro de plantas acuáticas; en el inferior, Pegaso (sin alas) atendido por las ninfas.

En total hay unos 400 m² de mosaicos, bastante bien conservados, aunque algunos tienen indicios de fuego en el tiempo que la villa estuvo abandonada. Los temas son geométricos, los más abundantes, combinándose con círculos entrelazados, nudos, sogueado, cruz gamada, flor de lis, peces, etc.

La megafonía anuncia la visita guiada a la casa de una villa romana, una idealización, que corresponde a una villa mediana, con las distintas estancias articuladas en torno a un patio con columnas y equipadas con mobiliario y objetos que imitan los romanos de aquellos siglos, estando muy cuidado el rico colorido de paredes y zócalos.