miércoles, 15 de febrero de 2017

16 personajes y MIGUEL de CERVANTES.

Esta exposición en la Biblioteca Nacional debe ser la última en este final del año dedicado a conmemorar el IV Centenario de la muerte de Cervantes. El espacio se ha convertido en un lugar mágico y literario, pedagógico, dedicado a los niños –aunque también los adultos pueden recrearse con ella-, que cuentan con mesas de trabajo, juegos de espejos y con la posibilidad de disfrazarse.


Está pensada en torno a dieciséis personajes, además del propio Cervantes:

1.- Galatea, pastora desenamorada a orillas del Tajo, que no atiende a sus enamorados sin esperanza. Su padre quiere casarla contra su voluntad. Ella pide ayuda a sus amigos. No hay final, no acaba.

2.- Persiles y Sigismunda, dos enamorados que peregrinan hasta Roma fingiéndose hermanos y atravesando mares exóticos y siendo testigos de las pasiones humanas, como los celos, pero el amor vence al final en esta novela bizantina.

3.- D. Quijote. Hidalgo tan aficionado a los libros de caballerías que un día decidió tomar la profesión de los protagonistas. Todos llevamos algo de D. Quijote en nuestro interior. Seamos por un momento como él: ingeniosos, locos y libres.

4.- Sancho Panza. Labrador de una aldea, con mujer e hijos, que un día decidió dejarlo todo para andar a la aventura como escudero de un caballero andante. Seamos también como Sancho: sensatos, fieles y prácticos.

5.- Dorotea. El apuesto don Fernando la sedujo, bajo palabra de ser su esposo, y la abandonó. Ahora lo busca vestida de labrador para hacerle cumplir su palabra. En una venta, colabora en la devolución de D. Quijote a su pueblo.

6.- El Caballero de la Blanca Luna. Antes fue llamado el Caballero del Bosque o de los Espejos, pero realmente es el bachiller Sansón Carrasco. Un juego de identidades múltiples, como la media luna de su escudo que se convierte en mil reflejos.

7.- Los duques. Colman de halagos a D. Quijote y a Sancho a la vez que se ríen de sus ocurrencias por detrás. Nada es lo que parece. A pesar de vivir aventuras de libros de caballerías, al abandonar el castillo D. Quijote alaba la libertad recobrada.

8.- Clavileño. Tampoco es lo que parece a primera vista. Un simple caballo de madera sumerge a D. Quijote y Sancho en una inesperada aventura que termina felizmente a pesar de quedar algo chamuscados en el aterrizaje.



9.- El licenciado vidriera. Tomás Rodaja estudia en Salamanca y viaja a Italia y Flandes. Una dama de rumbo se enamora de él y, como no le hace caso, lo hechiza y cree que es de vidrio. Iba por las calles diciendo verdades como puños hasta que un fraile jerónimo logró sanarlo.

10.- Rinconete y Cortadillo. Toda su vida gira en torno a una baraja: buscando los oros con mil argucias; frecuentando las tabernas y las copas y usando las espadas si hace falta, aunque se conformen con navajas; y recibiendo a cada rato bastos. Un laberinto del que no pueden salir.

11.- Preciosa, la gitanilla, de quien se enamora un joven caballero que tiene que pasar la prueba de convivir con los gitanos dos años. Supera otras pruebas, se descubre quién es verdaderamente Preciosa y triunfa el amor.

12.- Cipión y Berganza. Dos perros que hablan que se cuentan su vida y que quizá sean hijos de la bruja la Montiela, según cuenta otra bruja, la Cañizares, por lo que no sería extraño que tuvieran el don del habla.

13.- Doña Lorenza. Mujer joven y bella casada con un viejo celoso y enfermo, por lo que no es feliz. La criada Cristina y la vecina Ortigosa trazan un plan para meter un galán en su aposento a pesar de los mil ojos del viejo celoso y de las siete puertas cerradas.

14.- Chanfalla. Es el maestro del engaño, pero sólo para el que se deja engañar. Acompañado de su querida Chirinos lleva el Retablo de las Maravillas, fabricado por el sabio Tontonelo, sencillo truco a través del que se ve lo que es verdad y lo que es mentira.

15.- La Gran Sultana. Catalina de Oviedo, cautiva desde niña, vive en el serrallo del Gran Turco. El sultán se enamora de ella y accede a todo lo que le pide, descubre a su padre en un sastre y triunfa el amor, sin barrera que se le resista.


16.- Pedro de Urdemalas. Alguien le profetizó una vez que llegaría a ser rey, fraile, papa… Y lo consiguió finalmente a través del oficio de actor. Múltiples máscaras para convertirse en cualquier personaje. 

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