miércoles, 28 de septiembre de 2016

Cervantes, soldado de la Infantería Española

Enlazando con la exposición “La moda de Cervantes y trajes del Quijote”, que termina con el apartado “Los Tercios”, puede visitarse esta otra, en Santa María la Rica, organizada por el Ejército de Tierra. Las dos exposiciones causan muy buena impresión desde el primer momento por su colorido, vistosidad, presentación, etc., y después esta primera impresión queda corroborada por su contenido. Está estructurada de forma lineal, con los paneles sobre Los Tercios ocupando el espacio central y reservando para los laterales los paneles sobre Cervantes, banderas, vitrinas, fotografías, vestimentas, etc.

Los paneles sobre Los Tercios tienen unos graciosos dibujos de Joaquín Parrón por delante y fotos y texto por detrás. Están dedicados al Maestre de Campo (Jefe del Tercio, designado por el rey, capacitado para sustituir al general en jefe), Mandos de Compañía (Capitán, Alférez, Sargento y Cabo de escuadra), Piquero “Pica Seca” (soldado de infantería cuya arma era la pica, muy importante contra la caballería), Piquero Coselete (piquero protegido con media armadura, utilizados contra la caballería), Arcabucero (soldados de infantería ligera armado con arcabuz) y Mosquetero (soldado armado con mosquete, más pesado que el arcabuz y mucho más potente, que requería una horquilla para apoyarlo al disparar).

Cada panel está ilustrado con un cuadro, que, en el orden anterior, son “Socorro de la plaza de Constanza” de Vicente Carducho, “Rendición de Juliers” de Jusepe Leonardo, “La rendición de Breda” o “Las Lanzas” de Diego Velázquez, “La expugnación de Rheinfelden” de Vicente Carducho, “La recuperación de la isla de San Cristóbal” de Félix Castelló y la “Victoria de Fleurus” de Vicente Carducho, todos ellos en el Museo del Prado.

También hay textos que hablan de personajes (Maestres de Campo Miguel Ramón de Moncada y Bou y Lope de Figueroa y Barradas), de los mandos bajo los que sirvió Cervantes (compañía de Diego de Urbina –Tercio de Moncada-, compañía de Manuel Ponce de León –tercio de Lope de Figueroa primero y de Sicilia después-) y del origen de los términos “arcabuz” y “mosquete”.

El resto de los elementos de la exposición están adosados a las paredes. Alternándose, hay ejemplos de vestimenta (maniquíes que representan al Maestre de Campo, Tambor, Arcabucero, etc., tomando como modelo al Regimiento de Infantería “Inmemorial del Rey” número 1), banderas, fotografías de cuadros (Garcilaso de la Vega, Alonso de Ercilla, Miguel de Cervantes, Don Juan de Austria, D. Álvaro de Bazán, oficial de caballería en la Guerra de los 30 años, caballería de los Tercios), planos de ciudades (Nápoles, Argel, Madrid, Sevilla, Barcelona), vitrinas (figuritas muy graciosas de Los Tercios obra de Joaquín Parrón, personajes como D. Juan de Austria o Miguel de Cervantes, representación de formaciones militares y soldados, uno de los cuales lleva una inscripción que reza: “España mi natura, Italia mi ventura, Flandes mi sepultura”), esculturas y una maqueta de una galera, todo del siglo XVI.

En tres grandes reproducciones de cuadros, los tres del mismo autor, Augusto Ferrer-Dalmau Nieto, se representan unos acontecimientos especiales. “El Camino Español” (2014) hace referencia al itinerario seguido por los ejércitos españoles desde Italia hasta los Países Bajos, atravesando los Alpes, Saboya y el Franco Condado, al desecharse la vía marítima. Era un corredor terrestre perfectamente organizado desde el punto de vista logístico, formado por una cadena de puntos fijos, “etapas militares”. Cada expedición era precedida por un comisario que se encargaba de los víveres, alojamiento, servicios, etc. El hermano de Miguel de Cervantes, Rodrigo, siguió esta ruta que quedó taponada por los franceses en el siglo XVII.

El segundo cuadro, “El milagro de Empel” (2015) relata la afortunada escapatoria de los hombres de tres Tercios españoles que habían quedado cercados en un pequeño montículo, único terreno no inundado tras la rotura de los diques del Mosa y del Waal efectuada por los holandeses. La situación era trágica y no se les pudo ayudar. El gélido frío congeló las aguas, lo que obligó a la escuadra holandesa a retirarse para no quedar encallada y permitió a los españoles salvarse y aún hostigar la retirada holandesa y ocupar sus posiciones.

El tercero, “Rocroi, el último Tercio” (2011), se refiere a la batalla por la ciudad francesa de Rocroi, sitiada por los españoles y a la que los franceses socorrieron con un potente ejército. La batalla tuvo altibajos, tanto con la infantería como con la caballería, pero terminó con los Tercios resistiendo en compactas formaciones y la completa derrota española que precipitó el final de su hegemonía. 

Finalmente, lo más importante, aunque no ocupe el lugar principal. Distribuidos alrededor de las salas están una serie de paneles
referidos a Cervantes, con fotos, texto y un mapa.  Al primero, el “Prólogo”, el autorretrato, con un mapa de las posesiones europeas de Felipe II, le sigue “Los primeros años” donde, al lado de un mapa del Mediterráneo, comienza la cronología que recorre los demás paneles. En “Cervantes soldado” se presenta un mapa de los hechos en los que participó y en “Los Tercios” otro con los conflictos militares de la época, para llegar a “El Mediterráneo en tiempos de Cervantes”, con un mapa de la Santa Liga, y a
“Lepanto”, la más alta ocasión, con un mapa de la batalla. Unos sonetos de Cervantes dedicados a sus compañeros caídos añaden más sentimiento al panel “La profesión de soldado”, alcanzando la emotividad su punto culminante en “Cervantes cautivo”. Con “Los últimos servicios a la Monarquía” se inicia la aproximación al final y los últimos paneles, “Cervantes escritor”, “El adiós del soldado-escritor” y “El legado de Cervantes”, son ya una remembranza.


Magnífica exposición, muy didáctica, muy juvenil, que aporta otro punto de vista, el militar en este caso, a la imagen de la época de Cervantes.

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