Huertos de El Encín
El Soto de El Encín es una finca de 93 has., englobada en
el espacio natural Soto del Henares, que ofrece un mosaico variado de paisajes
recorrido por tres itinerarios, trayectos cortos y llanos, que incluyen paneles
informativos, fichas botánicas y miradores y que son un paseo delicioso en
cualquier época del año. “No es menester
arte donde basta la naturaleza” (Baltasar Gracián). Es un espacio protegido
junto al Henares, un espacio para la naturaleza y la investigación científica,
puesto que una parte está gestionada por el IMIDRA, Instituto Madrileño de
Investigación y Desarrollo Rural Agrario y Agroalimentario. El
principal
atractivo de la zona es el bosque de ribera, de vegetación espesa y variada que
da oportunidad a una fauna diversa, tanto de especies ligadas al medio acuático
como al terrestre. El uso humano deterioró su vegetación inicial por lo que se
priorizó su restauración.
Este lugar es de ocupación antigua y mantuvo una
población de gran continuidad histórica. En una zona de reserva arqueológica,
sin excavar, puede haber vestigios de la Edad del Bronce y de la Edad del
Hierro, aunque los restos más importantes son de época
romana, ss. I-III. En
concreto se trata de un posible alfar, señalado por la existencia de un horno, piletas de decantación para depurar la
arcilla, etc., que abastecería a la finca de los elementos de cerámica
necesarios para la construcción y para vajilla. De este proceso evolutivo en el
que las actividades agrícolas y ganaderas serían las más importantes ha
aparecido un silo para almacenar grano. Bajo la zona de los huertos parece que
hay restos de épocas visigoda y medieval-islámica, aunque éste no sería un
huerto-jardín, sino una explotación para abastecimiento de la finca.
La zona de los huertos de alquiler está dividida en
parcelas de 50 m2 con toma de agua individual. Mi amigo Benjamín ha
hecho del número 140 un huerto espléndido, con el toque femenino de las flores que aporta su mujer, Mª Ángeles. Al principio, bajo la coordinación
de Marta, los empleados como Pepe ayudan y aconsejan pero pronto se aprende viendo
el ejemplo de los huertos cercanos y escuchando los comentarios de los vecinos.
En invierno habíamos paseado por el entorno, entre la
niebla que se agarraba a las ramas desnudas de los árboles. El Camino de la
Canaleja atraviesa la finca por el centro y de él parten las tres sendas, la de
los paisajes (800 m., la más alejada del río), la de la ribera (1.200 m.,
vegetación de ribera, espesa alameda junto a la tranquilidad del río) y la
botánica (1.400 m., dedicada a la vegetación de la zona, discurre entre el Aula
Abierta y el Parque Agrotemático, en la zona este de la finca).
Volvemos en la primavera para recorrer de nuevo la Senda
botánica y ver filtros verdes (depuradoras naturales, zonas plantadas con
álamos y vegetación de humedales que se riegan con aguas residuales que quedan
limpiadas por la acción de los minerales del suelo, las raíces de las plantes y
los microorganismos), injertos de pino carrasco a pino resinero (se consigue
una sola planta que combina las buenas cualidades de dos especies), una laguna
con observatorio para la fauna acuática y una amplia vegetación compuesta de
taray, sauce blanco, olmo, fresno, majuelo, álamo blanco, almendro, rosal
silvestre, retama, cornicabra y plantas aromáticas. Unos carteles indican las
zonas de acceso reservado.
La margen derecha del Henares tiene una abundante
vegetación de ribera y una zona de inundación muy marcada en algunos tramos. Es
mayo y los arbustos están floridos. “Hay
un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza” (Jean-Jacques
Rousseau). El agua del río corre con velocidad a pesar de los carrizos que la
pueblan. En la margen izquierda hay menos vegetación, pero sus paredes y
cortados son el soporte de una avifauna compuesta desde rapaces como el búho
real o el halcón peregrino hasta especies de menor tamaño como el abejaruco o
la grajilla.
En este paseo nos acompaña Ángel, un vecino, con el que
todavía vemos algunos espárragos. A la vuelta, mientras un grupo de niños, de
los muchos que visitan la finca guiados por monitores, están disfrutando en el
parque infantil, vamos a la zona de los árboles frutales, uno por parcela. Están
todos juntos aunque son diferentes y están floridos. “El libro de la naturaleza alcanza cada año una nueva tirada” (Hans
Christian Andersen). La iglesia de Los Santos vigila desde lo alto cómo se
siega la hierba entre los árboles. “Las
tierras pertenecen a sus dueños, pero el paisaje es de quien sabe apreciarlo”
(Upton Sinclair).
Volvemos al huerto. Está todo abonado y casi todo
plantado aunque no ha crecido todavía. Únicamente destacan las habas y las
cebollas invernales. Pronto habrá que poner las cañas para las tomateras y
plantar el resto. Cogemos unas herramientas que facilita la organización y
cavamos un pequeño foso para el compost. “El
trabajo del labrador es el trabajo natural del hombre, el único que aquieta las
pasiones y vigoriza el cuerpo” (Armando Palacio Valdés). Dejamos que la
azada descanse un momento y levantamos la vista. “En todos sus sueños más bellos, el hombre no ha sabido jamás inventar
nada que sea más
bello que la naturaleza” (Alphonse de Lamartine). Una
ligera brisa refresca el cálido día. Se está bien, aunque quizá sea porque,
como dijo Friedrich Nietzsche, “El que nos encontremos tan a gusto en plena
naturaleza proviene de que ésta no tiene opinión sobre nosotros”. Hablamos
con los vecinos, Aquilino y Alberto, Manu, etc., etc., con los que hay
intercambio de plantones e ideas. Reina el compañerismo. Sin desdeñar los
tomates y demás frutos hortícolas, lo mejor es el trato humano que el huerto
propicia.
Tras una corta jornada de trabajo, nos vamos admirados de
cómo se cuida aquí la naturaleza. Es lo que hay que hacer porque “Tarde o temprano seguro que la naturaleza se
vengará de todo lo que los hombres hagan en su contra” (Johann Heinrich
Pestalozzi).
Hola Jose Luis, gracias por la entrada del blog, ahora el centro ha vuelto a abrir sus puertas bajo el nombre de Complejo Agroambiental Soto del Henares, pero sigue estando disponible el servicio de alquiler de huertos de ocio, estás invitado a volver. Pepe te manda recuerdos!
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