domingo, 14 de junio de 2015

Los Patios de Córdoba.

Esta fiesta se celebra en el mes de mayo, durante unas dos semanas, y es seguida por multitudes. La espléndida ciudad acoge durante esos días a un público deseoso de llenar sus ojos, que nunca se cansan de mirar, con las bellezas que se exponen. El Ayuntamiento edita un plano con el que pueden seguirse fácilmente los distintos itinerarios y la ubicación concreta de los patios, que, además, están señalizados con unos macetones en las puertas.
Por un accidente informático, las fotografías están sacadas de Internet
Los itinerarios suelen ser seis, además de otros patios que participan fuera de concurso -porque esto es una competición- y cada uno de ellos tiene un número variable de patios, entre siete y nueve aproximadamente. El itinerario Alcázar viejo se desarrolla en las calles en paralelo a los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos. Siguiendo hacia el Este, el de la Judería-S. Francisco, desde las murallas, puerta de Almodóvar, pasando por la mezquita, hasta la plaza de la Corredera. Más al Este, cerca del río, el de Santiago-S. Pedro. Encima de estos tres, en situación intermedia, el Regina-Realejo. Y al Norte, el Sta. Marina-S. Agustín, y hacia el Este, el S. Lorenzo.

Casa de vecinos
Aquí en Córdoba el patio es un componente típico de la casa popular ya desde los romanos. Los musulmanes le añadieron un zaguán de entrada, que ahora da más perspectiva y profundidad. Todo está lleno de vegetación variada para dar mayor sensación de frescor y lo normal es que tuviera una fuente centrada e incluso, en ocasiones, un pozo que recogería el agua de lluvia.

El patio actúa de distribuidor: en la casa unifamiliar, de las habitaciones; en la casa de vecinos –más escasa-, de las viviendas además de instalaciones comunes como lavaderos. En muchos casos el patio tiene dos plantas, lo que añade al conjunto balcones corridos, galerías abiertas, escaleras, tejadillos, etc. Cuando el patio no es central, sino que se sitúa al lado de la siguiente
vivienda, aparece una alta pared lisa, encalada, acribillada por entero de macetas, como en el chiste donde uno le pide como un favor a su amigo que le riegue las macetas cuando se vaya de vacaciones y en la viñeta siguiente aparece una pared de éstas. Afortunadamente ahora casi todas tienen un sistema de riego por goteo –en muchos casos se ven todavía las rozas que hicieron en la pared para instalarlo- que puede automatizarse, pero todavía se ven casas con una lata en la punta de una pértiga muy larga. Un sistema intermedio es sujetar una manguera a la pértiga.

Esta fiesta es un deleite para los sentidos: colores, olores, sensación de frescor. Se aúna la tradición y
un sentido estético innato y cultivado a la vez que trata de relacionar una inspiración novedosa con las altas exigencias estéticas del concurso. Bajo unas condiciones de limpieza impoluta se desarrollan unos ambientes que van desde los más sencillos de macetas sueltas, sin darle ninguna importancia que es la forma más segura de dársela, hasta los cuadros más elaborados que contienen toda la sabiduría del mundo. Al principio llama la atención el conjunto, la impresión global, para después poder detenerse en detalles concretos, en flores desconocidas, por ejemplo, en combinaciones sugerentes.

Aunque la variedad es infinita, hay unos elementos que se repiten en muchos casos. La gran mayoría de los patios son porticados (con columnas y vigas, o con arcos), suele haber galerías superiores o balcones corridos, tejadillos,
escaleras centrales o laterales, etc. Los materiales utilizados son la piedra en columnas, el ladrillo en arcos y columnas, la madera en galerías, el hierro en rejas. Elementos comunes son las fuentes (adosadas a una pared o centrales, los pequeños surtidores y el susurro del agua), los pozos (brocal cuadrado o redondo, encalados, con forma de ventana en la pared, cubierto de macetas y con trepadoras o rosales encima -un toque de carmesí boticelliano, un rosa intenso-), las macetas colgadas, los adornos (flores, guitarras, sillas, colgantes, etc.). Muchos están cubiertos por lonas retráctiles para preservar la penumbra. Los suelos están embaldosados, con losas de mármol o piedra, con piedras haciendo dibujos, etc. Sobre el blanco de las paredes encaladas destaca el azul de las maderas y los infinitos tonos de los distintos macizos y flores en un festival para la vista. Los colores se han vuelto a convertir en flores.

Estas personas, que hablan en voz baja y refrescante como corre el agua en la fuente, tienen algo más por lo que vivir. Han ido fabricándose tentaciones y cayendo en ellas. Han ideado un paisaje que se ha transformado en una amplia paleta de colores. Han creado un mundo de color que es el color de sus pensamientos, el color de las cosas eternas, intemporal. Se han establecido en una encantada isla del tiempo, en un discreto espacio de serenidad, en un aire idílico de paz eterna que sólo el artista es capaz de crear al hacer estallar las leyes del tiempo y del espacio.


Para los visitantes las horas se deslizan una tras otra desde la mañana fresca hasta el atardecer sereno, pasando por el horno del mediodía, respirando los dulces y embriagadores perfumes de la vida, con el rostro lleno de emociones. En lo que menos se piensa es en la votación, porque esto es un concurso. El que quiera puede opinar, incluso por Internet. En algún patio incluso se anima con un oloroso soborno en forma de copa de vino, otro de los muchos placeres de esta tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario