lunes, 16 de marzo de 2015

Etapa 6. Santo Domingo de la Calzada-Belorado-Ezcaray-Santo Domingo.

Empezamos la etapa siguiendo el Camino de Santiago. Ayer lo hicimos desde Nájera hasta Santo
Domingo; hoy hasta Belorado. El camino pasa por zonas llanas, entre lomas cercanas, cubiertas por un cereal casi maduro y muy pronto llegamos a la Cruz de los Valientes, recuerdo de un medieval juicio de Dios con el cercano pueblo de Grañón por la disputa de unas tierras. Hace fresco, pero el aire va despejando el cielo y, como no va a llover, guardamos el chubasquero. Abandonamos La Rioja y entramos en Burgos poco antes de Redecilla del Camino. Después de parar en una fuente, vemos el rollo jurisdiccional a la entrada, pero, como en otras ocasiones, no podemos ver la pila bautismal románica  (ciudad fortificada) en la iglesia de Ntra Sra de la Calle porque la iglesia está cerrada.

Aquí realmente comienza Castilla. Desde Castildelgado vamos a Viloria de Rioja, donde nació Santo Domingo, volviendo al Camino para llegar a Villamayor del Río y seguir hasta Belorado, delimitado por el río Tirón al que seguiremos. Fue importante en la Edad Media por su feria y por estar en la frontera con Navarra: el poema de Fernán González dice que “aquesta villa era en cabo del Condado”. Vemos su Plaza Mayor y su parroquia de Santa María, del s. XVI, y salimos dejando el Camino y siguiendo el Tirón, que viene de la Sierra de la Demanda y que, con sus crecidas,
San Vicente del Valle
desmoronaba las obras del puente de San Miguel de Pedroso, al que los obreros llamaban el puente del Diablo.

Seguimos en dirección a Pradoluengo, donde estuvimos en la primera etapa, pero nos desviamos a la izquierda y, pasando por Villagalijo y Santa Olalla del Valle, llegamos a San Vicente del Valle para ver la iglesia de la Asunción, construcción visigoda muy rara y poco conocida, quizá basílica romana, que parece haber tenido varias fases de construcción: antes del s. VIII se construyó la nave, con las ventanas inferiores, y después se amplió la altura y se abrieron las ventanas
gemelas a mayor altura. En época mozárabe, ss. IX-X, parece que fue monasterio y se añadió el ábside actual y un pórtico. En el s. XIII se hicieron nuevas obras utilizando capiteles visigodos y estelas funerarias romanas. Aquí se nota más calor y el cielo está despejado.

Cerca está Fresneda de la Sierra, donde han aparecido las nubes y ha bajado la temperatura. Aquí el río Tirón que venía en trayectoria S-N, gira al O, dejando a su derecha el macizo de los montes de Ayago hasta llegar a Belorado.
Fresneda tiene bosques de hayas cercanos y un pasado repleto de hallazgos (estelas celtibéricas –“La Peña de la Pastora”-, estela romana –Plaza Mayor-), aunque es un modelo de población medieval, época de la que conserva una pila bautismal románica, s. XII. Presenta una arquitectura serrana tradicional como se ve en las casas sustentadas por poderosas vigas en los soportales de la calle principal. Del s. XVI tiene la iglesia parroquial de la Asunción, el puente sobre el Tirón y la ermita de la Virgen de los Remedios, construida bajo la promoción de D. Julián López de Bernardino, canónigo de Alcalá de Henares.

Aquí empieza de verdad la subida. El zigzag de la carretera, en medio de un paisaje verde, parcialmente arbolado, y volviendo a La Rioja, nos lleva al puerto del Pradillo, con unos 230 m de
desnivel desde los 995 de Fresneda. La bajada es rápida hasta Valgañón, que tiene un acebal cercano. Paramos en la iglesia parroquial de Ntra Sra de Tresfuentes, del s. XIII. Al parecer, hubo una aparición de la Virgen a la pastora Inés y Fernando III de Castilla, su madre Berenguela de Castilla y el obispo de Burgos visitaron la villa y colocaron la primera piedra de la iglesia románica, en la que destaca el ábside, los capiteles, el tímpano, una pila bautismal y dos tallas románicas del s. XIII.

Seguimos bajando, paramos un momento en Zorraquín para ver la iglesia de San Esteban, románica ss. XII-XIII y llegamos a Ezcaray listos para comer. Aunque el día ha mejorado, no hace calor, así
que después podemos visitar la población sin agobios y ver su casco urbano, sus casas blasonadas y su iglesia gótica. Desde aquí queremos seguir por la Vía Verde del Oja, que en 28 km llega hasta Casalarreina, con un firme de asfalto y tierra compacta. El primer tren circuló en 1916, tuvo su mejor momento en los años 50 y se clausuró en 1964.

El primer tramo es el más atractivo, cuando el trazado serpentea y se oculta en trincheras ajustándose al espolón calizo de la Peña de San Torcuato. Pasamos a la altura de Ojacastro, que también tuvo uno iglesia románica -conserva una pila bautismal de la época-, y que en su iglesia de San Julián y de Santa Basilisa, s. XVI, hay un gran escudo exterior de los Velasco, condes de Haro y Condestables de Castilla. Al lado del río hay bosques de caducifolias conforme vamos bajando. Antes de Santurde el paisaje se vuelve más forestal, con rebollares, hayedos y repoblaciones de pinos y el trazado es más recto. Esta Vía Verde se cruza con el Camino de Santiago en Santo Domingo de la Calzada. Como el paisaje se ha hecho más llano y menos interesante, ya no recorremos toda la Vía y nos quedamos tras una etapa de 70 km. 

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