Mejorada del Campo
Es un municipio de la Comunidad de Madrid con 24.274 habitantes (INE 2023), situado en la zona este, cerca de las poblaciones de Arganda, San Fernando y Alcalá de Henares. Aquí se produce la unión de los ríos Henares y Jarama dando lugar al Parque Regional del Sureste, con relevancia en los cultivos de huerta. Esta riqueza agrícola posibilitó los asentamientos humanos desde la Prehistoria, como lo indican los hallazgos en yacimientos de la segunda Edad del Bronce. En el Museo Municipal de Madrid se conservan restos del Paleolítico y del Neolítico hallados aquí.De otras épocas casi no hay constancia hasta el año 1150 cuando Alfonso VII el Emperador, rey de Castilla, donó a don Juan Obispo de Segovia el castillo de Aldovea y Mejorada del Campo, lugar que repobló. A finales del siglo XIII los vecinos compraron su libertad a los obispos de Segovia y se sometieron a la Corona, pasando a llamarse Mejorada del Rey. En el siglo XVI pasó a don Francisco González de Heredia y Gante, primer señor de Mejorada. En 1672 la compró don Pedro Fernández del Campo, caballero de la Orden de Santiago y del Real Consejo de Cámaras de Indias, que obtuvo el título de Marqués de Mejorada, que pasó a llamarse Mejorada del Campo.
Hacia 1688, el segundo Marqués mandó edificar el Ayuntamiento y la capilla de San Fausto, que sufrieron daños en la Guerra de Sucesión y en la de la Independencia. Tras 1811, abolición del régimen señorial, se eliminaron los signos de vasallaje. En 1894 se comenzó el puente, terminado en 1929, que eliminó la barca de Arrebatacardos. En 1918 se construyó un puente para el ferrocarril, propiedad de la Sociedad Azucarera de Madrid.
Durante la Guerra Civil permaneció en manos republicanas. Después continuó viviendo de la agricultura, con escasas fábricas dedicadas a conservas vegetales, cerámica, molino, almazara, etc. En los años 60 se produjo contaminación en los ríos por vertidos industriales de otras poblaciones. El despegue económico se producirá en la década de los 80, así como el vertiginoso aumento de población.
Siguiendo el esquema tradicional, tiene planta basilical de tres naves, la central más ancha, cubiertas por bóvedas de medio cañón. La nave central tiene un triforio y quizá una tribuna. La cabecera se organiza en un gran ábside. En los laterales hay unos murales pintados por Carlos Romano. Al exterior hay absidiolos y torres, además de una cúpula en la parte central, con bustos alrededor. Cuenta con un patio interior desde el que puede accederse a la cripta. También hay otras dependencias en el ala derecha.
Hacia 1668 se remodelaba la iglesia parroquial en medio de una profunda crisis económica que obligó a vender el señorío. Don Pedro Fernández del Campo y Angulo se hizo con el mayorazgo en 1672, recibiendo el título de Marqués de Mejorada al año siguiente. Su hijo, Don Gaetano Fernández del Campo y Salvatierra promovió la capilla de San Fausto, aneja a la iglesia parroquial, para albergar las reliquias del Santo.
Al exterior cuenta con tres frontones que se corresponden con tres bóvedas de cuarto de esfera al interior, que enmarcan una gran cúpula rematada con tambor y linterna.
La capilla de San Fausto, que contrasta con la humilde construcción de la iglesia, fue proyectada y construida por Matías Román entre los años 1688 y 1691. Es una obra maestra del barroco madrileño por la técnica constructiva y la decoración.
Como se construyó para albergar las reliquias del santo, adquiridas por el primer marqués, se concibió como un gran relicario, visible en la concepción concéntrica de la capilla por la situación del altar-templete en el centro, con forma de pirámide escalonada y con representación de escenas de la vida del santo, en mármol y jaspes.
Tiene, por lo tanto, planta central, de cruz griega. Además de relicario, su finalidad era servir oratorio privado y panteón, estando la cripta de enterramiento de la familia bajo el altar. Está dotada de un rico y suntuoso ajuar ornamental con mármol y piedras nobles en la formación de hornacinas, estatuas y pinturas.
Los arcos se sostienen con grandes pilastras que contienen dos pisos de nichos con esculturas. Cada brazo se cubre con bóveda de cuarto de esfera y los cuatro llevan a una gran cúpula sobre pechinas ocupadas por grandes escudos policromados.
El cenotafio incluye en sus cuatro lados escenas sobre el santo con fondo de arquitectura. Está rematado con grandes velones en las esquinas.
Sobre el arco de entrada, balcón corrido desde el que seguía los oficios la familia del Marqués, con acceso directo desde su vivienda, hoy desaparecida.
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