lunes, 1 de julio de 2024

A orillas del Henares.

4.ARTE (V, Gótico)

La iglesia de salón tiene todas sus naves a la misma altura. La mayoría tienen planta rectangular, aunque hay alguna con planta cruciforme. Comenzó en el periodo románico, pero fue desarrollada durante el gótico europeo, en los siglos XIII y XIV. En España se introdujeron en el siglo XIV en la zona mediterránea, y tiene su máxima difusión en Castilla y León y Andalucía hacia el siglo XVI.

 

San LambertoMünsterAlemania: tres naves de una misma altura.

Santa María del Mar en Barcelona: una verdadera basílica con proporciones de salón escalonado.

Catedral de Barbastro, Huesca.

Iglesia de San Juan, Castrojeriz Burgos, siglo XVI.

Estas iglesias tienen tres naves de altura similar, con bóvedas de crucería, iluminadas a través de las naves laterales. El espacio interior es amplio, con aspecto de gran salón. El sentido espacial siguió siendo gótico, aunque se logró que la verticalidad de las naves se viera quebrada por la unificación de espacio y forma. La estructura gótica se había ido modificando, con menos ventanales, falta de tribunas, pilares cilíndricos, fácil descarga de fuerzas en sólo dos líneas de contrafuertes, por lo que no se necesitan arbotantes. La planta es rectangular, con el transepto igual de ancho que el conjunto de las naves, o puede tener un ábside poligonal, pero prescindiendo de la girola. En algunas ocasiones las naves laterales son algo más bajas, pero sin tener vanos de iluminación. Los exteriores son desornamentados, con predominio del macizo sobre el vano.

 

En el valle del Henares hay varias iglesias de este tipo. En primer lugar, pueden citarse las de Cogolludo y Meco, las más interesantes.

Santa María de Cogolludo.

Fue construida entre 1545 y 1609. Tiene tres naves, la central más ancha que las laterales, separadas por pilares cilíndricos que sostienen arcos de medio punto y algunos apuntados que se apoyan sobre pilares con pilastrillas adosadas y basa común. La cubierta es de bóvedas de crucería. En planta presenta cabecera poligonal con contrafuertes exteriores, cinco tramos cubiertos por bóvedas de crucería con nervaduras de trazo gótico tardío y coro alto.

Las tres naves son de igual altura, por lo que no hay arbotantes, aunque los muros son de gran espesor con pilastras adosadas. El arco triunfal es de medio punto, como los que dan acceso a las capillas del lado del Evangelio. El coro apoya sobre tres arcos escarzanos y las bóvedas y pilares son de un gótico arcaizante.

En el exterior domina la mampostería con sillar en esquinas, vanos y contrafuertes. La portada principal, renacentista, está en el muro meridional, entre dos esbeltos contrafuertes y precedida del atrio, con escalinata y verja anterior sostenida por ocho pilastras rematadas por las típicas bolas renacentistas.

El acceso es por arco de medio punto partido por clave moldurada, descansando sobre impostas. Flanquean columnas corintias exentas de fustes estriados, que sostienen la imposta, con hornacina avenerada en el centro, pilastras adosadas y rematadas por frontón triangular, con acróteras en forma de flameros a los lados y un jarrón de piña en el centro.

La torre está adosada a un lateral de la cabecera, está dividida en cuatro cuerpos por molduras y van en disminución ascendente. Los dos primeros cuerpos, de mampostería, sólo presentan dos pequeños vanos. Los dos últimos, en sillería, tienen vanos semicirculares, con campanas en la cara sur del último. Está rematada por chapitel de pizarra, bola y cruz.

En la fachada oeste, renacentista, hay una portada rematada por un gran frontón triangular y óculo circular que comunica con el coro.

 

La Asunción de Nuestra Señora de Meco.

Iniciadas las obras hacia 1548, en 1568 vio llegar las reliquias de los Santos Justo y Pastor, procedentes de Huesca y camino de Alcalá de Henares, según cuenta Ambrosio de Morales. Una formidable barbacana con contrafuertes da soporte al edificio, cuya grandiosidad se aprecia desde cualquier punto y es un hito visual desde el llano de la campiña del Henares.

Tiene planta de salón, tipo basílica, de tres naves de igual altura, más ancha la central. Gruesas columnas, con capiteles toscanos y basas clásicas, soportan la cubierta gótica, por bóvedas de crucería. Gran cúpula interior en el crucero, siglo XVIII, y coro a los pies, sostenido por dos arcos de medio punto a los lados y un gran arco carpanel central. Los muros se apoyan en nueve contrafuertes.


La torre se sitúa en el lado este de la cabeza, tiene cuatro cuerpos separados por cornisas de piedra, dedicándose el último a campanario. Se remata con chapitel, bola y cruz.

El acceso original está en el lado norte, herreriano tardío, con puerta adintelada flanqueada por columnas corintias y una hornacina encima con una estatua de San José.




Otras iglesias de parecidas características podemos encontrar en Atienza, Almadrones y Arbancón.

San Juan de Atienza.

Situada en la Plaza del Trigo y rehecha a finales del siglo XVI, sobre otra del siglo XII, es plenamente renacentista. Tres naves a la misma altura, separadas por ocho columnas cilíndricas exentas, con el capitel como una cornisa anillada y basas octogonales. Estas columnas se corresponden con otras medias en las naves laterales. La cubierta es por bóveda de cañón y cúpula en el crucero. Sobre el altar mayor hay una bóveda semiesférica achatada.

En planta presenta ábside poligonal, de cinco tramos y contrafuertes acusados. En las paredes laterales se abren cinco ventanas con arcos de medio punto.

A la gran plaza da una fachada reforzada por gruesos contrafuertes de sillería. La portada es de líneas clásicas.


Santa María de la Asunción de Almadrones.

Construida hacia 1550, tiene planta basilical de tres naves -la central más ancha que las laterales- de igual altura, oficiando de crucero sus dos capillas laterales anexas al altar mayor. En conjunto tiene carácter renacentista. Las naves están separadas por pilares cilíndricos de base y capitel toscanos.

Las bóvedas son de medio cañón, salvo en la capilla principal y en las cabeceras de las naves laterales que son crucerías ojivales.

Es una robusta construcción de mampostería, con sillares en ángulos y salientes. La portada es de un arco con dovelas -una cabeza de ángel con alas en la clave-, precedida por atrio de cuatro columnillas toscanas. Medias columnas jónicas sostienen el entablamento rematado en frontón triangular. 


San Benito Abad de Arbancón.


Obra renacentista del siglo XVI que sorprende por su grandiosidad y consta de tres naves con arcos apuntados y pilares cilíndricos de separación, toscanos de anillados capiteles. Las bóvedas son de crucería. El ábside es poligonal y se cubre con bóveda estrellada.

La torre es posterior, se acabó en el siglo XVII.

 

 








Otro grupo de iglesias lo forman las de planta de salón escalonada, en la que las naves tienen alturas diferentes, siendo la nave central más alta, pero sin tener una planta más. En este grupo podríamos incluir las de Argecilla, Tamajón y Torija.



 

Nuestra Señora de la Asunción de Torija.

Se construyó en el siglo XVI en estilo tardo gótico, continuada en plateresco y renacimiento clásico en su portada principal. Es de planta basilical, tres naves -la central más alta que las laterales- separadas por arcos de medio punto y columnas achaflanadas, crucero que no sobresale en planta y ábside rectangular elevado. El arco triunfal es plateresco estilo Covarrubias. En la cabecera está la sacristía y una capilla, y el coro barroco a los pies. La cubierta de las tres naves es de bóveda rebajada con lunetos. La torre es de planta cuadrada, en cuatro cuerpos, y cobija el baptisterio bajo ella.

El exterior se construye con mampostería y sillar en las zonas importantes. La cubierta se sostiene en el alero por cornisa sobre canecillos lisos de tradición mudéjar. La portada principal, sobre escalerilla de cuatro peldaños, es de arco de medio punto moldurado, con la clave en relieve, enmarcado por dos columnas de orden dórico sobre grandes cubos rectangulares labrados. El entablamento se forma por arquitrabe liso, friso con metopas y triglifos y cornisa moldurada, y se remata por hornacina avenerada entre pilastras de orden dórico que soportan un frontón con escudo centrado.



 

San Miguel Arcángel de Argecilla.



Tiene tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares y columnas. Es más tardía, puesto que se construyó en el siglo XVII. Su portada muestra elementos jónicos. En el interior, sobre los pilares del crucero, aparecen grandes escudos en piedra de los duques de Francavile y marqueses de Argecilla, que fueron sus promotores.

 


 La Asunción de Tamajón.




Iglesia de tres naves separadas por arcos de medio punto y pilares con pilastras. Se construyó en el siglo XVI.





 

Finalmente, pueden citarse otras dos iglesias de esta tipología, pero que están en ruinas. Son Valdearenas y Trijueque.


Nuestra Señora de la Asunción de Trijueque.

Antiguamente parece que fue palacio de los Mendoza, donde estuvo custodiada Juana “La Beltraneja”, hija de Enrique IV, en 1470. El edificio es ejemplo de arquitectura plateresca de la primera mitad del siglo XVI. Tenía tres naves -más alta la central- separadas por arcos ojivales y columnas, y coro con tribuna. La cubierta era de bóvedas nervadas y gallonadas.

En el exterior contaba con espadaña de sillar y fachada principal con atrio y con elementos platerescos como la portada, con hornacina superior con medias columnas dóricas, cartelas y arabescos.

 

Nuestra Señora de la Asunción de Valdearenas.



Sólo queda parte del crucero. Tenía estructura columnaria, construida en el siglo XVI, con muros de sillería con contrafuertes y cabecera ochavada.

 

 

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