Galería de las Colecciones Reales.
1.-Los Austrias.
Está situada junto al Palacio Real de Madrid y la Catedral de La Almudena. El edificio se diseñó para formar parte del paisaje de la cornisa poniente de Madrid. El interior consta de tres salas (103 x 16 m) y sorprende por la amplitud de espacios, la luz natural y las vistas. La idea surgió durante la Segunda República (Museo de Armas y Tapices) y se aprobó en 1998, abriendo sus puertas veinticinco años después. El recorrido es descendente. En la planta -1, dedicada a los Austrias, el itinerario comienza con el final de la dinastía de los Trastámara y pone de relieve a los Reyes Católicos. Destaca la actividad promotora de Felipe II con proyectos tan emblemáticos como El Escorial. La planta -2, dedicada a los Borbones, aborda temas como la música, las manufacturas y las reales fábricas o la construcción de los palacios reales. La planta -3 se concibe como un espacio expositivo dinámico, con El Cubo (proyecciones) y la sala de exposiciones temporales.
Estos espacios reúnen un conjunto muy heterogéneo de obras de arte. La titularidad de todo este acervo cultural pasó al Estado español durante la II República, cuya Constitución de 1931 fue la primera en incluir un artículo específicamente dedicado al patrimonio. La Constitución de 1978 refrendó la integración en el Estado.
PLANTA -1, DEDICADA A LOS
AUSTRIAS.
De los Trastámaras a la Casa de Austria.
La dinastía de los Trastámaras gobernaba en Castilla y Aragón y en 1479 se produjo la unión de ambas coronas, cuya heredera sería la reina Juana. Con su muerte, en 1555, llegó el final de la dinastía. Se había casado en 1496 con Felipe, archiduque de Austria, que introdujo la rama de los Habsburgo o Casa de Austria. En el año 1500 nació su hijo Carlos, el futuro emperador Carlos V. Este periodo marcó el tránsito desde el Medievo al Estado moderno.
Los Reyes
Católicos.
Juan de Flandes, Isabel la Católica, hacia 1500-1504, óleo sobre tabla.
El retrato muestra a la reina en los últimos años de su vida, reflejando el dolor por las sucesivas muertes de sus hijos y por salud mental de Juana. El pintor la representa de busto, vestida con saya de color pardo y camisa blanca con los leones rampantes y castillos de la Corona de Castilla. El velo que cubre su cabeza se enlaza sobre el pecho con uno de los joyeles más famosos de la reina, compuesto de la cruz de Jerusalén con la venera de Santiago.
Una nueva dinastía.
El fallecimiento de Isabel la Católica en 1504 supuso que Juana fuese proclamada reina de Castilla. Tras la prematura muerte de Felipe en 1506 fue reina y su padre regente, hasta 1516, año en que murió Fernando. Juana entonces heredó también Aragón, ostentando ambas coronas hasta su muerte en 1555, a pesar de no haber sido declarada apta para gobernar. De los seis hijos de su matrimonio, el segundo, Carlos, nacido en 1500, sucedió a su madre.
Carlos V
(1516-1556).
Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608), El emperador Carlos V, 1605, Óleo sobre lienzo, Depósito del Museo Nacional del Prado.
La imagen oficial de la representación de Carlos V tras su victoria de Mühlberg en 1547 fue hecha por Tiziano en Augsburgo. El éxito de ese retrato, hoy perdido, animó a la ejecución de numerosas copias, como ésta. Aparece con 47 años, armado, con calzas carmesíes bordadas y los símbolos de la realeza -bastón de mando, espada, morrión sobre el bufete-, y de su pertenencia a la Orden del Toisón de Oro -collar, vellocino-. Lleva la armadura de Mühlberg.
Pertenece a la serie adquirida por el rey Juan III de
Portugal y pasaría a España al casar Felipe II con María de Portugal. En el
centro aparece la esfera celeste, sostenida por Hércules. A su derecha Venus y
su compañera la Reflexión. En el lado opuesto, un rey con Mercurio y Minerva.
Sobre ellos, una figura masculina simboliza el Trabajo. La cenefa incorpora una
esfera armilar y una cartela con la inscripción en latín “Grande es la virtud,
aunque esté a merced de otro”.
Un nuevo mundo.
Bernardino de Sahagún (1499-1590), Historia general de
las cosas de la Nueva España.
Esta obra es el resultado de unas encuestas (Códices matritenses) realizados por el autor a lo largo de varios años. Incluye los Primeros memoriales, con texto bilingüe, en náhuatl y castellano. Constituye una enciclopedia sobre la religión, tradiciones, usos y costumbres de la cultura mexicana que sirvió para ayudar en la relación con la población autóctona.
Felipe II (1556-
1598).
Pompeo Leoni (hacia 1530/33-1608), Felipe II, 1568, mármol.
Pompeo finalizó esta escultura a la romana, en mármol
blanco, tomando como modelo la imagen broncínea del rey, obra de su padre Leone
Leoni (Museo del Prado). Se deterioró al situarla Felipe IV, en 1623 y por más
de tres siglos, a la intemperie en el jardín de Aranjuez.
El Escorial: arte y
pensamiento.
Iconografías de la
Contrarreforma.
Doménikos Theotokópoulus, El Greco (1541-1614), Adoración
del nombre de Jesús o Alegoría de la Santa Liga, hacia 1577-1579, óleo sobre
lienzo.
La Santa Liga, formada por España, Venecia y el Papado, en 1571 ganó la batalla de Lepanto contra los turcos. En el lienzo se identifica a Felipe II, vestido de negro, el dux Alvise Mocenigo y el papa Pío V, junto a sus grandes capitanes, como don Juan de Austria.
Felipe III
(1598-1621)
Bartolomé González, (hacia 1583-1627), Felipe III armado,
1621, óleo sobre lienzo.
El retrato sigue el esquema instaurado por Pantoja de la Cruz, con la pose y elementos compositivos propios del poder real. Lleva armadura, collar del Toisón de Oro, bastón de mando y espada, así como celada de plumas blancas y manoplas sobre el bufete.
Bartolomé González (hacia 1583-1627), Margarita de Austria, 1621, óleo sobre lienzo.
La reina fue un personaje fundamental para la historia del retrato español gracias a la representación de sus espléndidos trajes y joyas. Aparece con un traje “de tela rica de oro y plata el campo” y una diadema de perlas dispuestas como rayos solares, atuendo parecido al de sus esponsales. Sobre el pecho lleva el “joyel rico”, la alhaja por excelencia.
La primera edición de la primera parte es valiosa porque han quedado pocos ejemplares de la tirada inicial. Este relato, pionero del género novelesco y concebido desde una perspectiva irónica y para el entretenimiento, ha llegado a ser un clásico que suscita múltiples interpretaciones y lecturas. El personaje es un arquetipo universal.
Patronatos femeninos.
Aluden a fundaciones religiosas que protegieron las
mujeres de la familia real, que desarrollaron un mecenazgo artístico singular.
Algunas importantes fueron las Descalzas Reales (palacio, Juana de Portugal,
1559) y la Encarnación (Felipe III y Margarita de Austria, 1611.
Felipe IV
(1621-1665).
Taller de Pedro Pablo Rubens (1577-1640), Felipe IV con
traje de brocado, hacia 1632, óleo sobre lienzo.
Reproduce las imágenes que Rubens realizó durante su segunda estancia en España entre 1628 y 1629. De los originales, perdidos, partieron las distintas réplicas que mantienen el collar del Toisón de Oro y la golilla rígida.
Taller de Pedro Pablo Rubens (1577-1640), Isabel de Borbón con traje de brocado, hacia 1632, óleo sobre lienzo.
A juego con su marido, lleva un rico traje de brocado
en oro y aderezado con perlas, con las que hacen juego sus pendientes y el
largo collar de doble vuelta, del que pende una de las joyas más emblemáticas
de las reinas, compuesta del brillante el Estanque y la perla La Peregrina.
Lo que fue fortaleza musulmana en el siglo IX, alcázar cristiano y primera sede estable de la corte de los Austrias, presentaba esta imagen antes del incendio que en 1734 indujo a la construcción del Palacio Real Nuevo. Se aprecia frente a su fachada principal el edificio de la Real Armería que construyó Felipe II, hoy desaparecido.
Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610), Salomé con la cabeza del Bautista, hacia 1607, óleo sobre lienzo.
Obra de los últimos tiempos de su primera etapa
napolitana. Consigue una escena en la que aparecen confrontadas belleza y
brutalidad: contraste entre la fría indiferencia de Salomé y la mirada de
conmiseración del verdugo, entre juventud y vejez.
El triunfo de las artes.
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660), Caballo
blanco, 1634-1638, óleo sobre lienzo.
Este corpulento caballo se identifica con el que
aparece en el inventario que dejó el autor en su estudio de la Casa del Tesoro.
Se terminó a la espera de incluir un jinete sobre la silla o como modelo para
otros retratos ecuestres.
Carlos II
(1665-1700).
Juan Carreño de Miranda (1614-1685), Carlos II
adolescente, hacia 1675, óleo sobre lienzo.
Carreño estableció el prototipo para la imagen oficial del rey ante la escenografía del Salón de los Espejos del Alcázar de Madrid.
Juan Carreño de Miranda (1614-1685), Mariana de Austria con toca de viuda, hacia 1675, óleo sobre lienzo.
Mariana de Austria pretendía confirmar su papel de
gobernante y manifestar su vínculo con el joven rey. La imagen era poco
habitual en la retratística oficial para las reinas, pero sí acorde con las
tareas de gobierno, y se convirtió en el modelo como reina viuda.
Luca Giordano (1634-1705), El prendimiento de Cristo, hacia 1698, óleo sobre lienzo.
El artista proyectó varios episodios de la Pasión de
Cristo: la Oración en el huerto en la parte superior izquierda y, en el centro,
el Prendimiento. El tema se plantea con un juego de diagonales que recuerda a
Tintoretto. La intensidad dramática se subraya por el dinamismo de las figuras
y los efectos lumínicos de las antorchas y la luna.
Final de una dinastía.
Taller europeo, Carroza negra, hacia 1670-1680.
Perteneció a la reina Mariana de Austria. Es un tipo
de carruaje lujoso que Francia puso de moda. Sigue la tendencia a imitar el
ébano y su talla es propia del gusto barroco. Las novedades aportadas fueron la
caja totalmente cerrada y el giro en ángulo recto.
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