El valle del Silencio.
Los Montes de León y los Montes Aquilanos –de los que los
romanos se proveían de agua para su mina de Las Médulas-, con sus picos Teleno
y Aquiana respectivamente, dominan
la zona. Fueron montes sagrados desde época celta, de cuando quedan trazas de
cultos solares, de personificación de la montaña como divinidad solar
ancestral, regidora de los ciclos de principio y fin. Ejercieron gran
influencia al creer que permitían la comunicación del hombre con las fuerzas
que gobernaban los ciclos y procesos del Universo. De ello quedan algunos
vestigios arqueológicos: ídolo, inscripciones, petroglifos, círculo de piedra.
Desde Ponferrada sale la carretera LE-158 que se adentra,
al sur del Bierzo, entre los dos montes. Se toma un desvío a San Esteban de
Valdueza por una carreterita muy estrecha, por la que no pasan dos coches a la
par, sumergida en el bosque, con sensación de aislamiento. Se pasa por
Valdefrancos (restos de puente romano sobre el río Oza), San Clemente de
Valdueza, desvío a Montes de Valdueza (monasterio de San Pedro de Montes,
abandonado, comunidad monacal s. VIII) y se llega a Peñalba de Santiago.
Es un pueblo de gran belleza rural, muy característico,
perfectamente adaptado a la topografía de la zona y construido con los
materiales autóctonos (piedra, madera –roble, castaño- y pizarra), restaurado y
convertido, como otros, en un parque temático para el turismo una vez
desaparecidas las labores y usos tradicionales. Cuenta con casas rurales,
restaurante y bar. Las casas son de planta cuadrangular y presentan tejados
–enlosados- de pizarra, muros de piedra –caliza-, corredores de madera en
voladizo –a veces con acceso por escalera exterior, algunos cerrados-, parte
baja ocupada por cuadra, caballerizas, bodega, y el horno que sobresale en un
lado con forma redondeada. El monumento del pueblo es su iglesia, del año 937.
Todo parece quedar anclado en el tiempo y en el recuerdo de personajes que lo
habitaron.
San Fructuoso,
s. VII, estudió al lado del obispo de Palencia, Conancio, después marchó al
Bierzo e hizo vida cenobítica en Compludo.
Su fama atrajo a muchos, por lo que fundó un monasterio y redactó la primera
regla. Buscando la soledad se fue al valle del Oza y erigió con sus seguidores
el Monasterio de San Pedro de Montes. Fundó por toda España y fue nombrado
Arzobispo de Braga donde murió en 665. El arzobispo de Compostela, Gelmirez, en
el año 1102, sacó ocultamente su cuerpo y lo llevó a Santiago, enterrándolo en
la cripta de la catedral. Se conoce su vida por uno de sus discípulos, San Valerio, copista y escritor, otro
cenobita que vivió, también en el s. VII, retirado en el Bierzo, en el
monasterio de San Pedro de Montes.
San Genadio, monje
benedictino seguidor de los dos anteriores que realmente no fue santo, nació en
el Bierzo en los años 860-870. En el 895 restauró San Pedro de Montes, fue abad
en 898 e inició la construcción de un monasterio dedicado a Santiago, en
Peñalba, del que queda la iglesia. Sus buenas relaciones con la corte de
Alfonso III el Magno le llevaron a aceptar el obispado de Astorga durante unos
años a principios del s. X, pero en el 920 volvió al valle del Silencio hasta
su muerte en el 936, viviendo entre el monasterio y la cueva, a la que, según
tradición, se retiraba cada noche en busca de sosiego y paz espiritual.
Estuvo sepultado en el monasterio, pero a principios del
s. XVII se exhumaron sus restos sin autorización y quedaron divididos. Se le
reconoce como el primer santo relacionado con el ajedrez (Piezas de San Genadio, origen mozárabe, ss. IX-X). Las cuevas
adonde se retiró fueron objeto de veneración, recogiéndose la tierra del suelo
porque creían que curaba las calenturas intermitentes. De él se cuentan leyendas
como la del unicornio que se encontró en el bosque y siempre le acompañaba, o
la que explica el nombre del valle: estando en la cueva, meditando, el murmullo
del arroyo le perturbaba, así que con la oración logró cambiar el curso de las
aguas, quedando como arroyo del Silencio.
La fama de estos santos atrajo a tantos eremitas que a la
zona se la conoce como la Tebaida
berciana. Del mismo modo que, en el s. IV, Pablo de Tebas buscó retiro
espiritual en el desierto de La Tebaida, en Egipto, otros eremitas (en griego
significaba “hombres del desierto”) hicieron aquí lo mismo. El eje lo forma el
río Oza, que nace en Montes de Valdueza, en los Montes Aquilanos, y vierte sus
aguas al Sil, además de otros arroyuelos como el del Silencio.
Los templos más destacados eran la iglesia de Santiago de
Peñalba y el Monasterio de San Pedro de Montes, del que Enrique Gil y Carrasco,
en “El Señor de Bembibre”, dijo: “La
situación del monasterio, en medio de asperísimas sierras que ciñen el Bierzo
por el lado del mediodía, revela bien el terrible ascetismo de sus fundadores,
pues está montado sobre un precipicio que da al río Oza, y por todas partes le
cercan montes altísimos, riscos inaccesibles y oscuros bosques”.
La visita a la zona debe incluir necesariamente el paseo
hasta la cueva. Se sale de Peñalba
por la iglesia, hacia abajo, por camino señalizado. La bajada es fuerte y se
conjuga con la subida siguiente. Una hendidura de roca viva marca el comienzo
del Valle del Silencio, lugar recóndito mezcla de desbordante naturaleza y
misticismo. En un paredón calizo se abre la silenciosa cueva que contiene una
imagen del santo, libro de firmas, papeles con ruegos de visitantes, etc. Se
decía que incluso las gotas no hacían ruido al caer. Desde la entrada, se ve el
pueblo. El regreso incluye una variante más alta, haciendo la ruta circular,
para llegar al pueblo por el cementerio.
Volvemos a Peñalba, que se arremolina bien apretado en
torno a la iglesia. Es hora de reponer fuerzas. Nos atienden muy bien en el
Bar-Restaurante “Aromas del Oza”, a la entrada, regentado por Desiderio y
Marjolijn, que tienen una buena carta y bodega. Desiderio nos ha explicado
antes el camino a la cueva y ahora nos cuenta otros detalles. Son los sonidos
en el Valle del Silencio.
Precioso este reportaje!
ResponderEliminarBonito, bonito...
ResponderEliminarEstimado José Luis en hora buena por tu articulo en mi opinion muy bien documentado.Desiderio.
ResponderEliminarP.S. fotos preciosas