A
orillas del Henares.
3.HISTORIA (V, Siglo XVI).
SIGLO XVI
Influencia de Italia en el
siglo XVI, Renacimiento. Traducción de Vitruvio por Miguel de Urrea en Alcalá
en 1582. La figura más importante del renacimiento ornamentado es
Alonso de
Covarrubias que trabajó en Sigüenza, Guadalajara y Alcalá. En Sigüenza
diseñó la nueva Sacristía de la catedral, 1532-1560, y la capilla de las
Reliquias. Al mismo tiempo trabajaba en el Palacio Arzobispal de Alcalá, donde
las obras habían comenzado con el arzobispo Fonseca, 1524-1534, y se impulsaron
con el Cardenal Tavera, 1534-1545. La Casa de Arenillas, actual convento de
carmelitas descalzas de la Imagen, está relacionada con estas obras, su
escalera pertenece a la misma tipología que la del palacio y la del hospital de
Santa Cruz de Toledo y la portada se concibió con el mismo gusto decorativo.
La fachada del
Colegio Mayor
de San Ildefonso, Universidad de Alcalá, fue realizada entre 1537 y 1553,
con voluntad de representación frente a los intentos de los arzobispos Fonseca
y Tavera de conseguir su control y poniéndose bajo la tutela del emperador
Carlos, cuyas armas se sitúan entre Minerva y la Paz. El tracista que se ha
considerado tradicionalmente es Rodrigo Gil, pero pudo ser Luis de Vega,
maestro mayor de las obras. Antes de terminar la fachada se comenzó el Patio
Trilingüe, 1557-1570, construido por Pedro de la Cotera con un alzado sobrio.
El patio del antiguo monasterio
jerónimo de San Antonio de Portacoeli, a cuyo cargo estaba la
Universidad de Sigüenza, se construyó en esta línea desornamentada, 1550-1580,
y se aprovechó cuando la Universidad se trasladó a mediados del siglo XVII.
En Guadalajara resulta singular
la capilla funeraria de Luis Lucena, 1491-1552, un capricho manierista.
En una línea clasicista se efectuaron reformas en el Palacio del Infantado por
el V Duque, don Íñigo López de Mendoza, entre 1569 y 1590.
Las disposiciones del Concilio
de Trento, 1545-1563, hicieron que se adoptase una simplicidad estructural y un
escueto plasticismo, lo que se aprecia en conventos e iglesias de Alcalá y
Guadalajara. En Alcalá, el convento de
carmelitas descalzas del Corpus
Christi, 1614, fue diseñado por fray Alberto de la Madre de Dios, mientras
la fachada deriva de un prototipo de Francisco de Mora. Muy semejante es la
iglesia de las carmelitas de Guadalajara, 1625-1653.
Comunicaciones. Mapa, Repertorio de todos los
caminos de España en 1546, Juan Villuga. Madrid-Guadalajara, Tórtola, Miralrío,
Sigüenza, etc., a Zaragoza. En Baides desvío a la izquierda, por Atienza, San
Esteban (ya en Soria) a Burgos.
Economía. A finales de la Edad Media,
las campiñas de Alcalá de Henares y Guadalajara daban para enviar algunos
excedentes de grano a Madrid, pero no había combustible suficiente en sus
montes. El valle del Henares era lugar de paso entre Aragón y Castilla, con una
economía de paso como los ganados trashumantes desde Soria, a la que añadir la
feria ganadera de Alcalá con su apogeo en la Baja Edad Media. Las vías de
articulación fueron los alfoces medievales, la inclusión de la mayor parte en
la provincia de Toledo, la institucionalización de las rentas vinculadas a la
Universidad de Alcalá o a sus colegios y el conglomerado señorial de los
Mendoza en Guadalajara. En Alcalá había una atonía económica previa al siglo
XVI y siguió habiéndola por la involución en la articulación económica
provocada por la creación de la Universidad.
El vecindario de 1561
arroja una población para el Corredor de poco más de 15.000 habitantes,
habiendo crecido los núcleos grandes (Alcalá, Guadalajara, Meco, Torrejón,
etc.) desde finales del siglo XV. Pero en ese tiempo desaparecieron actividades
económicas como las ferias de Alcalá y se redujo el viñedo. Las campiñas del
Henares no disponían en el siglo XVI de recursos internos para el crecimiento
económico y la ganadería empezaba a contraerse. La aparición de Madrid como
capital supuso la creación de un área funcional de economía, casi al mismo
tiempo que la irradiación debida a la creación de la Universidad de Alcalá.
A pesar de la peste del siglo
XIII y las mortandades del XIV, la población se mantenía, habiendo pocos
despoblados y recuperándose la economía por un ciclo climatológico favorable,
la llegada de población morisca desde las Alpujarras, etc. Las 25 villas de
Alcalá pasaron a ser de realengo, aunque algunas volverían a ser de señorío al
ser vendidas por el rey (Daganzo). La pequeña propiedad, el campesino
propietario era la clase social preponderante, aunque el proceso derivó hacia
la concentración de la propiedad y creció el proletariado rural. Aunque vivían
155 hidalgos, la nobleza no tenía tierras ni poder. Al ser Alcalá cabeza
del alfoz, allí vivía el vicario, juez eclesiástico. El clero gozaba de poco
prestigio y Cisneros trató de elevar su nivel fundando la Universidad. En 1591
(censo de “los millones”) había en Alcalá 59 sacerdotes, 126 franciscanos, 331
frailes y 208 monjas, más otros 85 clérigos en el alfoz.
En 1530 hubo un recuento de
población para contabilizar los pecheros. Los datos son escasos porque
había lugares exentos por protección de sus señores jurisdiccionales (duque del
Infantado, duque de Coruña) o instituciones eclesiásticas (monasterio de
Sopetrán); además son poco fiables al ser su objetivo la fiscalidad, resultando
muy grandes las diferencias en los datos entre el padrón y la Contabilidad
General de Simancas.
La economía seguía basada en la
agricultura y la
ganadería, especialmente la mesteña, cuya
infraestructura pastoril eran las vías pecuarias o cañadas reales, siendo las
principales la Riojana y la Soriana Oriental. El paso del ganado provocó
enfrentamientos con los vecinos, obteniendo la Mesta ejecutorias contra Alcolea
y Jadraque en 1591. En las actividades extractivas sobresalen yacimientos de
plomo, hierro y cobre en puntos de Guadalajara y ya se había puesto en práctica
el principio de regalía (Partidas, Ordenamiento de Alcalá) que llevó a Juan II
en 1417 a propiciar la primera expedición investigadora en Bustarviejo, Hita y
Atienza. Consecuencia de las actividades económicas eran los movimientos de
mercancías, incluyendo los precios del transporte, en todo el reino: calzas de
estambre en Cogolludo, aceite, vino, miel, cereales, sal, etc. Los problemas de
la producción y comercialización propiciaron los orígenes del pensamiento
económico: Luis de Molina, que estudió en Alcalá, teorizó sobre la tasa del precio
del trigo como solución a su escasez y carestía.
En muchos momentos hubo
preocupación por la escasez y carestía del trigo. En Guadalajara debió haber
graneros antes de la fundación del
pósito, como se desprende de un
acuerdo del concejo en 1485 y en 1502 los Reyes Católicos autorizaron traer pan
de fuera, pero siguieron los conflictos y en 1546 se vio la necesidad de un
pósito. Cisneros inició la asistencia social en el Arzobispado en la segunda
decena del siglo XVI en Toledo, Alcalá y Torrelaguna. Se trataba de graneros en
los que se almacenaba el trigo que se utilizaba en periodos de escasez para
venderlo a precios razonables a las personas necesitadas.
Además de los pósitos, la
atención a la población llevó a la preocupación por la
sanidad. Sigüenza
contaba con médico y cirujano propios, aparte de otros tantos que estaban al
servicio del Cabildo catedralicio. El Colegio Universidad de San Antonio de
Portaceli contaba desde 1551 con Facultad de Medicina, aunque con una sola
cátedra. Desde 1197 Sigüenza contaba con un hospital bajo la advocación de
Nuestra Señora de la Estrella, que aún se mantenía en 1753. Otro era el de
Humanes de Mohernando. En la Encomienda de Mohernando (Humanes, Robledillo,
Cerezo, Razbona y Mohernando), los dos pueblos mayores, Mohernando y Humanes,
tenían hospital en 1508, aunque pequeños y mal dotados. En 1575 había en Cerezo
y Robledillo.
Hospital de San Mateo, Sigüenza.
La primera mitad del siglo XVI
vio cambios en la mentalidad social, convirtiéndose Guadalajara y Alcalá en
focos de irradiación de la modernidad, merced a la introducción de las ideas de
Erasmo y la traducción de sus obras, la difusión de la imprenta, etc. El
mercader García de Rueda introdujo la imprenta en Alcalá en 1502. Los escritos
de Erasmo llegaron en tiempos de Cisneros, que le invitó a venir, aunque
declinó la invitación. Eran defensores del erasmismo Luis Vives y Alfonso de
Valdés, y la Universidad de Alcalá le era favorable, al contrario de Salamanca.
La autonomía personal molestaba y la desconfianza alcanzó a fundadores como
Ignacio de Loyola, detenido y encarcelado en Alcalá. Hubo procesos
inquisitoriales en el valle. El tribunal de Cuenca juzgó 1507 casos en
Guadalajara y el de Toledo, 352 casos. En Alcalá se celebró un sínodo en
relación con el proceso abierto en Zaragoza contra el maestro Pedro de Osma,
amigo de Antonio de Nebrija, que tuvo que abjurar de sus errores.
A principios del siglo XVI
Castilla estaba en expansión demográfica y económica y crecía la importancia de
las ciudades. No obstante, había conflicto de intereses entre productores e
industriales, entre la
Mesta y los exportadores contra la industria
textil. El periodo 1516-27 constituyó el apogeo de la Mesta. El desarrollo de
la ganadería y la trashumancia provocó el retroceso del bosque de robles y
configuró las líneas esenciales del actual paisaje. La industria textil
atravesó una época de crisis. La burguesía era débil y las medidas contra
judíos y conversos la debilitaron más. La expulsión de los judíos y los
procesos inquisitoriales desorganizaron el comercio. Una localidad muy afectada
fue Sigüenza. Las ciudades tuvieron menor participación en la vida política y
las Cortes perdieron importancia. En Guadalajara, el duque del Infantado
designaba a los cargos municipales; en otros lugares, los reyes o los obispos,
aunque Alcalá conservó un pequeño margen de libertad en la elección.
Un hecho muy importante fue el
movimiento
comunero y Alcalá fue afectada, aunque no como cabeza de levantamiento ni
como núcleo de resistencia, apareciendo Guadalajara en posición dudosa. Carlos
I se había interesado por el estado de las fortalezas del Arzobispado de
Toledo: sólo podían mencionarse las dos de Alcalá, Aldovea, Santorcaz y Alcolea
de Torote, todas de baja calidad. Alcalá mostró sus simpatías comuneras y
estuvo contra el nuevo Arzobispo Guillermo de Croy que, sin embargo, defendió
los derechos complutenses contra la Bula de León X autorizando desmembrar el
territorio y apoyó a la Universidad en su pleito con el Cabildo por el legado
de Cisneros. La población estaba dividida, pero podía más la atracción comunera
del guerrero obispo Antonio Acuña, que estuvo en la ciudad en dos ocasiones.
El 25 de mayo de 1517 ya hubo
una reunión de nobles levantiscos y Cisneros no se atrevió a castigarlos. En
abril de 1520, Guadalajara votó el impuesto para las Cortes que se reunirían en
La Coruña. El 5 de junio una multitud rodeó el palacio del duque del Infantado
en Guadalajara exigiendo el castigo de los dos procuradores, acusados de
traición, cuyas casas fueron asaltadas. Los alborotos habían situado a una
serie de jefes populares como el carpintero Pedro de Coca, el albañil Diego de
Medina o el letrado Francisco de Medina, que arengó a la muchedumbre a la
puerta de la
iglesia de San Gil y consiguió que se proclamara jefe de la
Comunidad al hijo primogénito del duque del Infantado, el Conde de Saldaña.
Pero el Duque controló la situación, hizo decapitar a uno de los responsables
de la iniciativa y alejó a su hijo, que parecía comprometido. La aristocracia
dominaba la situación.
El 21 de agosto se produjo el
incendio de Medina del Campo y el 19 de septiembre la Santa Junta llegó a
Tordesillas, momento en que Alcalá se adhiere a la Comunidad. El 3 de diciembre
los comuneros atacaron Villalpando, pero los realistas ocuparon Tordesillas
apresando a trece diputados, entre ellos Esquivel, procurador de Guadalajara,
que ya no tendrá representantes en la Junta. El 29 de enero de 1521 se conoce
en Alcalá la muerte del cardenal de Croy, cuyo nombramiento fue una de las
causas de la insurrección. En febrero, el obispo Acuña se dirigió desde
Valladolid a Toledo, pasando por Torrelaguna, Talamanca y Alcalá. Puso cuidado
de no enemistarse con la aristocracia de la zona, el duque del Infantado y el
marqués de Villena. El duque esperó a la derrota de Villalar para intervenir en
Alcalá el 7 de mayo y restablecer la autoridad real. El decreto de amnistía de
1 de noviembre de 1522 registra la participación en el movimiento: Palencia
aportó el mayor contingente de proscritos, 34, por cuatro de Guadalajara.
En el aspecto religioso, el siglo XVI se caracteriza por
el misticismo. En 1565, Teresa de Cepeda, sembradora de conventos, pasó
por Alcalá de camino a Pastrana. El eremitismo necesitaba una región poco
poblada, como la Alcarria; en caso contrario los ensayos parecen destinados al
fracaso como el Stº Desierto de Sª María del Corpus Christi, inaugurado en 1599
en el centro mismo de Alcalá, y que duró 60 días. La ermita rupestre de la
Magdalena en Quer, en relación con el Carmelo Descalzo, será excavada por Fray
Diego de Jesús a comienzos del siglo XVII. No es complicado el paso desde el
misticismo a la superstición, como se puso de manifiesto en el caso del
príncipe Carlos, hijo de Felipe II, al caer en Alcalá de Henares. Los médicos
reales no pudieron hacer nada y lo salvó un morisco valenciano.
Las relaciones de poder no variaban y la
nobleza
seguía en la cima. La francesa Isabel de Valois, tercera esposa de
Felipe II,
entró en España por Roncesvalles, a principios de 1560, y por Pamplona y
Sigüenza llegó a Guadalajara el 28 de enero, aposentándose en el Palacio del
Infantado. Su abuelo, Francisco I, ya lo había conocido 40 años antes, al estar
preso tras la batalla de Pavía. El 31 de enero se celebró la boda por el
cardenal Mendoza y, tras dos días de fiesta, salieron hacia Madrid y Toledo.
Fuera de España también era relevante el papel de la nobleza, como en los
virreinatos de América. Hay una decena de virreyes que ejercieron doce
mandatos, toda vez que dos de ellos, Antonio de Mendoza en el siglo XVI y Juan
de Mendoza y Luna, ya en el siglo XVII, gobernaron en los dos virreinatos.
Siete eran de origen alcarreño, a los que se añaden uno de México, D. Juan
Francisco de Leyva y de la Cerda, conde de Baños, alcalaíno, y otro de Perú, D.
Melchor de Liñán y Cisneros, de Torrelaguna. Fue primer virrey de la Nueva
España D. Antonio de Mendoza, 1535-1550. D. Lorenzo Suárez de Mendoza, conde de
Coruña, 1580-83, vivió en Guadalajara en la plaza de san Nicolás.
La relación de poder se manifestaba claramente en las
ciudades, con la provisión de cargos y puestos de importancia como en las
Ordenanzas de 1559 en
Alcalá. También tenía que ver con la creación de
una mentalidad favorable a través de acontecimientos festivos como entrada de
cardenales (Cisneros en 1510, Silíceo en 1546), exequias (Carlos V en 1558),
recibimiento de reyes (Felipe II e Isabel de Valois en 1560), llegada de
reliquias (Santos Justo y Pastor, 1568).
Uno de los hechos más importantes fue la creación de la
Universidad
de Alcalá, por bula del 13 de abril de 1499, que brilló especialmente en el
siglo XVI. Las Constituciones fundacionales son del 1510, curso inaugural, en
1517 se terminó de imprimir la Biblia Políglota Complutense y en 1519 se
consiguió el título de Magistral para la Colegiata de San Justo. En la elección
de prelados hubo un predominio de nobles. Los colegios mayores se vieron
invadidos por la nobleza media e inferior, que mostraba menos entusiasmo por la
profesión guerrera, y buscaba corregimientos, cátedras, etc. Finalmente,
dominaría la Universidad, con subversión de la finalidad que le había asignado
Cisneros. La entronización de Carlos I supuso un expolio de los fondos de
Alcalá y la Universidad. El ambiente cultural se revitalizó con el arzobispo
Alonso de Fonseca, 1524-34, que encargó la reforma del palacio arzobispal a
Alonso de Covarrubias y defendió el erasmismo de la Universidad. Durante su
mandato llegó a Alcalá Ignacio de Loyola, a quien la Inquisición abrió varios
procesos. El siguiente arzobispo, Juan Tavera, 1534-45, levantó la fachada de
la Universidad por mano de Rodrigo Gil de Hontañón. En 1547 fue bautizado
Miguel de Cervantes. Con Felipe II acaba el periodo en que los reyes
protegieron a la Universidad, llegando a ser su poder mayor que el del Concejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario