lunes, 2 de agosto de 2021

 Georgia O´Keeffe.

El Museo Thyssen-Bornemisza -con la colaboración del Centre Pompidou, la Fondation Beyeler y el Georgia O´Keeffe Museum de Santa Fe, Nuevo México- organiza esta exposición sobre el universo pictórico de esta artista estadounidense, considerada una de las máximas representantes del arte norteamericano del siglo XX.

Alfred Stieglitz, Georgia O´Keeffe, 1920-22

A través de una selección de 90 obras, la exposición recorre por completo la trayectoria artística de O´Keeffe (1887-1986), desde las obras de la década de 1910 con las que se convirtió en pionera de la abstracción, pasando por sus famosas flores o sus vistas de Nueva York, que la encumbraron como una de las principales figuras de la modernidad de su país, hasta las pinturas de Nuevo México, fruto de su fascinación con el paisaje y la mezcla de culturas de este remoto territorio.


CAROLINA DEL SUR Y TEXAS: OBRA TEMPRANA.

En 1915, mientras trabajaba como profesora de arte en Carolina del Sur y Texas, inició su propio camino con unas obras abstractas en las que evocaba el ritmo de la naturaleza. Un año después deslumbró a la élite cultural de Nueva York.

Blue II, 1916

Series I nº 3, 1918

En Texas especialmente sintió una fuerte conexión con el entorno que se reflejó en sus acuarelas, de intenso colorido, que muestran su predilección por los horizontes infinitos. De esa época son unos desnudos femeninos, con tonos que parecen dialogar con sus paisajes.

Nude Series IX, 1917

NUEVA YORK: ABSTRACCIONES.

En 1918 se instaló en Nueva York para dedicarse por completo a la pintura. Sus composiciones orgánicas la convirtieron en pionera de la abstracción. Quiso crear un equivalente visual a la música y reflexionó sobre la intensa experiencia en el paisaje texano. También pintó sus primeras abstracciones florales. Sus obras se expusieron en Manhattan a comienzos de la década de 1920, provocando lecturas psicoanalíticas por parte de algunos críticos y debates sobre la importancia del género de la artista en relación con su trabajo.

Evening Star nº 6, 1917

Series I. From de Plains, 1917

Series I nº 8, 1919

NUEVA YORK / LAKE GEORGE

Desde finales de la década de 1910, O´Keeffe dividió su tiempo entre la ciudad y el campo. Su pintura reflejó el contraste entre los inviernos y primaveras en Manhattan y los veranos y otoños en Lake George. Pintó la gran ciudad como el tema moderno por antonomasia y, en paralelo, retrató esa otra América rural. Motivos concretos, como los graneros, le recordaban su infancia en una granja de Wisconsin.

New York Street with Moon, 1925

Ritz Tower, 1928

Untitled (City Night), década de 1970

East River from de Shelton Hotel, 1928

The Shelton with Sunspots, N.Y., 1926

FLORES Y MUNDO NATURAL.

El de las flores fue un tema recurrente en su obra. Amapolas, lirios o narcisos comparten espacio con otros objetos naturales como hojas y conchas, que la artista recolectaba en sus paseos. Su interés se centraba en unos casos en abstraerse progresivamente de la forma natural y, en otros, en un enfoque nítido y un encuadre como una ampliación fotográfica. Con estas atrevidas composiciones, con las que pretendía que los ajetreados ciudadanos modernos se parasen a mirar los pequeños detalles, se convirtió en una de las artistas más aclamadas.

Oriental Poppies, 1927

The White Calico Flower, 1931

Autumn Leaves - Lake Georges, N.Y., 1924

White Iris, 1930

Yellow Jonquils nº 3, 1936

Jimson Weed / White Flower nº 1, 1932

White Birch, 1925

                                           Ansel Adams, Georgia O´Keeffe en Yosemite, 1938

PRIMERAS VISITAS A NUEVO MÉXICO.

En el verano de 1929 viajó por primera vez, una experiencia que cambiaría su vida para siempre. El majestuoso paisaje, la fuerte presencia de la cultura nativa y el pasado como territorio hispano inspiraron un nuevo giro en su arte. También lo hicieron los huesos de animales muertos que encontraba en sus largos paseos.

Black Mesa Landscape, New Mexico / Out Back of  Marie´s II, 1930

The Mountain, New Mexico, 1931

Taos Pueblo, 1929-34

Bear Lake, New Mexico, 1930

EXPLORANDO NUEVO MÉXICO.

Los veranos de las décadas de 1930 y 1940 los pasó en Nuevo México. Recorrió la espectacular orografía de la zona y, de sus exploraciones, destacó dos lugares que bautizó con los nombres de White Place y Black Place. Los huesos de animales aparecen de nuevo en una serie de pinturas en las que las pelvis son las protagonistas. A pesar del carácter metafísico de muchos de estos paisajes, O´Keeffe negó que tuvieran relación con el surrealismo.

Black Place I, 1944

Waterfall I, 1952

Grey Hills, 1941

My Front Yard, Summer, 1941

Dead Cottonwood Tree, 1943

VIAJES POR EL MUNDO.

En 1945 O´Keeffe adquirió una hacienda en ruinas en el pequeño pueblo de Abiquiú y cuatro años después se trasladó a Nuevo México definitivamente. Su nueva casa, en especial una de las puertas del patio, aparece en muchas de sus obras. Desde comienzos de la década de 1950, alternó su vida rural con una serie de viajes internacionales; las numerosas horas de vuelo le hicieron cambiar de nuevo de perspectiva. Asombrada por la belleza del mundo visto desde las alturas, realizó unas obras que entroncan con su obra abstracta temprana.

Patio With Cloud, 1956

My Last Door, 1952-54

Black Door With Reed, 1954

Road to the Ranch, 1964

Drawing IX, 1959

It Was Yellow and Pink II, 1959

Green, Yellow and Orange, 1960


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