Annual
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Manuel Fortuny La batalla de Tetuán 1862-64 |
España está inmersa en una grave crisis diplomática con
Marruecos, una más. Como dos buenos vecinos, llevamos toda la vida peleándonos.
Los dos países han tenido una influencia recíproca, pero la marroquí en España
ha sido mayor que a la inversa. Basta pensar, remontándonos en el tiempo, lo
que supuso para la Reconquista la llegada de los almorávides en el s. XI, de
los almohades en el XII y de los benimerines en el XIII. Más recientemente hay
que recordar la guerra promovida por Leopoldo O´Donnell, 1859-60, y las
sucesivas crisis en Melilla desde 1890, que llevaron al entendimiento con
Francia en 1902, a la Conferencia de Algeciras en 1906 y al Protectorado en
1912 -Tratado de Fez-, sin que desaparecieran los ataques.


En esta crisis diplomática ha coincidido el centenario de
un hecho terrible, que no ha querido ser recordado. El Ejército español sufrió
una de las mayores derrotas de su historia en una población perdida en la
región marroquí del Rif, Annual, en la que murieron más de 13.000 soldados. El
desastre marcó el rumbo de las dos siguientes décadas trágicas en España, pero
parece que ha caído en el olvido. Sirvió de escuela para la guerra civil de
1936, una guerra de columnas con flancos descubiertos, en contraposición a la
Primera Guerra Mundial, lucha de trincheras. El Ejército del 36, los dos
bandos, estaba formado en África.
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Llanura de Annual desde el desfiladero de Izumar |

¿Qué hacía España en el Rif, en territorios que
pertenecían al sultán de Fez, en una zona tan pobre en la que ni siguiera
surgió una élite que pudiera vivir de los recursos de los demás y construyera
castillos o palacios, en esta guerra no declarada entre 1907 y 1927?
Controlando la zona que se le había asignado se defendían los intereses del
conde de Romanones, uno de los principales accionistas de las minas del Rif, y
valido del rey. Los políticos de un sistema languideciente no establecieron
unos criterios políticos y militares sobre la estrategia a seguir. No se
atrevieron a renunciar a la empresa, pero no asumieron su coste. Y el Ejército
tampoco estuvo a la altura. Las tropas eran soldados reclutados a la fuerza,
poco entrenados, mal armados, equipados y alimentados, más las tropas indígenas
procedentes de las cabilas pacificadas. Las levas afectaban a las clases
trabajadoras, porque pagando 2.000 pesetas se evitaba el servicio; también lo
eludían los universitarios, “voluntarios por un año”, en lugar de tres, y con
elección de destino, fórmula usada por José Antonio Primo de Rivera.
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Trabajos de fortificación en un blocao |
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Sidi Driss |
Había habido otras sublevaciones anteriormente, El
Mizzian en 1912 y Ahmad al-Raisuni hasta 1919. En 1920 se nombró al general
Manuel Fernández Silvestre para el mando de Melilla y en 1921 el conservador
Manuel Allendesalazar fue nombrado Presidente del Gobierno, tras el asesinato
de Eduardo Dato. Silvestre avanzó imprudentemente, buscando la gloria personal
y rebasando los límites lógicos hasta llegar a Annual, sin ponderar las
limitaciones de sus efectivos ni los recursos reales del enemigo, dejando una
serie de posiciones defensivas aisladas, los blocaos. Los rifeños tenían rifles
de importación españoles -vendidos de contrabando por Juan March, que años
después financiaría el Alzamiento Nacional- y, sobre todo, franceses de última
generación.



La derrota de este ejército deficientemente dispuesto
para el combate, tanto en el aspecto táctico como psicológico, se debió a los
errores y corrupción de los mandos, y la crueldad de los rifeños con los
españoles fue pareja a la usada por los españoles (abusos, asesinatos,
violaciones, bombardeos con armas químicas) y por las tropas marroquíes del
ejército español contra sus propios compatriotas.



El rápido avance de Silvestre fue engañoso, el primer
aviso le llegó el 1 de junio en Abarrán y el segundo en Igueriben, el día 7.
Los pocos supervivientes marcharon a Annual. Se sucedieron los ataques y entre
el 22 de julio y el 9 de agosto de 1921, en medio de un sol brutal, se produjo
la desbandada del ejército español en dirección a Melilla. Muchos murieron de
sed en los blocaos o tiroteados al huir. Silvestre optó por la retirada de Annual,
que se convirtió en un caos, y murió sin que pudiera recuperarse su cadáver.
Los blocaos fueron cayendo en la desbandada y los heridos y enfermos fueron
abandonados. El general Navarro dirigió la columna que quedaba, unos 3.000
hombres, a Dar Drius y hacia Monte Arruit.
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Carga del Regimiento de Caballería Alcántara Augusto Ferrer-Dalmau |
En el paso del río Igán se dio una de las actuaciones
heroicas más sonadas. En medio del caos, la Unidad de Caballería de Cazadores
Alcántara nº 14, dirigida por el teniente coronel Fernando Primo de Rivera,
hermano de Miguel, se sacrificó, pereciendo la mayoría, para que muchos
soldados pudieran continuar. Navarro llegó a Monte Arruit con 900 soldados y
unió a los soldados de las guarniciones cercanas, unos 3.000 en total.
Escaseaba la comida, el agua -la aviación les arrojaba barras de hielo- y la
munición, y las guarniciones inmediatas de Nador y Zeluán se rindieron, por lo
que la línea de comunicación y suministros quedó cortada. El Alto Comisario,
general Berenguer, autorizó la rendición el 9 de agosto para evitar un segundo
Annual. Se pactó, pero los rifeños no la respetaron y, al entregar las armas,
fueron asesinados y los cadáveres quedaron insepultos.
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El ferrocarril de Tistuti a Dar Drius a su paso por el río Igán |
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Desembarco de tropas de África en Málaga
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Quedaron al descubierto los males del país: unos
políticos que no atendieron las aspiraciones coloniales, un ejército corrupto y
mal instruido y armado, y un monarca que apoyó a Silvestre como su favorito. Nunca
se depuraron responsabilidades a pesar de los intentos de diputados como el
socialista Indalecio Prieto. La dignidad del Ejército afloró en la figura del
general Juan Picasso, tío del pintor, al que se le encomendó una investigación,
el famoso Expediente Picasso, que presentó en el Congreso nueve meses después y
que levantó ampollas en el Ejército. Los testimonios apuntaban al rey como uno
de los principales responsables. El general Miguel Primo de Rivera, hermano del
héroe de Alcántara, lo salvó con su golpe de Estado. Después llegaría la
República y el exilio del rey, pero el norte de Marruecos no fue olvidado. Unos
100.000 marroquíes fueron reclutados por Franco para combatir en la Guerra
Civil, la mayoría rifeños.

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El Alto Comisario, general Dámaso Berenguer, visita Monte Arruit tras ser reconquistado. |
LIBROS sobre el tema. Manuel Leguineche, “Annual 1921. El desastre de España en
el Rif, Alfaguara, 1996: “la peor guerra, en el peor momento, en el peor sitio
del mundo … Una batalla que nadie quiso oír durante 76 años”. Juan Pando, “Historia secreta de Annual, Temas de Hoy,
1999: “Nunca, hasta entonces, había perdido la España contemporánea un ejército
al completo. En bloque y de la forma espantosa -asesinado, en su mayoría, luego
de capitular en sus posiciones-“. Otros autores que trataron el tema fueron Arturo Barea
(La forja de un rebelde), Ramón J. Sender (Imán), Lorenzo Silva (El nombre de
los nuestros). Entre las investigaciones históricas figuran Abrazo mortal de
Sebastian Balfour y la biografía Abd-el-Krim el Jatabi, de María Rosa de
Madariaga. La perspectiva de los rifeños se ve en la obra póstuma de Jorge M.
Reverte, El vuelo de los buitres, Galaxia Gutenberg.
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Abd el-Krim entrevistado por un periodista español en 1922 |
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Soldados españoles y habitantes del norte de Marruecos, años 20
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De todo el desastre únicamente queda un pequeño monumento
con la cara de Abd el-Krim pintada y una placa con la inscripción, en árabe
“Proteged vuestra historia”. Pero la historia del Rif no está protegida, no le
interesa a Marruecos, porque Abd el-Krim unió a las tribus y derrotó al
Ejército español, pero creó una república independiente entre 1921 y 1926. Por
eso no hay museo, ni su figura consta en los manuales de la enseñanza más allá
de algún párrafo. El estado marroquí teme que se empiece a hablar de Abd
el-Krim queriendo hablar de autonomía o independencia. Hoy las tribus no tienen
el peso que tenían en la cultura rifeña, pero aún se distingue cada una por su
acento. La figura de Abd el-Krim no fue olvidada y se recordó en las
manifestaciones de 2016, que terminaron en dura represión.
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Las minas de Uixán |
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Monte Arruit en la actualidad |
Las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla con Marruecos
se cerraron en marzo-2020 a causa de la pandemia. La tensión entre los dos
países vino por no modificar España su posición sobre el Sahara Occidental y
por acoger al líder del Frente Polisario en un hospital. Este centenario podría
haber servido para crear una dinámica de conciliación entre los dos pueblos. El
tiempo ha pasado y la vida en el Rif no ha mejorado. La riqueza de las minas
desapareció y los descendientes de los soldados de Abd el-Krim viven de la
agricultura y de las remesas que llegan de los emigrantes en Europa. La huella
española va desapareciendo, casi nadie habla español, pero los jóvenes sueñan
con llegar a España.
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Hito que recuerda a Abd el-Krim en Annual. |
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