Faros (I).
Este tiempo veraniego, en el que tantas personas se
acercan a la costa, es un buen momento para fijarse en estas vigilantes
estructuras, tan visuales y fascinantes, seres vivos que crean paisaje, que
soportan la cercanía de los embates de las olas para que los navegantes no
pierdan el rumbo. El origen de la palabra está en el término griego pharos, que
se refería a la torre de señales de la isla de Faro, en Alejandría, Egipto, una
de las Siete Maravillas del Mundo. En la actualidad, los sistemas de navegación
por satélite le han quitado importancia, pero siguen siendo de utilidad puesto
que no sólo emiten luz, sino que por los intervalos y los colores de los haces
de luz un barco puede identificar el punto de la costa donde se encuentra. El
acceso a la mayoría de ellos conlleva un paseo agradable hasta alcanzar
inmejorables vistas.

Fenicios y cartagineses encendían hogueras en lo alto de
las torres de vigía. Los romanos construían altas torres en la entrada de los
puertos, a imitación del célebre faro de Alejandría, erigido por Ptolomeo II.
La torre de Hércules de La Coruña conserva la forma cuadrada original a pesar
de su reforma del s. XVIII. Para la introducción de modificaciones
significativas hubo que esperar hasta finales del s. XVIII cuando aparecieron
las lámparas y los reflectores parabólicos. En el siglo XIX se inventaron las
lentes escalonadas y variaron las fuentes de alimentación dentro de planes
nacionales para armonizar el sistema. El siglo XX vio la electrificación y, al
final, la automatización que supuso la desaparición de los fareros.

El faro de Alejandría, recreado en la película Ágora
(2009, Alejandro Amenábar), fue construido -quizá por Sóstrato- durante la
dinastía ptolemaica, en el reinado de Ptolomeo II, 280-247 a.C., con una altura
de unos 100 m. y una base de 30 x 30. En la cúspide tenía un espejo para
reflejar la luz diurna y se encendía una hoguera nocturna. Quedó en ruinas tras
los terremotos del s. X y del s. XIV, siendo la tercera maravilla del mundo
antiguo más longeva, tras el Mausoleo de Halicarnaso y la Gran Pirámide de
Guiza. A finales del s. XX se descubrieron algunos restos en el fondo marino.
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El faro en dos monedas acuñadas en la época de Antonino Pío y Cómodo |
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El faro en la bandera de Alejandría |
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Dibujo del arqueólogo Hermann Thiersch, 1909
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El faro en funcionamiento más antiguo del mundo es la
Torre de Hércules (Farum Brigantium), situado en La Coruña (Parque Escultórico
de la Torre de Hércules). Tiene una altura de 55 m (36 de la construcción
romana y 19 de la restauración del s. XVIII), el tercer faro en altura de
España (Chipiona-62 m., Maspalomas-60 m), data del siglo I y es Patrimonio de
la Humanidad desde 2009. Está situado a una altura de 106 m sobre el nivel del
mar y sus destellos (grupo de cuatro cada 20 segundos) alcanzan 24 millas. El
ascenso consta de 234 escalones.
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La Torre junto a la estatua de Breogán, padre racial del pueblo galaico |
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A la izquierda, sección supuesta en el momento de la construcción. A la derecha, sección actual. |
Su origen está envuelto en leyendas relacionadas con
Hércules, que llegó a estas costas llamado por los súbditos del gigante Gerión,
rey de Brigantium, que les obligaba a entregarle la mitad de sus bienes,
incluyendo sus hijos. Hércules retó a Gerión, lo derrotó y enterró su cabeza
bajo un túmulo que coronó con una gran antorcha, fundando una ciudad en las
cercanías. También se identifica el lugar con la Torre de Breogán, mitológica,
que aparece en el ciclo irlandés. Quizá Brigantium derive de Breogán, lo que
mantendría la tradición romana de identificar a sus propios dioses o héroes con
los autóctonos.
El origen real de la torre es desconocido. Los romanos la
reedificaron en el s. I, entre los reinados de Nerón y Vespasiano, siendo Cayo
Sevio Lupo el arquitecto. En la Edad Media se convirtió en fortificación y
quizá perdió su uso marítimo. Se restauró en el s. XVII y especialmente en el
s. XVIII.
El segundo faro más antiguo del mundo es La Linterna de
Génova (Italia). Construido en 1543, es símbolo de la ciudad, con gran
tradición de navegantes. Su altura sobre el nivel del mar es de 107 m, 30 de
promontorio y 77 de la torre. Se dice que un tío de Cristóbal Colón, Antonio
Colombo, fue uno de los guardas. Se electrificó en 1913.
El tercer faro más antiguo del mundo es el de Porto Pi,
en Palma de Mallorca. Parece que comenzó a funcionar a comienzos del siglo XIV,
aunque en su emplazamiento actual se encuentra desde 1617, cuando fue
trasladado al construirse el fuerte de San Carlos, para que no obstaculizara
los disparos de la artillería. Se electrificó en 1918. En su interior puede
visitarse una colección de material de alumbrado marítimo: ópticas, aparejos,
fotografías, archivos, planos, etc.
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