martes, 6 de abril de 2021

Paisajes de luz.


Esta exposición de la Fundación Telefónica, la primera de la artista Joanike Lemercier en España, es un recorrido por siete instalaciones audiovisuales que constituyen un universo creativo que combina el dominio de la programación digital con una visión poética y profunda de la naturaleza.


El espectador se sumerge en un recorrido por distintos paisajes que le transportan desde la contemplación de líneas abstractas muy depuradas y la fascinación provocada por majestuosas montañas generadas por ordenador a la realidad inquietante de la sobreexplotación de la naturaleza.


Con la reflexión sobre la representación del medio natural a través de la tecnología se aborda la importancia de la naturaleza en la trayectoria vital y artística de la autora, pionera en el uso artístico del videomapping y cofundadora del colectivo AntiVJ, en 2008.

Su obra se centra en la creación de piezas que utilizan la luz proyectada para generar experiencias que alteran nuestra percepción visual. El uso de la programación informática y la manipulación de aparatos consigue convertir los proyectores en una fuente de luz capaz de hacernos cuestionar la concepción de la realidad al transformar la apariencia de las cosas.


Las dos partes de la muestra descubren el contraste entre la fascinación generada por los entornos “fabricados” digitalmente de la primera, con la realidad de las cicatrices de la naturaleza, causadas por la sobreexplotación humana, en la segunda. Paisajes generados por algoritmos, evocadores de volcanes y geografías imaginarias nacidas de la colaboración entre el ser humano y la máquina, que resultan fascinantes instalaciones inmersivas, contrastan con la sobrecogedora imagen de destrucción de una de las minas de carbón más grandes y contaminantes de Europa. Las imágenes captadas con dron nos hacen abandonar la ficción para enfrentarnos a la urgencia de salvaguardar nuestro entorno.



Los elementos claves de su vocabulario visual, basado en geometrías simples y líneas, son presentados en tres instalaciones de nueva creación, Edges, la deforestación de uno de los bosques más antiguos de Europa en The Hambach forest and the Technological Sublime, y, finalmente, Desirable Futures, espacio de meditación y contemplación donde se nos invita a reflexionar sobre el presente y a imaginar posibles futuros.




En las otras cuatro instalaciones encontramos las obras Eyjafjallajökuill (inspirada en el famoso volcán islandés que causó enormes estragos en el tráfico aéreo del norte y oeste de Europa en la primavera de 2010) y Fuji (compuesta por un paisaje a gran escala dibujado a mano, que representa el monte Fuji aumentado por una capa de luz proyectada).




Además, también pueden verse Montagne, Cent quatorze mille pollygones (pieza que representa un gran valle rodeado de montañas, pero donde lo que realmente se aprecia es sólo una retícula distorsionada por un algoritmo) y Paysages possibles (un plótter que actúa como extensión de la mano del artista y que dibuja, cada vez, un particular universo de montañas).






No hay comentarios:

Publicar un comentario