PETRA.
En Alcalá de Henares estamos confinados, no podemos salir, y esta situación acrecienta los deseos de viajar. La pandemia ha ido reduciendo progresivamente la amplitud de la mirada, pero, aunque sea de manera virtual, hay que levantar la cabeza y extender la panorámica visual más lejos. Por esto vamos a hacer un imaginario viaje y un artículo de Edmundo Fayanas Escuer en Diario Público nos da la idea del lugar: nos vamos a Petra, en Jordania.
Petra (Raqmu), situada entre las penínsulas del Sinaí y Arábiga, era una ciudad comercial, rica, ubicada en el cruce de importantes rutas comerciales como la ruta del incienso. Era la capital de los nabateos, tribu nómada beduina que recorría el desierto de Arabia con sus rebaños en busca de pastos y agua. Quizá provenían de Mesopotamia y emigraron al oeste entre los siglos VI y IV a.C. Existen inscripciones, graffitis y monedas acuñadas.
La época de mayor esplendor es entre los siglos IV a.C.-I d.C. Tras la conquista de Alejandro Magno hubo un proceso de helenización, visible en los elementos constructivos. A su muerte, 323 a.C., uno de sus generales, Antígono, conquistó el Levante y llegó al norte de Petra. Su objetivo eran las riquezas del comercio de las caravanas que transportaban incienso y mirra, desde Yemen hasta Gaza, para su envío a los mercados europeos.
Máximo esplendor con el rey Aretas IV, 9 a.C.-40 d.C. Enemistad con Herodes Antipas. A principios del siglo II, reinado del emperador romano Trajano, murió el último rey nabateo, Rabel II Soter. Trajano instauró una nueva provincia romana, Arabia Petrea, y trasladó la capital de Petra a Bosra, con lo que Petra perdió el interés para las rutas comerciales, lo que significó su abandono parcial. Identificación de los nabateos con los árabes.
Tras Bosra el control comercial pasó a Palmira. Quizá los comerciantes seguían siendo los mismos nabateos, de forma que el levantamiento de la reina Zenobia contra el Imperio romano es visto como el último intento de resurgir del pueblo Nabateo.
PETRA.
En las dos riberas del río Uadi Musd, un valle encajonado entre altas rocas. Era ciudad almacén de productos trasladados en largas caravanas. Panteón: Dushara, dios de la fertilidad, Manatu, diosa de la muerte, y sobre todo, Allat, hija de Allah, al que Mahoma convertirá en el único dios islámico.
PALMIRA.
Fue capital del reino nabateo bajo el efímero reinado de la reina Zenobia, 266-272. El intento de independencia se pagó duramente.
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