lunes, 21 de diciembre de 2020

 

Esta exposición se enmarca en el 30 aniversario del Museo Reina Sofía, y quiere mostrar la enorme influencia artística de Mondrian, considerado junto a Picasso la gran figura de referencia de la Modernidad. La exposición se intentó en otras ocasiones anteriormente y ahora, a pesar de las dificultades, ha podido realizarse. El Kunstmuseum Den Haag es el prestador más importante, aunque también hay obras procedentes de otros museos y de colecciones particulares.

 







La neutralidad de los Países Bajos durante la I Guerra Mundial permitió que en octubre de 1917 un grupo de jóvenes artistas holandeses creara una revista, De Stijl, que promocionaba un estilo artístico novedoso e innovador, completamente nuevo, un arte abstracto basado estrictamente en las relaciones entre formas rectangulares, planos de color y líneas rectas. Este estilo era capaz de derribar las fronteras entre disciplinas, relacionándolas de una manera interdisciplinar y artistas de todo el mundo adoptaron este enfoque desarrollando un trabajo conjunto y comunicándose entre sí.

 








Piet Mondrian, que dirigió el grupo, había comenzado pintando paisajes holandeses a finales del siglo XIX.  A principios del siglo XX cambió de pensamiento, concluyendo que la belleza -el objetivo último de todo pintor- no reside en el sujeto o en la función representacional de una pintura, sino en el modo en que las formas y los colores producen una plasticidad pictórica capaz de apelar directamente al ojo del espectador.

 






Tras un tiempo en que Mondrian asumió que la belleza estaba  dentro del cuadro, con lo que hizo incursiones en el terreno de la teosofía, cambió nuevamente de pensamiento para llegar a la conclusión de que la belleza reside en la superficie, en la estructura y la composición del color y las líneas, por lo que, en 1918, dio vida a una nueva forma de arte abstracto. La plasticidad de este nuevo estilo demostraba que la pintura podía liberarse de influencias y ataduras como el marco, e incluso determinar su propio entorno. Esta nueva forma de arte abstracto geométrico redefinió las artes visuales del siglo XX y configuró la modernidad.

 




La muestra se ha configurado con obras de Mondrian y de algunos de sus compañeros de movimiento. Mondrian pensaba que las obras que elegía para las exposiciones señalaban sus intenciones y su posicionamiento en relación con el trabajo de sus colegas, por lo que revisaba continuamente sus propias teorías y principios, creando un arte cada vez más libre, dinámico y vivo.

 




Estas creaciones y preocupaciones trazaron nuevas perspectivas a la producción artística. Son nuevos conceptos vanguardistas que imprimieron un rumbo totalmente distinto y único en el futuro del arte contemporáneo.

 



Las primeras salas muestran al Mondrian en su etapa joven, donde exhibe su gran dominio de la pintura mostrando la influencia recibida de referentes holandeses como Frans Hals o Van Gogh. Después comenzó a rechazar el impresionismo y a simplificar el lenguaje pictórico para terminar creando elementos básicos, creando el movimiento llamado neoplasticismo y dando vida a las líneas geométricas de sus pinturas a base de tres colores: rojo, azul y amarillo. 




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