Pueblos medievales.
La huella del Medievo está presente en multitud de pueblos
que salpican la geografía europea, dominando todos los rincones y dotándolos de
una belleza especial. Esta pervivencia de lo medieval hace que nos traslade a
otra época en la que parecen anclados. Su visita siempre es apasionante por lo
atractivo de su estética en la que el protagonismo lo representan los lienzos
defensivos, las callejas angostas, las casas de piedra, las bonitas iglesias y
los imponentes castillos señoriales que guardan muchas historias y mucha
Historia.
Diario Público nos presenta una ruta por algunos de los más
famosos.
1.SAN GIMIGNANO. Italia.
Estamos en la famosa región de la Toscana, de extensas y
verdes praderas y ondulantes colinas, donde la impronta medieval se percibe en
cada rincón. Este pueblo se halla abrazado por las antiguas murallas del siglo
XIII, que conservan intramuros una buena colección de casas de piedra, pequeñas
plazas como della Cisterna e iglesias como Duomo di San Gimignano y la capilla
de Santa Fina. A primera vista, lo más característico son sus elevadas torres,
que le han valido el simplista apelativo de “Nueva York de la Toscana”.
2.ROCAMADOUR. Francia.
Esta espectacular localidad medieval destaca por su
ubicación, puesto que sus construcciones están suspendidas sobre las rocas de
un elevado cañón de 120 metros de altura atravesado por el río Alzou, lo que
determina la disposición de este prodigio arquitectónico en tres niveles. En el
primero la propia localidad, en el segundo la Ciudad Santuario de Nuestra
Señora de Rocamadour, y en el tercero por el castillo, privilegiado mirador
sobre el río, el pueblo y el parque natural regional de Causses du Querc, que
lo rodea.
El pueblo se reduce a una empinada calle, jalonada de
casas de piedra, pequeñas plazas, restaurantes y tiendas. Posee siete templos
religiosos, siendo el más venerado la cripta de San Amador, parada del Camino
de Santiago Francés. Un atractivo extra es la gruta de las Maravillas, con
pinturas rupestres de más de 20.000 años de antigüedad.
3. GUIMARAES. Portugal.
Se encuentra no lejos de
Oporto y muy cerca de Braga. La historia cuenta que aquí surgió Portugal en el
siglo XIII y de la época conserva un encanto medieval innegable. Tiene un
bonito castillo medieval y un maravilloso casco histórico recorrido por
callejuelas empedradas, con coloridas casas medievales, coquetas plazuelas,
iglesias e imponentes palacios señoriales, como el de los Duques de Braganza,
que le han valido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad.
4.SALISBURY. Inglaterra
(Reino Unido).
Ubicada en la confluencia de cinco ríos, esta localidad
es uno de los máximos exponentes del Medievo inglés, lo que se nota al pasear
por sus callejuelas empedradas y sus pequeñas plazas, o contemplando la
catedral del gótico inglés más incipiente. Su fachada está coronada con la
aguja más alta de Inglaterra y luce el reloj mecánico más vetusto de Europa. El
interior atesora una de las cuatro copias de la carta magna –establecía las normas y leyes que debían seguir los
ciudadanos y garantizaba los privilegios feudales de los barones-, aprobada por
Juan sin Tierra.
A ocho kilómetros se encuentra el mítico Stonehenge, un
hito de ingeniería prehistórica y uno de los grandes misterios: es evidente su
relación con la astronomía pero se desconoce su significado.
5.HALLSTATT. Austria.
La belleza inspiradora de este pequeño pueblo austriaco
sirvió para que Disney se fijara en él para idear el idílico reino de Frozen.
Tiene una situación privilegiada al lado del lago Hallstätter y rodeado por las
imponentes montañas de los Alpes austriacos. Su entramado urbano esconde un
excepcional legado arquitectónico medieval, dominado por viviendas con balcones
de madera, altas iglesias y la plaza Markplatz. Este encanto medieval llevó a
que la Unesco lo reconociera como Patrimonio de la Humanidad.
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