Ante el umbral.
La plaza sola (gris el aire,
negros los árboles, la tierra
manchada por la nieve),
parecía, no realidad, mas
copia triste sin realidad.
Entonces, ante el umbral,
dijiste: viviendo aquí serías
fantasma de ti mismo.
Limbo, Luis Cernuda
El Museo Reina Sofía presenta el trabajo del fotógrafo
Clemente Bernad “Ante el umbral”, una especie de viaje al inframundo realizado
saltándose el confinamiento de estos días. Las fotografías son estremecedoras,
porque las calles que transita el autor no son las de ayer; aunque parezcan las
mismas, hay una atmósfera que ha transformado un ámbito familiar en un lugar
extraño, debido a ver espacios habitualmente llenos convertidos en zonas vacías
por completo. La ciudad convertida en umbral.
Clemente Bernad vaga como un fantasma, entre seres
invisibles, por esa especie de atmósfera en que se ha convertido la calle.
Interroga al mundo en cada encuadre para asomarnos al umbral. Cuando regresa,
nadie le devuelve la mirada. Podría ser un espectro. Dispara la cámara sobre su
propio cuerpo reflejado en los escaparates para confirmar su existencia, aunque
el vacío le devuelve una versión deformada de sí mismo, un yo fantasmagórico,
solitario, sin comunidad, que transita por una ciudad desolada.
Las fotografías hacen innecesarias las palabras.
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