jueves, 15 de noviembre de 2018


Irati.

El Valle de Aezkoa se sitúa al noreste de Navarra, es una extensa alfombra verde que comprende más de  12.000 hectáreas de bosque que cobija a nueve localidades, que incluyen cuatro de las diez poblaciones más altas de Navarra, siendo Abaurregaina/Abaurrea Alta, a 1.035 m, la más elevada, el Balcón de Aezkoa.




Su rico pasado aflora tanto en sus bellos paisajes como en sus tranquilos pueblos con caseríos de tejados inclinados y puentes de piedra. De su antiquísimo poblamiento dan idea los dólmenes, estaciones megalíticas, ermitas o estelas medievales, como las que dan vida al Jardín de las estelas de Abaurregaina /Abaurrea Alta.







Una consideración especial merecen sus hórreos, Bien de Interés Cultural. Este valle cuenta con 15 de los 22 hórreos que se conservan en Navarra. Algunos ejemplos interesantes se encuentran en Orbaizeta, Aribe, etc. El listado de atractivos incluye un lugar tan bello como enigmático: las ruinas de la fábrica de armas de Orbaizeta, paraje cubierto por la vegetación que en su momento albergó una de las mayores fábricas de munición de Europa del s. XVIII.

Este mundo cerrado celebra el segundo fin de semana de septiembre el Día del Valle, Aezkoako eguna, multitudinaria fiesta, cada año en un pueblo diferente, que incluye muestras de artesanía, productos gastronómicos, música local, etc. Otra fiesta importante es la de La Facería, el cuarto sábado de julio: es una fiesta pastorial de hermandad entre los valles de Aezkoa y Garazi, que tiene lugar en los pastos de altura de Irati, para renovar un pacto de más de 500 años de antigüedad.

La gastronomía representa la economía de la zona con carnes (chuletas de ternera o potro, costillas de cordero, chistorra, caza en invierno –jabalí, ciervo, paloma-), migas al estilo salacenco, algo de pescado (trucha a la navarra), setas (hongo beltza, perretxilos. Su recogida está regulada y se necesita permiso), postres derivados de la leche (quesos de oveja latxa).







Lo que nos trae aquí es la Selva de Irati, un auténtico regalo para los sentidos en el otoño, descrita por Ernest Hemingway como “el último bosque medieval de Europa”. Navarra fue, entre 1923 y 1959, destino de las visitas del escritor Ernest Hemingway. Los sanfermines y el bosque de Irati, dos mundos contrapuestos, inspiraron al Premio Nobel algunas de sus obras. El río Irati, unido al paisaje que le acoge, es el lugar que el escritor, Premio Nobel de Literatura en 1954, eligió para pasar largas horas de soledad, sentado cerca de la orilla, con la esperanza de que alguna trucha picaso el anzuelo de su caña. Acudía andando, desde Burguete, hasta Aribe. Su lugar preferido estaba cerca de los Baños. Los testimonios dicen que hasta allí llegaba siempre con una cesta llena de cervezas, y que conforme las bebía las dejaba caprichosamente alrededor de un árbol.

Los valles de Aezkoa y Salazar puerta de entrada al segundo hayedo-abetal más extenso y mejor conservado de Europa después de la Selva Negra de Alemania. Un tesoro natural de 17.100 has que se mantienen en estado casi virgen, distribuidas en cuatro valles a los dos lados de la frontera. Con una rica y variada flora, sus espesos bosques y los pastizales de las zonas altas sirven de refugio y hábitat a diversas poblaciones de animales salvajes.


Las leyendas nos cuentan que este inmenso bosque era el reino de “Basajaun”, personaje mítico y señor del bosque en el cual vivían las “Laminak”, seres mágicos de los ríos que no salían del bosque más que para ir a sus labores nocturnas. Esta mítica selva es un vasto territorio de unas 20.000 has en donde no se distinguen las fronteras, se compone de 17.140 hectáreas de bosque,  de las que cerca de 15.000 corresponden a los valles de Aezkoa y Salazar. El resto son praderas dedicadas a la ganadería extensiva. Se extiende 12 km desde el pico del Ori al este hasta el monte Ortzanzurieta al oeste, y 12 km desde el paso de Burdinjurutzeta en la entrada de Cize hasta la sierra de Abodi, que lo cierra por el sur.

Este amplio espacio es propiedad de cuatro comunidades históricas, que lo gestionan a través de entidades tradicionales. Dos en la parte norte, Cize y Zuberoa, con sus comissions syndicales nacidas a principios del s. XIX, y otras dos en la zona meridional, las de los valles de Aezkoa y Salazar, cuyas “Juntas” han mantenido continuidad desde hace más de 500 años. Entre todas han tejido una red de relaciones para el manejo del ganado, con Irati como punto de encuentro.


En esta zona con muy buenos ejemplares de hayas y abetos, que destacan por el colorido del paisaje cambiante con el transcurso de las estaciones, sorprende que también haya un rico pasado industrial. Fue el lugar de trabajo de carboneros, de fabricantes artesanales de piezas de madera (remos, duelas), hubo serrerías, se empezó a instalar una fábrica de vidrio, etc. Unas instalaciones importantes eran las ferrerías, la mayor de las cuales acabó convirtiéndose a fines del s. XVIII en la importante fábrica de armas de Orbaizeta. También transitaban por aquí los contrabandistas, comerciantes y leñadores, entre ellos los almadieros y “barranqueadores”, que llevaban la madera hacia el sur por un complejo sistema de presas o esclusas o –los cablistas- suspendida de unos cables.

Estas praderas y bosques fueron en la edad media lugar de caza de los reyes de Navarra, campo de batalla en no pocas guerras, paso para la fuga de aviadores y perseguidos en la II G.M. Hoy es un santuario de la naturaleza cargado de patrimonio histórico que puede recorrerse por multitud de senderos. En Aezkoa, el Sendero del roble milenario (Garaioa/Aribe, 2 h. fácil), Ermita de San Miguel (abaurregaina/Abaurrea Alta, laberinto de bojes hasta la ermita gótica, 1 h, fácil), El camino del pasado (Garralda, magníficas vistas, 2 h, dificultad media), Errekaidorra (paseo transfronterizo interpretado, usos de los recursos forestales, 2 h 30´, dificultad media-baja).

Otros senderos: la Torre romana del Monte Urkulu (restos romanos de un torreón circular –trophaeum-, GR-11 que viene de Orreaga, dolmen de Soroluze y más restos megalíticos, 6,4 km desnivel 350 m), Cueva de Arpea (muy sencillo, Collado de Organbide, concentración megalítica con muchos crómlech, 1,8 km, desnivel 120 m), SL-NA51C (Azalegui y Ermita de San Esteban, inicio en Arrazola, 6,4 km, desnivel 350 m, senda difusa en algún tramo). Éstos permiten ver a la vuelta la Fábrica de Armas de Orbaizeta.



Estos pueblos y paisajes han sido centro de atención del cine que los ha utilizado como exteriores para películas como “Furtivos” (José Luis Borau, 1976), o “The Way” (2009, Orreaga), pero principalmente, el navarro Montxo Armendáriz inmortalizó las calles e iglesia de Ochagavía en “Secretos del corazón” y más tarde en “Silencio roto” (dura historia tras la Guerra Civil, fábrica de armas de Orbaizeta, Selva de Irati, Valle de Arce).




2 comentarios:

  1. Precioso y completo todo el comentario ,es como si todo lo que nos describes ,lo estuviésemos viviendo ,muchas gracias. Soy Maribel, (Tórtola)

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  2. Gracias por mencionar nuestro Museo de Estelas, la foto quedó preciosa ¡un abrazo!

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