Músicas en la antigüedad.
![]() |
Arpa angular, Egipto, ss. X-VIII a.C.,
quizá hallada en
Tebas.
|
![]() |
Jean-Léon Gérôme, Reciario llamando a filas o Gladiador
tocando el cornu
|
![]() |
Jean-Léon Gérôme, Anacreonte, Baco y el Amor,
1848
|
El auge del humanismo en el Renacimiento se redescubre la música grecorromana, la expedición francesa a Egipto despierta la curiosidad, en el s. XIX nace la arqueología musical, en el s. XX se excava en Ur. De todos estos trabajos ha quedado el descubrimiento de instrumentos antiguos –las trompetas de Tuthankamón en Tebas, los címbalos en Susa, la lira “Elgin” en Atenas, etc.-, mejor conservados los de bronce, pero incluso, en el clima seco de Egipto, los de madera y piel.
En el ámbito de lo sagrado, la música es parte integrante
del rito a través de los sacrificios, las procesiones y las fiestas religiosas,
y se la considera intermediaria ya que a algunas divinidades de las asocia
estrechamente con los sonidos: en Mesopotamia, el dios Ea inventa los
encantamientos, las invocaciones mágicas; en Egipto, la diosa Hathor preside
las fiestas al son del sistro y de la pandereta; en la civilización
grecorromana, Apolo con su lira es el dios músico y poeta por excelencia.
![]() |
Sarcófago de las Musas, 150-160, Roma. Euterpe con su tibia
y Erato con su cítara.
|
El espíritu competitivo en Grecia promovió los certámenes
musicales con calendarios precisos, como el famoso de Delfos. Roma intentó
implantar este tipo de pruebas: Nerón fue un gran aficionado a cantar y tocar
la cítara. El teatro, s. V a.C., emerge en Atenas como arte total en el que se
mezclan drama, música y danza.
La música afecta a los sentidos y las sociedades antiguas
creían en su poder para influir en el estado del cuerpo y del alma. Acompañaba
a las personas en determinados momentos de su vida, permitía expresar emociones
fuertes o violentas y tenía una dimensión mágica. Cantar significaba a veces
“encantar” y la música servía para seducir: las Sirenas son la perdición de
Ulises, Orfeo domina a la naturaleza con su voz y el sonido de su lira. En la
seducción, música y sexualidad también van unidas.
La música está presente en el momento de la muerte animando
el banquete funerario, honrando la memoria del muerto y ritmando las ceremonias
y, según ciertas creencias, facilita el acceso del alma del difunto al más
allá. Pero la muerte aísla al difunto de los ruidos de la vida: En Egipto, a Osiris,
el dios que reina en el mundo de los muertos, también se le llama “señor del
silencio”.
La música originó oficios. En la práctica se distingue
claramente entre el músico amateur y el profesional, que ha seguido un
aprendizaje de técnicas y gestos, transmite sus conocimientos y recibe una
gratificación. También hay grandes diferencias entre las estrellas –soberanos y
ciudades- y los simples ejecutantes –ritos, banquetes-. Algunas mujeres
consiguen vivir de este arte. El oficio de lutier sólo se documenta en el mundo
grecorromano, aunque está clara la habilidad en todos los casos.
La región mediterránea siempre ha sido un lugar de
intercambio entre Oriente y Occidente. Los músicos se desplazaban en
migraciones, certámenes musicales, misiones diplomáticas, etc., aunque no es
éste el único medio de difusión de los instrumentos, puesto que se constata la
existencia del arpa en el tercer milenio a.C., tanto en Egipto como en Oriente.
En este diálogo entre civilizaciones tuvieron mucha importancia Chipre y
Alejandría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario