jueves, 6 de septiembre de 2018


Dibujos de Luis Paret (1746-1799)


Luis Paret y Alcázar es considerado el representante del rococó en España y el pintor más importante del s. XVIII después de Goya. Fue un artista erudito, de gran formación humanística, cuya azarosa biografía que resalta su heterodoxia y su periplo vital le distanció del arte español de su tiempo. 
Autorretrato, 1783-85
El episodio que le llevó al exilio, consecuencia directa de su relación con el infante don Luis, la expulsión de la patria y el alejamiento de la corte, justifican la pérdida de oportunidad de hacer carrera al servicio del rey y de triunfar en la Academia de San Fernando, donde se había formado.

Aníbal hace sacrificios en el templo de Hércules en Cádiz, 1766
Esta exposición en la Biblioteca Nacional pretende hacer un recorrido a través de dibujos y estampas, pinturas y libros, para contar su erudición y las múltiples facetas (dibujante, pintor, grabador, traductor, calígrafo, etc.) en la puso de manifiesto su ingenio y creatividad.

Busto de un hombre, 1786-87
Formación y modelos (1746-1775).

Ingresó en la real Academia de Bellas Artes de San Fernando a los once años, concurriendo a los premios trienales de pintura, pero pudo viajar a Italia para completar su formación, entre 1763 y 1766, gracias al mecenazgo del infante don Luis, hermano del monarca Carlos III. Su principal maestro fue Charles-François-Pierre de La Traverse, que amplió sus horizontes técnicos y estilísticos.

La tienda de Geniani, 1772
 A su vuelta de Italia fue pintor de cámara del infante don Luis de Borbón para el que creó una “Colección de aves que contiene el Gavinete…”, logro muy importante. No se conservan sus cuadernos italianos, pero a través de su biblioteca y de sus estampas, podemos reconstruir algo de su bagaje cultural y de sus intereses artísticos.

1774-75
Los años del destierro (1775-1789).

Sólo unos meses después de haberse casado en 1775 partió al destierro hacia Puerto Rico por un periodo de seis años, conmutado por alejamiento “de Madrid y Sitios Reales cuarenta leguas” en 1778, estableciéndose en Bilbao donde permaneció hasta la muerte del infante don Luis en 1785. En este periodo se abrió a nuevas tareas artísticas y a nuevos mecenas para poder mantenerse. 


En 1780, adjuntando la obra “La circunspección de Diógenes”, que resume sus ideales estéticos, solicitó el título de académico de mérito al director de la Academia en un memorial que resume su situación personal.
María y Luisa, hijas del pintor.
La vuelta al orden (1789-1799).

En 1789 volvió a Madrid con su familia y participó en la decoración del salón de la Casa de la Diputación de los Cinco Gremios con motivo de las celebraciones por la proclamación del nuevo monarca, Carlos IV, de quien logró el encargo de pintar la jura de su primogénito, lo que supuso su restitución y el reconocimiento de sus méritos, iniciando una intensa colaboración con las principales imprentas de la corte hasta su muerte. Se mostró como un erudito y fecundo dibujante e inició su faceta de grabador.
Don Quijote y Sancho visitan la imprenta de Sancha, 1796


1794-95

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