lunes, 18 de junio de 2018


Ventura Rodríguez, arquitecto de la Ilustración.



En el 300 aniversario de su nacimiento, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando organiza esta magna exposición del genial arquitecto que, aunque nació y murió muy cerca –Ciempozuelos, Madrid-, tiene su obra repartida por gran parte de España con muchos proyectos, algunos de los cuales no vieron la luz.
 
Ventura Rodríguez (Goya)
Mientras Sabatini representa la introducción de las corrientes italianas –y con ellas una nueva
dimensión del espacio público-, y Juan de Villanueva la adaptación al país de los modelos europeos –instrumentalización neoclásica-, Ventura Rodríguez unió la herencia española a la influencia romana y francesa. Entendió la arquitectura como proceso de transformación de la ciudad, de ahí el carácter renovador de sus propuestas.

Estuvo muy unido a la Real Academia, con la creación de su Junta Particular en 1744 –vinculada
estrechamente a las obras del Palacio Real Nuevo de Madrid- y con la creación oficial en 1752, ocupando cargos importantes y desarrollando una interesante aunque menos conocida actividad teórica. Esta relación con la Real Academia hizo que se le aceptara como sustituto de Sacchetti, aunque también fue primer delineador de la fábrica del Palacio Real Nuevo y Director General por la Arquitectura.
Juvara
Formado en las obras de los Sitios Reales –especialmente en el proyecto de Juvarra para el Palacio
Real Nuevo, luego proyectado y construido por Sacchetti-, tuvo especial relación con la cultura arquitectónica italiana -aunque “nunca viajó a Roma”, como dijo Jovellanos en su elogio-, especialmente la moderna, a la que conocía “viajando entre estampas y libros” a través de tratados y colecciones de estampas de su magnífica biblioteca, llegando a ser un maestro de la arquitectura barroca y Académico de Mérito de la Accademia di San Luca di Roma. El Comisario de la exposición, Delfín Rodríguez, equipara su talento con el de los maestros italianos como Bernini, Borromini, etc.: “Ellos escribieron una partitura a mediados del siglo XVII en Roma y Ventura Rodríguez la tocó 100 años después, la interpretó en Madrid”.


La muestra se divide en cinco apartados cronológicos, que también resultan temáticos.
Arquitecturas efímeras para recibir a Carlos III
Periodo de formación y primeros proyectos. Trabajos en el reinado de Fernando VI (mostró una especial dedicación por la obra civil, incluyendo arquitecturas efímeras, ornatos y fuentes para la capital, siendo una destacada figura al servicio de la arquitectura de la Corona). Obras con influencia del barroco romano. Proyectos en el reinado de Carlos III (compleja relación con la Corte. Sabatini lo desbancó, pero se convirtió en maestro mayor de la Villa de Madrid desde 1764, compatibilizando el cargo con su actividad en el Consejo y la Cámara de Castilla y como director de Arquitectura de esta Real Academia donde se exhibe la exposición que le rinde homenaje. Las fuentes de Cibeles, Apolo y Neptuno, en el Paseo del Prado, así como el Palacio de Liria, llevan su firma y Madrid no sería igual si él no la hubiera pensado urbanísticamente tres siglos atrás). Relación con el infante don Luis de Borbón y su círculo personal (realizó el palacio del infante en Boadilla del Monte. Fue amigo de artistas como Goya y Luis Paret, y de intelectuales como Campomanes o Jovellanos).



Fue un magnífico dibujante y, afortunadamente, se conservan numerosos planos -de proyección
ortogonal la mayoría-, así como dibujos, pinturas, maquetas, etc. También escribió textos teóricos y otros derivados de polémicas con otros arquitectos. Aunque en Madrid dejó una importante obra, también son importantes otras como la capilla en la Basílica del Pilar de Zaragoza, la fachada de la catedral de Pamplona, etc.



Esta exposición muestra más de 150 piezas originales, algunas inéditas, entre las que destacan “El
infante Don Luis Antonio de Borbón” (Goya), la planta y alzado de la Santa Capilla de la Basílica del Pilar de Zaragoza, su retrato por Zacarías González Velázquez, el “Ornato de la Puerta del Sol con motivo de la entrada de Carlos III en Madrid en 1760”, atribuido a Lorenzo Quirós y fechado en 1760-63, etc.



La muestra se acompaña con un despliegue audiovisual que presenta un video sobre su vida y, de forma muy original, parte de la obra proyectada pero no construida como el proyecto para la Accademia di San Luca (en torno a una catedral).



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