sábado, 31 de marzo de 2018


Los Santos Niños: reliquias.


Diego de Madrid, 1635
Cofradía del Cristo de los Doctrinos
El Ayuntamiento y la Diócesis de Alcalá de Henares organizan la exposición “Justo y Pastor, origen de una ciudad. 450 aniversario de la reversión de las reliquias de los Santos Niños” en el Antiguo Hospital de Santa María la Rica, siendo el Comisario M. Vicente Sánchez Moltó, Cronista de la ciudad. Con este motivo, la IEECC ha preparado una visita con el lujo añadido de que el guía es el propio Comisario, miembro también de dicha Institución.




Bronce, s. XVIII
Catedral Magistral
Un panel explicativo ilustra sobre el origen del culto y su posterior expansión. Tras el decreto del emperador Diocleciano en el año 304, que obligaba a realizar sacrificios a los dioses oficiales, el prefecto en la Península, Publio Daciano, llegó a Complutum en agosto del año 305 y condenó a los jóvenes Justo y Pastor que se negaron a renegar de su fe, cumpliéndose la sentencia de degollación en el Campo Laudable, junto a la calzada, en las afueras de la ciudad. Según la leyenda, la huella de sus rodillas quedó marcada en la piedra.  

Los Santos Niños y la Custodia, s. XVIII
Fundación Hospital de Antezana
Hacia el año 411 llegó el arzobispo de Toledo, Asturio, que ordenó edificar una capilla y fundó el Obispado Complutense. En los siglos siguientes el culto se extendió por amplias regiones de la Península y en el 732, san Urbez, que vino a visitar la tumba, temiendo su profanación por los musulmanes se llevó las reliquias al valle de Nocito (Huesca), desde donde se expandió el culto por Aragón, Cataluña y sur de Francia. Mientras tanto, en Complutum, surgió un pequeño núcleo de población mozárabe en el lugar de enterramiento que, tras la reconquista en 1085, se conocería como Burgo de Santiuste, origen de la actual Alcalá de Henares.



Haciendo referencia a la explicación anterior, la primera parte de la exposición muestra representaciones de los Santos Niños en todas las fases: antes, durante y después del martirio.

Oratorio de los Santos Niños, Félix Yuste, 1899. Óleo sobre lienzo, reja de bronce. Col. José Félix Huerta Velayos.
Manuel Revilla, 1961. Col. Herederos de Luis Esteban Múgica


Valle de Nocito (Huesca)
Autor, DPH
Ermita de san Urbez, Nocito
En el valle de Nocito, donde había sido enterrado aunque estuvo en otros lugares del Altoaragón, el culto a san Urbez adquirió gran importancia, que se mantiene en la actualidad a pesar de la despoblación de la zona, celebrándose una romería que recuerda la sociedad tradicional. Del mismo modo, también estuvo presente el culto a los Santos Niños, cuyas reliquias estuvieron aquí hasta que en 1499, “a raíz de un intento de robo por encargo de los alcalaínos” (José Carlos Canalda), se trasladaron a Huesca –donde dan nombre a una calle-, a la iglesia de San Pedro el Viejo, levantándose en el siglo XVII la actual capilla dedicada a ellos.
San Pedro el Viejo (Huesca)

Las obras presentadas en la que podríamos denominar segunda parte tienen el mismo sentido que las de la primera, pero son procedentes de la iglesia de San Pedro el Viejo (Huesca) y de Narbona, donde estaban las reliquias.

Madera policromada, s. XVIII
Sar Urbez, madera policromada, s. XVII


Arqueta de las reliquias.
Madera, plata repujada y cincelada, s. XVI
Catedral Magistral
Otro panel explica el proceso de reversión de las reliquias (1568). A pesar de intentos anteriores, no fue hasta el breve del papa Pío V, a instancias de Felipe II, cuando se obligó a Huesca a devolver las reliquias. La comitiva partió de Huesca el 24 de enero de 1568 y llegó a Meco el 21 de febrero. El día 7 hicieron su entrada triunfal en una Alcalá engalanada, especialmente la puerta de Guadalajara (que cambió su nombre por puerta de Mártires), con asistencia de todas las instituciones. De esta forma las reliquias quedaron repartidas entre Narbona (donación de Ramiro II el Monje), Huesca, Alcalá de Henares y El Escorial (Felipe II), principalmente.
 
Commvn Sanctorvm Conmune Apostolor
Manuscrito con música escrita, s. XVIII. Oficio de los Santos Niños, f. 14 v.-167 r.
Catedral Magistral


La modernidad, los elementos multimedia, también está presente en la exposición con dos pantallas. Una muestra la extensión del culto a los Santos Niños con mapas y fotografías de ciudades, iglesias, relicarios, etc. Otra muestra un video, con texto de Arsenio Lope Huerta, en el que el actor Fco. Javier Blasco de Frutos (la mejor imagen de Alcalá –y más- referida al tipo de personaje clásico), del Teatro Independiente de Alcalá, T.I.A., da vida a Ambrosio de Morales, del que se exponen además varios libros.


Morales, Ambrosio de. La vida y martirio de los Santos Mártires Justo y Pastor.
Madrid, imp. Benito Cano, 1793. Col. Juan Carlos Palacios.
El Acta de apertura de la urna y de autenticación de las reliquias da paso al último panel, que  habla de la religiosidad popular. Tras el regreso de las reliquias los Santos Niños se convirtieron en patronos de Alcalá, creándose cofradías y asociaciones. La devoción se manifestó en estampas, medallas, gozos (láminas con poesías ilustradas con imágenes) e incluso en el coleccionismo popular (filatelia, cromos, tarjetas postales, publicidad, etc).





En este lugar cargado de aromas de historia, belleza y cultura, que destila recogimiento, cuelgan de la pared o se exhiben en sus peanas y vitrinas, reapareciendo del pasado, satisfechas de sí mismas, obras muy variadas cedidas tanto por organismos e instituciones como por particulares.

(Gozos en obsequio de los Santos Niños. Barcelona imp. Herederos
de la Viuda de Pla, s. XIX. Col. Vicente Sánchez Moltó).

Nuestro conocido guía, como tocado por un rayo, en un estado de crepitación espiritual, de combustión sostenida, viaja por su memoria desenterrando recuerdos y, con su verbo inflamado, exhaustivo y florido, nos ofrece una magnífica explicación hablando desde el pasado. Nuestras miradas, colmadas de silencio, puestas sobre él, inclinadas hacia su magnetismo. Su relato fluye como un río, las obras repitiéndose en sus palabras. Entre elogiosos comentarios, entre hiperbólicos encomios, usando la analepsis, nos trae materiales del pasado en un acto de creación.




Uno de los documentos expuestos -una carta a los alcalaínos del Alcalde Lucas del Campo, con fecha 1-Agosto-1924- llamaba a conmemorar el día 6 el aniversario del martirio de los Santos Niños en estos términos: “Que antes de que repiquen a gloria los bronces de las altas torres, tintinee el repique en vuestros corazones. … Que se levanten enardecidas las almas, porque ellas tirarán de los cuerpos…”.


Hemos venido buscando el aroma del pasado, vivir en el pasado, siendo nuestro hoy el ayer, guardando el recuerdo de lo antiguo, y las palabras, tanto de nuestro guía como del Alcalde, nos devuelven la emoción de aquellos días. Con un tumulto de imágenes en la cabeza nos vamos enardecidos y eufóricos, agradeciendo al Comisario y a la IEECC la realización de la visita. Después de tanta cultura, no vendría mal algo más prosaico como probar el “vino de licor”, también “Los Santos Niños”, cómo no, cuyo anuncio está igualmente presente en la exposición.

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