La Asociación
Universitaria de
Mayores de
Alcalá, AUDEMA,
prosigue su serie de
actividades
culturales organizando el recorrido
“El Madrid de
Valle-Inclán. La ruta de Max Estrella”,
con la experta
guía de Dª Eva Sánchez Silva, profesora
del Taller de
Literatura y del Grupo de Lectura de la
Asociación. Se
trata de un ameno recorrido por
la ruta indicada,
pero aderezado y adobado
con algunas
“digresiones” que salen
al paso porque,
como dice la
profesora con
mucha
razón, no podemos
pasar al lado sin
comentarlas.
Para empezar el paseo nos congregamos, aunque sin aspecto
de bohemios, en Casa Ciriaco (Mayor, 84) donde, según reza una placa, comienza
el “protagonista de Luces de Bohemia –hiperbólico andaluz, poeta de odas y
madrigales- su trágico peregrinaje nocturno”. Desde el balcón de una fonda
situada en este inmueble Mateo Morral lanzó una bomba, el 31 de mayo de 1906,
al paso de Alfonso XIII y Victoria Eugenia en el día de su boda, como recuerda
un pequeño monumento.
La segunda estación es enfrente, en el Pretil de los
Consejos (Iglesia Arzobispal Castrense), donde se ubicó la imaginaria Cueva de
Zaratustra, Librería, donde “rimeros de libros hacen escombro … y hacen
tertulia el gato, el loro, el can y el librero”. Aquí, en la escena segunda,
Max Estrella discute con Zaratustra sobre el dinero de una de sus obras,
asistido por Don Latino de Híspalis y Don Peregrino Gay –viste traje de antiguo
voluntario cubano-. Un poco más abajo, detrás del antiguo palacio del Duque de
Uceda (Consejo de Estado, Capitanía General), fue donde se sitúa la detención
del anarquista, a la vista del acueducto, del que se hace una referencia al
final de la escena undécima.
En la Plaza de la Villa se mencionan las casas de los
Luxanes (edificio civil más antiguo de Madrid, Enrique IV benefactor de la
villa s. XV, Real Academia de Ciencias Morales y Políticas –Biblioteca-) y la
casa natal del compositor castizo madrileño Federico Chueca. Al lado de la
Plaza, en la Calle Mayor, se encontraba la iglesia del Salvador, románica,
citada a principios del s. XIII y derribada en el s. XIX, en cuya torre localizó
las andanzas del legendario Diablo Cojuelo, en el s. XVII, el dramaturgo Luis
Vélez de Guevara. Continuamos por la Calle Mayor pasando por la casa muy
estrecha donde vivió y murió D. Pedro Calderón de la Barca, junto a la “antigua
farmacia de la Reina Madre”, y ya frente a la Plaza Mayor, otra placa recuerda
el lugar donde “se levantó hasta 1582 la Puerta de Guadalaxara, la más
importante de la muralla medieval madrileña”, cerca de la casa natal de Lope de
Vega.
La ruta prosigue agradablemente atravesando una otoñal y
soleada tarde de diciembre, con una temperatura no demasiado fría. Dejamos la
Calle Mayor y por la Calle Coloreros se llega a la chocolatería de San Ginés,
donde Max Estrella acompañado por don Latino, en la escena cuarta, iba buscando
a Enriqueta y se topó con jóvenes modernistas en la Buñolería Modernista, propusieron
hacer una manifestación, vino la policía y lo detuvieron por escándalo en la
vía pública llevándolo a los calabozos del Ministerio de la Gobernación en la
Puerta del Sol. Como la profesora dice que “veréis la chocolatería, pero no la
cataréis”, seguimos por el Pasadizo de San Ginés hasta la Calle Arenal. En la
Iglesia de San Ginés fue bautizado Francisco de Quevedo y casó Lope de Vega. Al
lado, en el actual local de espectáculos Joy Eslava, estuvo el Teatro del Arte,
dedicado al teatro alternativo y donde estrenaron Valle Inclán y García Lorca,
éste “El maleficio de la mariposa”, con poco éxito, en la época en la que fue
director Gregorio Martínez Sierra.
Sigue el paseo hasta Callao en la esquina con la Calle
Jacometrezo, situado según Valle en lo que sería la ciudad de la prensa, de la
información, frente a la bohemia. Aquí hubo muchos periódicos, en uno de los
cuales, El Buey Apis, trabajó Max Estrella hasta que lo despidieron. La escena
séptima se desarrolla en la redacción de El Popular. Llegados a la Calle
Montera, vemos una sala de juegos, antigua ubicación de una taberna, y, casi al
final de la calle, cerca de la Puerta del Sol, una farmacia que, según la
profesora, debe ser la verdadera localización de la taberna de Pica Lagartos.
Aquí, en la escena tercera, llegan Max y don Latino y, mientras “se regalan con sendos quinces de morapio”, aparece
la Marquesa del Tango, Enriqueta la Pisa Bien, que se lleva un décimo de
lotería premiado que le había fiado. Mientras, Max empeña su capa, escuchan en
la calle la huelga de proletarios y critican a Acción Ciudadana, organización
patronal. Con el dinero de la capa quiere recobrar el décimo, pero la Pisa Bien
se ha ido, quizá a la Modernista. También se desarrolla aquí la escena quince, final,
en la que don Latino bebe mucho con el dinero del billete de lotería premiado
que le había robado a Max.
En la Puerta del Sol estuvo el Café Universal o Café de
los Espejos o Café de los canarios, a cuya tertulia acudía Benito Pérez Galdós,
y en la cercana Calle Carretas estuvo el café Pombo con la tertulia de Ramón
Gómez de la Serna (pintura de José Gutiérrez Solana). Nosotros nos detenemos en
el lugar donde estuvo el Café de la Montaña, Café Colón en la obra –escena
novena-, llamado el café de la pulmonía, donde se vio con Rubén Darío y perdió
un brazo en pelea con un periodista. En los calabozos del Ministerio de la
Gobernación, Real Casa de Correos, tuvo lugar el abrazo entre Max Estrella y el
anarquista Mateo Morral, en la escena sexta, y en la octava la conversación con
el Ministro.
Continuamos viendo “La Fontana de Oro” en la Calle
Victoria, antigua fonda de viajeros y luego botillería citada por Galdós en su
novela homónima y en la Calle Cruz, donde estuvo el corral de la Cruz, paramos
en la calle Álvarez Gato ante “Las Bravas”, donde hubo y hay dos espejos,
cóncavo y convexo, que deforman las imágenes de los transeúntes como deformaban
la realidad del momento, deformación que llama esperpento. “Los héroes clásicos
reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la
vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada”
(escena duodécima). En estas paradas, la profesora aprovecha para pasarnos su tablet
con escenas de la película en la que el personaje de Max es interpretado por
Francisco Rabal.
En la esquina de la Calle Huertas con la Plaza de Santa
Ana vemos la iglesia de San Sebastián, donde está enterrado Lope de Vega y
donde Valla-Inclán se casó (su divorcio lo llevó Clara Campoamor). Enfrente
estaba la tertulia neoclásica con Leandro Fernández de Moratín. Tras el paso
por la casa de Galdós en la Calle Huertas, volvemos a la Plaza para detenernos
ante el Teatro Español, antiguo Corral del Príncipe, donde Valle-Inclán iba a
estrenar El Embrujado cuando Galdós era el director del teatro (lo llamaba Don
Benito el garbancero).
El paso por el Ateneo, del que Valle fue Presidente
sucediendo a don Manuel Azaña, y por su lateral, Calle Santa Catalina, donde
Valle vivió con sus seis hijos, da fin al paseo, que culmina, como Las noches
de Max Estrella, en el Círculo de Bellas Artes. Un café caliente en la Sala de
Columnas nos reconforta del frío y de la situación opresiva de la España de la
Restauración que acabamos de “vivir”.
En el viaje de vuelta, la profesora nos pone deberes:
leer-releer Luces de Bohemia. Naturalmente.
¡¡Estupendo!! Leyéndote los que no hayan podido ir pueden hacer un recorrido virtual precioso.
ResponderEliminarMuchas gracias