lunes, 3 de noviembre de 2014

Ordesa-Torla.

             Esta salida es muy conocida. Se trata del valle de Ordesa, de 15.608 hectáreas, declarado Parque Nacional en 1918, que personas como Lucien Briet o Lucas Mallada contribuyeron a proteger. Torla está lleno de gente y con coches aparcados por todos los sitios. Aquí hay que dejar el coche y subir al Parque en autobús. Tras superar una larga cola, mientras vemos la iglesia en lo alto destacando ante el imponente Mondarruego, 2847 m, compramos tickets sólo de ida porque volveremos caminando. El autobús sube hasta el Puente de los Navarros -a la izquierda queda el valle de Bujaruelo, surcado por el río Ara, GR 11-,  y gira a la derecha  para dejarnos en la Pradera, el antiguo aparcamiento. Estamos debajo del pico Gallinero.

            La morfología se debe a la orogenia alpina de la era Terciaria, moldeada por la erosión glaciar durante la era Cuaternaria, dando lugar a circos y valles glaciares, a lo que hay que añadir la transformación kárstica –la mayor parte de las rocas son calizas- y fluvial del paisaje: cuevas, cañones, simas. Las zonas altas son áridas, mientras los fondos de los valles tienen exuberante vegetación.

            La orografía está dominada por el macizo de Monte Perdido (3355 m), desde donde derivan los valles de Ordesa (río Arazas), Pineta (río Cinca), Añisclo (río Bellos) y Escuaín (río Yaga). Cerca está, en Francia, el circo de Gavarnie, el Coliseo de la Naturaleza, según Victor Hugo, con la Brecha de Rolando: “Acosado por numerosos enemigos, el valeroso caballero alzó su pesada espada Durandarte y, con ímpetu sobrehumano, hendió la pared que obstruía su paso”.

            La vegetación, condicionada por los factores físicos, presenta tres grandes unidades. Bosques (20% de la extensión) en el fondo: hayas, abetos, tilos, fresnos, servales, arces, avellanos y abedules. En solanas, pinos y encinas. En piso subalpino, pino negro, rododendro y sauces enanos.  En los pastos de altura, 2000-2700 m, puede verse la flor de nieve, edelweiss, símbolo del Parque, que está protegida.

            La fauna es muy rica: destacan el rebeco y el jabalí y hay mucha variedad de pequeños mamíferos (nutrias, zorros, marmotas, etc.). La avifauna también  es muy variada: hay que destacar el quebrantahuesos y el urogallo, pero abundan las rapaces (águilas, buitres, alimoches, etc.) y otras aves pequeñas.
José Luis -el de Huesca- y Conchita

            El camino es llano y ancho, fácil. Llegamos al crucero y seguimos por la derecha en medio de un verde intenso, de laderas muy inclinadas y paredes escarpadas, por la orilla derecha del Arazas, que lleva poco agua. A nuestra izquierda vamos dejando atrás el Circo de Cotatuero y la Brecha de Rolando y rodeamos Punta Tobacor, 2769 m. El bosque es espeso, pero hay tramos de sol. Pasamos por tres cascadas, Arripas, de la Cueva y del Estrecho, un mundo de agua espumosa y saltarina, de pozas transparentes de un verde claro intenso. Los árboles trepan por las rocas en lugares inverosímiles y se agarran a ellas con sus raíces aéreas. El camino sigue hacia las Gradas de Soaso y la Cola de Caballo, el refugio de Góriz  (72 literas) y Monte Perdido, 3348 m., donde hemos estado en otras ocasiones, pero ahora giramos a la derecha y volvemos por la Faja de Pelay, por la orilla izquierda del Arazas.

            Desandamos el camino de la ida y pasamos de nuevo ante el Gallinero. Al final del valle se ve, al otro lado, la carretera que escala el desnivel desde el Puente de los Navarros. Al girar a la izquierda ya se divisa Torla a lo lejos. La senda va en descenso, entre tramos del bosque que cubre las laderas, y otros abiertos. El sol, alto en el cielo despejado, nos alumbra vertical cuando el valle se ensancha, el bosque se retira ladera arriba y deja espacio, en el fondo, para los prados. Torla y la comida se van acercando, pero, antes, pasamos por un puente nuevo, con aforo.  Nuestro destino se desarrolla, paso tras paso, al ritmo de los caminos.

.Datos técnicos:
Desnivel: 100m de subida y 400m de bajada.
Horario aproximado: 4 horas.
Época recomendada: primavera, verano, otoño.
            Descripción: Salimos de la pradera por la senda que se dirige a la Cola de Caballo y al Refugio de Goriz hasta llegar a la primera de las cascadas, la de Arripas. Cruzamos el rio Arazas iremos descendiendo por su orilla izquierda pasando por el Mirador de los Bucardos. Llegaremos hasta el monumento dedicado a Lucien Briet. A partir de este monumento entraremos al maravilloso sendero de Turieto Bajo y pasaremos junto a las cascadas de Abetos, Tamborretera y Molinieto. Después el sendero se convierte en pista.

Qué ver:
            . Torla.

Otras excursiones:
            . Cola de Caballo: 17 km, 600 m de desnivel, 6 h., buen camino.
            . San Nicolás de Bujaruelo: 1338 m., albergue y ruinas capilla románica.

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