LASARRA.
Llegamos en coche hasta Sallent de Gállego, a 1305 m . de altitud, que está
muy lleno en verano. El tráfico está muy mal y se cruza muy lentamente, pero
puede evitarse pasando el primer desvío al
pueblo, siguiendo hacia Formigal y tomando la entrada superior al pueblo para desviarse a la izquierda por una carreterita estrecha que sigue, tras dos km., hasta la central eléctrica donde se aparca fácilmente. El paisaje, a 1.438 m de altitud, es maravilloso. De las montañas llegan chorros de agua blanquecina, espumante. De los bajos de la central sale con mucha fuerza el agua que ha bajado por las tuberías, removiendo el agua. En cambio en otras zonas, las aguas están tranquilas, son espejos que reflejan el bonito paisaje dominado por el verde.
pueblo, siguiendo hacia Formigal y tomando la entrada superior al pueblo para desviarse a la izquierda por una carreterita estrecha que sigue, tras dos km., hasta la central eléctrica donde se aparca fácilmente. El paisaje, a 1.438 m de altitud, es maravilloso. De las montañas llegan chorros de agua blanquecina, espumante. De los bajos de la central sale con mucha fuerza el agua que ha bajado por las tuberías, removiendo el agua. En cambio en otras zonas, las aguas están tranquilas, son espejos que reflejan el bonito paisaje dominado por el verde.
Bordeamos el lago artificial por la margen izquierda y
seguimos el río en sentido contrario a las aguas. El camino, perfectamente
marcado, pasa a la margen derecha del río al terminar el embalse, en
el Puente de las Faxas. El paisaje es impresionante. Cerca del río hay pequeñas praderas, engullidas pronto por el denso bosque. Hacia los altos, el bosque desaparece y aparecen grandes roquedos grises, calcáreos.
el Puente de las Faxas. El paisaje es impresionante. Cerca del río hay pequeñas praderas, engullidas pronto por el denso bosque. Hacia los altos, el bosque desaparece y aparecen grandes roquedos grises, calcáreos.
El río Aguas Limpias, que es el que seguimos, es el desagüe
del ibón de Respomuso, en el circo de Piedrafita, a unos 2100 m de altitud. Al N
queda el pico Balaitus, de 3145 m. El sendero, el GR 11, rodea de izquierda a
derecha la sierra que vemos a nuestra derecha, el Musales, con picos como Garmo
Carnizero, 2557 m ,
o Sestrals, 2654 m.
El agua rumorosa, blanquecina, espumosa, surge por cualquier
parte. Por todos los lados aparecen
chorros de agua. El camino desciende unas veces hasta el nivel del río, y otras asciende bastantes metros sobre él, dando una nueva visión. Unas veces es un camino cómodo, terroso, y otras es rugoso, con muchas piedras. El desnivel va variando. Hasta el llano de Tornadizas, a 1.524 m., la subida es suave, pero a partir de aquí aumenta el desnivel. Al pasar por una roca vertical, cae agua en pequeña cascada desde arriba. Poco después, por la izquierda, aparece una cascada grande, muy ruidosa, con agua del barranco Balsolareta. El río se oye en lo hondo. Aquí ha labrado una profunda hoz llena de piedras y troncos arrastrados en el deshielo. De cuando en cuando una cascada salva el desnivel del terreno.
chorros de agua. El camino desciende unas veces hasta el nivel del río, y otras asciende bastantes metros sobre él, dando una nueva visión. Unas veces es un camino cómodo, terroso, y otras es rugoso, con muchas piedras. El desnivel va variando. Hasta el llano de Tornadizas, a 1.524 m., la subida es suave, pero a partir de aquí aumenta el desnivel. Al pasar por una roca vertical, cae agua en pequeña cascada desde arriba. Poco después, por la izquierda, aparece una cascada grande, muy ruidosa, con agua del barranco Balsolareta. El río se oye en lo hondo. Aquí ha labrado una profunda hoz llena de piedras y troncos arrastrados en el deshielo. De cuando en cuando una cascada salva el desnivel del terreno.
Seguimos hasta que, por la izquierda, llega el barranco
Garmo Negro. El sendero, que había
seguido una orientación N, cambia a NE y, después, al E hasta el ibón, donde el
desnivel acumulado será de unos 700 m.
http://www.excursionesporhuesca.es/2007/07/ibon-de-respomuso/#.VF9br_mG8Tw
seguimos por la derecha, al contrario que antes. El intenso azul de las aguas contrasta con los verdes circundantes. De lo alto de las montañas bajan rectilíneas tuberías que transportan el agua hasta la central. Bien confundidas y mimetizadas con el paisaje, pueden verse obras de sujeción del terreno o de delimitación de los torrentes. Cuando el arbolado deja un hueco, podemos apreciar la blanca silueta de la central. Llegamos a la presa, desde donde se divisan los picos hacia los que hemos caminado antes, como si fuera un retablo.
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