Etapa 1. POMPIGNAN- TOULOUSE. Lunes, 1-agosto-2011
Por la
mañana, temprano, llegan Manel, de cerca de Villafranca del Penedés, y Quim y Manu, de Girona. Albert y Manel van
a buscar la furgoneta y cargamos todo el equipo estudiando la colocación de
cada elemento para intentar repetirlo después. El viaje hasta
Toulousse nos lleva más tiempo del pensado y, además, nos entretenemos en el
hotel solucionando un pequeño problema con la reserva. Se hace tarde y no
podemos comer en el Ibis. En el kebab tampoco porque ha empezado el Ramadán.
Salimos por la autopista en dirección Burdeos y tomamos un bocadillo en el Aire
de Frontonnais.
Por la tarde preparamos y probamos el
material y recorremos una etapa corta: 26 km desde Pompignan hasta el centro de
Toulouse. Calor bajo la cruenta luz del sol, bajo el sol vertical de la hora de
la siesta de agosto. Poco arbolado. El suelo asfaltado nos permite rodar bien.
Pasamos bajo puentes como el de Saint Rustice mientras comprobamos que todo el
equipo funciona bien. Vamos por la orilla derecha, ahora muy arbolada. Por la
orilla izquierda, más desarbolada, hay otro camino que comparte la maldición
inexplicada de las líneas paralelas, condenadas a no encontrarse.
El Canal es prácticamente llano, con unas
pequeñas subidas hasta las esclusas, con semáforo. Aquí está el edificio del
esclusero, las comunicaciones, señales con el nombre de la esclusa, el anterior
y el posterior, y las distancias entre ellas. El Canal cruza algún barranco en
forma de puente. En un tramo más arbolado nos cruzamos con otros ciclistas. Al
lado del Canal discurren una carretera, una vía de ferrocarril y una línea
eléctrica. Las esclusas ahora son de ladrillo. Vamos a la sombra al pasar por
la estación de ferrocarril de Lacourtensourt. En un puente tenemos que cambiar
al lado izquierdo, más despejado y feo. Hay polígonos industriales, almacenes,
etc. Se nota que nos acercamos a la ciudad. Entramos en Toulouse bajo un sol
más lánguido.
Manel nos está esperando y cargamos todo
el material mientras la tarde sigue extinguiéndose.
Atravesamos bosques enteros
de casas, vamos al centro y aparcamos cerca de la plaza. Cenamos en un árabe y
damos un paseo nocturno en el calor de la noche de verano. Aunque la falta de
luz suprime los detalles, la plaza está muy bonita. De vuelta, vemos al fondo
de una calle la Basílica de San Sernín. Llegamos a nuestro hotel, un F1, con
pocos servicios adaptados. Nuestra furgoneta ocupa todas las plazas de
aparcamiento para discapacitados ante la extrañeza del encargado. Ducha y colada.
Hemos cumplido la primera etapa. Nuestra
presencia ha desaparecido sin huella por los lugares que hemos atravesado. La
rutina se ha desmoronado por el efecto euforizante de estos viajes. Hay que
aprender de los procesos, no de los resultados, y hay que tener al mismo tiempo
sentido práctico e imaginación utópica.
Toulouse, la Tolosa del
Languedoc, la Ciudad Rosa, es la cuarta commune de Francia. Nació
hace más de 2000 años de un pueblo celta. Los romanos la bautizaron Tolosa. Los visigodos la convirtieron en capital de su reino y también lo fue del reino franco de Aquitania y del Condado de Tolosa. En el siglo XIII empezó a desarrollarse el Catarismo, lo que originó una guerra de religión que terminó con la región incorporada al dominio real, el mayor paso en la construcción de Francia. Actualmente, es la capital europea de la aeronáutica y de las industrias espaciales.
hace más de 2000 años de un pueblo celta. Los romanos la bautizaron Tolosa. Los visigodos la convirtieron en capital de su reino y también lo fue del reino franco de Aquitania y del Condado de Tolosa. En el siglo XIII empezó a desarrollarse el Catarismo, lo que originó una guerra de religión que terminó con la región incorporada al dominio real, el mayor paso en la construcción de Francia. Actualmente, es la capital europea de la aeronáutica y de las industrias espaciales.
Monumentos religiosos: destaca la Basílica de San Sernín (una de las mayores de estilo románico y
núcleo de peregrinación del Camino de Santiago. Sorprende por la amplitud y
belleza de su nave. Pueden admirarse los ladrillos del siglo XI, los capiteles,
el tímpano de los siglos XI y XII y la cripta que contiene un tesoro de
relicarios, como el de san Saturnino, obispo mártir de la ciudad a quien el
edificio está dedicado.
Monumentos civiles. El
mayor monumento de la ville rose es sin duda de tipo civil, se trata del
Capitolio. La sede del Ayuntamiento que da nombre a una gran plaza monumental
centro neurálgico de la villa.
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