6.- Arenas de San Pedro-El Tiemblo.
La etapa de hoy va a ser más larga y dura. El grupo se subdivide en dos: uno va a seguir el curso del Tiétar para llegar a El Tiemblo desde los toros de Guisando; el otro ascenderá el puerto del Pico y seguirá después el curso del Alberche para llegar igualmente a El Tiemblo. Se describe la segunda de las rutas.Desayunamos en la plaza y salimos hacia Mombeltrán en duro ascenso, antes de llegar se divisa la mole del castillo, que visitamos. Seguimos por unas rampas igualmente duras que llevan hasta Cuevas del Valle, donde vemos la calzada romana con la que zigzagueamos desde la carretera. El alto del puerto se ve cerca pero todavía quedan varios kilómetros y muchos metros de desnivel; no recordamos cómo es el puerto. El ascenso es la iconografía del miedo, el decorado del terror, aunque en estas ocasiones se manifiesta más claramente la energía del espíritu. Seguimos y vemos cómo la carretera sube por el lado derecho del valle, cruza al lado izquierdo y retrocede para ganar más altura y cruzar al lado derecho, para retroceder nuevamente y llegar definitivamente al alto. Hemos subido desde los 510 m de altitud de Arenas, a los 638 de Mombeltrán, a los 848 de Cuevas del Valle y a los 1.352 del Puerto.
El tiempo se ha ralentizado, ha avanzado a cámara lenta. Subimos los puertos como Sísifo alzaba sus piedras. La cima se nos aparece como un mundo inaprensible, trascendental, como una frontera moral, una ilusión, un objetivo desde el que se divisan nuevas cimas para futuras expediciones, nunca un lugar donde permanecer demasiado tiempo. Es la hipnosis de la montaña, en este grandioso paisaje de relieves verticales y en esta comarca pródiga en rincones naturales excepcionales.
Paramos en lo alto donde hay una magnífica fuente con agua muy fresca y un mirador con señalización de la calzada romana. La subida ha resultado dura: la altitud es de 1.430 m, el desnivel 873 m,, la longitud 16,9 km, el desnivel medio del 5,17% y el coeficiente 170. Queremos comer algo. El primer restaurante está cerrado y la primera venta, también. Por fin, en la segunda, Venta de la Rasca, podemos. Esta carretera sigue hasta Ávila; pasamos el desvío a la izquierda que lleva a El Barco de Ávila, seguimos hasta la Venta del Obispo y nos desviamos a la derecha. El trayecto es muy duro porque hay continuas bajadas y subidas que nos mantienen casi en la misma altitud.
Seguimos el curso del Alberche desde lo alto, pasando por Hoyocasero y Navalosa. Aquí se celebra la romería en honor de San Felipe Santiago y la anécdota es que el cura se jugó a las cartas la imagen del santo con el cura de Serranillos; la perdió, pero la gente no se la dejó arrebatar y acuden los dos pueblos unidos a celebrar la fiesta.
Los arroyos socavan las laderas de los montes regando sus frondas ribereñas ricas en sauces, alisos, álamos, etc. Desde Navatalgordo el descenso es acusado hasta Burgohondo. Paramos a beber algo fresco y nos indican que en el siguiente pueblo podremos elegir más sitios para comer. Seguimos hasta Navaluenga, comemos y vamos a descansar al puente romano, con una ribera del río planta de fresco césped. Poco después llegamos al embalse de Burguillo, muy bajo, que bordeamos entre llanos y subidas que ya se hacen duras. Salimos a la carretera que viene de El Barraco pero, como no entra a El Tiemblo, nos desviamos a la derecha y cruzamos por la presa.
En el pueblo vamos a la tienda de Panadero que nos arregla una avería y, tras la ducha, un paseo por el pueblo. Para terminar, nos arracimamos para la cena en Casa Mariano donde nos atienden muy bien y nos ponen unas raciones pantagruélicas. No se lo pierdan si van por ahí. Se respira una atmósfera embalsamada, una quietud arraigada como hiedra a las viejas casonas señoriales; la luz dorada se desvanece y la noche cae, el cielo se descuelga en estrellas como todas estas claras noches.
Qué ver:
Mombeltrán: castillo de los Alburquerque, siglo XV, arquitectura popular (fuentes, calles estrechas, casas en puiedra, madera y adobe con teja árabe), iglesia parroquial de San Juan Bautista -gótica, siglos XIV-XV-, rollo medieval, plaza corredera, antiguo hospital de San Andrés, siglo XVI.
Cuevas del Valle: calzada romana hasta el Puerto del Pico, siglo Ii a.C.
Puerto del Pico: mirador a los cuatro puntos cardinales.
Burgohondo: puente Arco, ermita de San Roque, ermita de los judíos, Plaza Mayor.
Navaluenga: puente romano en el Alberche.
El Tiemblo: templo parroquial, siglo XVI, toros de Guisando, siglo III a.C.
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