sábado, 1 de noviembre de 2014

5.- Frómista-León.

El alba nace sobre Frómista. Saludamos a la aurora con un sentimiento de preocupación porque quedan etapas muy duras. Empieza a enrojecerse el este y afrontamos otra jornada con buen tiempo, algo de viento en contra que frena pero evita el calor, porque pronto se alza el sol en el horizonte y desparrama sus resplandores. Dejando en pequeñas lomas los abandonados palomares que tanto nos gustan, llegamos a Villalcázar de Sirga, importante centro administrativo templario donde vemos su impresionante iglesia de Santa Mª la Blanca que aparece en las Cantigas de Alfonso X el Sabio en varios milagros. Un hombre lleva un sillar labrado para la iglesia de Villasirga; una mujer, a la que este hombre ha rechazado, lo calumnia injustamente y hace que lo ahorquen; cuando van a descolgarlo el hombre está vivo, gracias a la Virgen que ha puesto bajo sus pies el sillar labrado que él llevaba al templo como ofrenda.

Por mal camino llegamos al cercano Carrión de los Condes, a orillas del Carrión, lugar del Tributo de las Cien Doncellas: el pueblo satisfacía cada año a los moros el tributo en la iglesia de Santa Mª del Camino. La leyenda añade que Santiago provocó una estampida de toros en el momento de la entrega y desde entonces lo invasores no volvieron a exigirlo. Tierras de los infantes de Carrión, yernos del Cid. Vemos el convento de Santa Clara, pasamos por las iglesias y el monasterio y salimos.
Villalcázar de Sirga
Varios topónimos “de la Cueza” nos recuerdan que estos pequeños cursos de agua que atravesamos son intermitentes. Estamos en plena Tierra de Campos, llanura de panes amarillos muy importante: “No se llame señor quien en Tierra de Campos no tenga terrón”. Con una ligera avería llegamos a Sahagún. La reparamos y vemos la población, donde la ausencia de canteras fue la causa de las edificaciones en ladrillo y adobe. Su origen se debe a que en este lugar fueron enterrados Facundo y Primitivo, cristianos hispanos martirizados en el siglo IV.

Según la leyenda de su fundación, a petición de Santiago, Carlomagno entró en España para liberarla del rey musulmán Igolando. El encuentro tuvo lugar cerca del río Cea. Algunos soldados cristianos clavaron sus lanzas en el suelo y al día siguiente vieron que habían arraigado. Las cortaron para acudir al combate, pero de las raíces crecieron árboles. Ganada la batalla, se ordenó la edificación de un monasterio junto al que se constituyó un pueblo.

Son lugares sustantivos y eternos en los que el humo del tiempo comienza a apoderarse de todo el espacio. El enigma del a existencia consiste en que el tiempo entero se acumula en el presente. Los conceptos geográficos arrastran cosmovisiones históricas, políticas, económicas, etc., de las que no podemos desprendernos.

Por un camino arbolado junto a la carretera y por una carreterita desde el Burgo Ranero llegamos a Mansilla de las Mulas en día de mercado. Pasamos por una de las puertas de sus murallas. Tras la comida reposamos en la chopera junto al Esla, escuchando el silencio a esta hora silente y apacible. Duermen hasta los ruidos. Entramos en León. Nos quedamos en la zona vieja, vemos la catedral, la casa de los Botines, etc., y cenamos en una agradable placita, muy animada.

Hemos superado la mitad del Camino y hemos recuperado un día con respecto al plan trazado. Vamos demasiado deprisa aunque aguantamos. La materia y la energía, lo inerte y lo activo, no son opuestas sino que forman una unidad. Paseo por la catedral y alrededores. La calle hierve de vida. Después se llega rápidamente a la región de los sueños, a un sueño profundo, vacío de imágenes, reparador.

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