Del cine a la novela.
Santiago Lorenzo nació en Portugalete (Vizcaya) en 1964 y en 1989 fundó la productora cinematográfica El Lápiz de la Factoría, con la que debutó en el audiovisual con Bru (CM, 1989), un corto, un falso documental, en el que reconstruye la biografía de un perdido de la vida que busca, en realidad, una familia. Con una fórmula de puesta en escena similar, Es asunto mío (CM, 1990) es un micro-culebrón armado a partir de una tienda de fotocopias de barrio, una pintada en la calle utilizada como improvisado testamento y un periodiquito local que mete faltas de ortografía a propósito para escandalizar a sus lectores y aumentar así las ventas.
En torno al tema de la mentira, Manualidades (CM, 1992) es una comedia de terror que nos presenta el calvario que unos niños deben sufrir en su colegio a cuenta de sus aficiones. Tiberiades (CM, 1993) es una obra intimista organizada en torno a la genial canción “Tears of joy”, con la que Lorenzo y el músico Malcolm Scarpa inician su relación creativa. Su protagonista es un sujeto que lleva una semana encerrándose en los wáteres ante el pánico de cumplir años. Tras años de cultivar el documental de ficción, Café del Norte (CM, 1994) es casi lo contrario, una ficción documental. Aparentemente, no es más que una visita cinematográfica al histórico bar vallisoletano, pero enseguida se impone el carácter del local, un grito de auto-arte que su propietario ha conformado durante toda su vida. En 1995, Santiago Lorenzo produce Caracol, col, col, el primer corto en soporte cine de Pablo Llorens. Abordan el tema de la violencia de género, mediante un choque de estímulos (la crudeza del tema contra la blandura de la plastilina) que dan en llamar dulcigore.Los éxitos obtenidos en el campo del corto le llevaron a debutar en el largometraje en 1997. Producida de forma artesanal, Mamá es boba se convierte en un referente de cierto cine diferencial, escéptico, candente y subterráneo. Esta es la tragicómica historia de la familia Perdulí, relatada por un niño con graves problemas en el colegio y que toca el tema entonces inédito del bullying. La cinta se revela como un artefacto profético sobre nuestra relación con la telebasura y como el manifiesto estético de un autor poseedor de un excitante estilo propio.
En 2003, Lorenzo produjo La cigarra y la hormiga,
un corto de animación en plastilina dirigido por Pedro Rodríguez Abajo que
ofrece una peculiar versión del moralizante cuento clásico. En 2007 escribió y
dirigió el largometraje Un buen día lo tiene cualquiera, la historia del
opositor que se ve obligado a vivir con un viejo insoportable. La cinta
presenta un personaje entonces inédito: el yonki involuntario de la tercera
edad, frito a pastillas legales y convertido en pelmazo insufrible por efecto
de su adicción.
Para entonces, los problemas inherentes a la producción audiovisual llevaron a Lorenzo a un cambio de soporte para seguir contando historias, pero sin esperas, imposiciones ni problemas presupuestarios. Así que, en 2010, Santiago Lorenzo publicó su primera novela. Los millones cuenta la historia de un miembro de GRAPO al que le toca la lotería. Un premio que no puede cobrar porque el hombre no tiene DNI. La novela es una historia de amor e intriga, que anticipa visionariamente algunas de las cosas que están pasando en España.
CARROMATO HUMANITARIO. De cuando los buenos sentimientos
vienen envenenados.
En 2015 Lorenzo publica Las ganas. Es la historia de un sujeto que lleva tres años sin contacto sexual, sufriendo lo indecible por una sequía carnal (y afectiva, sobre todo) de la que cree ser el único representante sobre la tierra. El libro presenta la caída irremisible de un químico especializado en la conservación de la madera que, paradójicamente, se degrada cada vez más a cuenta de sus dudas. 9 chismes (2017) es una colección de nueve cuentos cortos que publica la editorial Autsaider.
ZOO-MUEBLE. Injerto de cérvido gallináceo en taquillón cajonero.
Los asquerosos aparece en 2018. La novela presenta a Manuel, un tipo que tras un encontronazo con la autoridad se ve obligado a huir a una aldea abandonada para esconderse donde nadie lo encuentre. En absoluta soledad, empezará a calibrar el mundo de forma muy distinta a como lo había hecho hasta entonces. La quinta novela de Lorenzo es Tostonazo (2022). Cuenta la historia de un joven que, lanzado a la vida laboral, es abrasado por la mala intención de un inútil y de un borrego.
LAS GANAS. Dormitorio inaccesible. Cama inaccesible. Almohada inaccesible. Todo inaccesible.
Entre los dos momentos descritos, el audiovisual y el literario -el cine y la novela-, el autor pasa una temporada haciendo tránsito. El resultado de estos meses es una serie de plasmaciones icónicas que no se entienden sin su formulación narrativa, verbal, heurística y hasta ética. Son las maquetas.
TELÉFONO MÓVIL. Cuando hubo que empezar a fabricarlo de forma masiva, el móvil tomó otras configuraciones de dimensiones más discretas.
La Exposición es un completo compendio de la obra tridimensional y gráfica de Santiago Lorenzo. De la obra que marca su paso del cine a la novela, realizada entre ambos momentos cronológicos. Se trata de una divertida colección de greguerías visuales, maquetas desasosegantes, muebles inútiles, objetos delirantes, construcciones para efectos visuales, artilugios a escala, modelos escenográficos, etc. Objetos contra la lógica compuestos, paradójicamente, a base de maniática perfección.LOCOMOTORA DE UNA RUEDA. Como locomotora, un asco: bamboleante, propensa al descarrilamiento, con el ténder donde peor. Estampa, ahora bien, sí que tiene.
Van acompañados de bocetos, dibujos, fotografías y
fotogramas preparatorios y/o alusivos. Papel fundamental juegan las cartelas,
parte literaria de la Muestra. Los comentarios en tablilla cifran el tránsito
de lo audiovisual (el cine) a lo verbal (la novela), con lo que la exposición expone,
en material tangible, su carácter diacrónico.
GRÚA IMPROBABLE. Torre de Babel para edificar torres de Babel. Prodigio de la ingeniería inútil.
MOTOS-VAGÓN. La roulotte del chamarilero, en dos versiones.
La muestra se completa con una colección independiente de dibujos y unos materiales relacionados con su producción literaria, variaciones de portadas, objetos, ediciones y curiosidades.
BUHARDILLA PARA AZOTEAS. Lo común es colocar la buhardilla en un tejado inclinado. Aquí va al revés, y el rincón que se forma al fondo parece adecuado para meterse en él a llorar.
MUEBLE SILBATO. La parte curva de la izquierda vale para guardar vinilos, pizzas, platos, tapacubos. Todo ello, colocado de pie. La parte de la derecha, que se use del modo habitual.
MUEBLE-BAR SECRETO. Sueño habitual: entrar en un
mueble, como si fuera un sitio en el que quedarse. Los fotogramas muestran cómo
quedó en la película.
TEATRO-COMIC. Los dibujos colgantes ilustran la
historia que va contando el rapsoda de negro. Según se suceden los episodios,
los dos tíos del mono van cortando los cables sincronizadamente. Una nueva
viñeta aparece sobre cada nueva escena.
Un intento absurdo de mezclar teatro y comic.
PUERTA ULTRA-ESTRECHA. Puerta, trampilla y tragaluz. Tres ranuras de dificultades para el acceso, que sólo traen problemas, que no cumplen, que me engancho la manga, que cómo me roza.
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