viernes, 19 de noviembre de 2021

Geografía del monumento natural.

Aprovechando el viaje a Ordesa para extasiarme ante su maravilloso otoño, veo, en la Sala de Exposiciones de la Diputación de Huesca, la original exposición del artista visual Eduardo Marco Miranda, dividida en seis partes, que resulta un ejercicio fotográfico que analiza los vínculos que mantienen las personas con los paisajes de naturaleza singular, un recorrido físico y temporal por las diferentes formas de experimentar el paisaje del Pirineo de Huesca, pero que, en su concepto, puede ser extrapolable a otros lugares.

La fuerza de las imágenes va dirigida a cuestionar la relación que tenemos con la naturaleza a través de la experiencia del turismo, cuya imagen preconcebida es de alivio transitorio de lo cotidiano. La modernidad ha ideado lo lúdico para el paisaje de montaña, pero sin tener en cuenta los desfases entre la forma de idear y su experiencia, ni la relación con los vínculos socio-económicos. Así resulta que estos enclaves naturales son lugares fundamentales para estudiar la complejidad de las relaciones sociales, económicas y políticas.

1.Zona perimetral al monumento.

Sobre la nostalgia y el extrañamiento hacia la naturaleza.

El desarrollo de la civilización, paradójicamente, aumenta el deseo de escapar de ella, por eso el lugar seleccionado para hacer turismo es distinto del de la vida cotidiana. Nuestro deseo de naturaleza se llena con el monumento natural, un signo de alta carga simbólica que hemos protegido previamente pensando que allí la naturaleza no está todavía domesticada, aunque es una naturaleza idealizada, muy diferente a la rigurosa e inexorable de la que huimos como especie.

 

                                               Simultaneidad paisajística. Sabiñánigo, 2021.

                                       Nuevo jardín planetario. Embalse de Respomuso, 2020


2.Pensar el paisaje a partir del archivo fotográfico.

Trabajo de la construcción de la cartografía de una montaña. Vinegmale.

En un diálogo entre el pasado y el presente del ser humano, que habla de lo efímero de la existencia al tener como trasfondo el tiempo perpetuo de las montañas, y en una reflexión sobre la acumulación de procesos e historias de un mismo territorio desde el pasado, las fotografías del pireneísta francés Alphonse Meillón, y algunas de Eduardo Marco, sirven para elaborar la cartografía del macizo del Vignemale.

La herramienta fotográfica es utilizada para descifrar la geografía de la montaña y desentrañar sus misterios, como forma de ordenar el espacio y como aproximación territorial que se transforma en visión paisajística.

 

                                              A este lado de las montañas. Candanchú, 2020. 

                                                 A este lado de las montañas. Formigal, 2020.

 


Naturaleza y capitalismo. Formigal 2020

 


Democratización lúdica de la vuelta a la Naturaleza. Candanchú, 2020.

 

                             Mercantilización de la Naturaleza: Fin de temporada. Candanchú, 2021.

 

3.Nieve como monumento.

Sobre la mercantilización lúdica de la naturaleza.

La naturaleza se ha convertido en paradigma de ocio y salud, cambio de significación debido al proceso de modernización del modo de producción capitalista, y, por tanto, se ha transformado en objeto de consumo y la industria del turismo la ha mercantilizado. Las imágenes de paisajes idílicos han pasado a ser mercancía y la actividad turística se ha apropiado de ese paisaje natural, como un atractivo para su disfrute, al servicio de la economía y la política. La paradoja es que cuanta mayor es la inversión en infraestructura y generación de empleos en el sector turístico, mayor es la transformación del paisaje, lo que no sería negativo si no se olvidaran los aspectos medioambientales y de ámbito social.

 

4.Ordesa, el monumento.

Sobre la conservación de la naturaleza primigenia.

La creación de lugares reserva donde lo primigenio todavía se conserva intacto ante las acciones antrópicas se debió a la conciencia del deterioro irreversible de la naturaleza. Estos espacios son de extraordinario valor ecológico, y su explotación como recurso turístico los ha convertido en iconos. Si no han seguido el mismo ritmo que el resto de territorios no custodiados, ha sido por una ordenación dirigida a su preservación, pero, de nuevo la paradoja, la delimitación de usos ha hecho que su evolución sea de manera no natural, de forma antagónica al carácter del propio paisaje que evoluciona al mismo tiempo que los modos de vida y costumbres de cada época. Una gestión de conservación como un patrimonio detenido consigue una escenografía, una foto fija de algo que fue. 

 

                                           Naturaleza espectacular. Mirador de Cierracils, 2021. 

                      Poética para la performance del quebrantahuesos. Gargantas de Escuaín, 2021. 

                          Icono de la nostalgia neorromántica. Ordesa / Sierra Custodia, 2021. 

                                          Modos de adecuar la experiencia. Bujaruelo, 2021. 

                                     La Zona, vista de contorno. Bajador de Cierracils, 2021 

                          Construcción mejorada de la realidad. Desfiladero de las Cambras, 2021 

                                 Marca de delimitación física de la zona. Punta Acuta, 2021


5.Galliguera, monumento patrimonial.

Sobre la relación entre la naturaleza y el entorno construido.

El uso con finalidad turística de los contextos geográficos naturales ejerce una transformación sobre el entorno, adaptando la orografía del territorio a sus necesidades. Estas alteraciones, que afectan al entorno monumental y al ámbito periférico, vienen definidas por la distorsión que el turismo realiza sobre las representaciones mentales preconcebidas. La dimensión patrimonial debe entender la protección como algo integral, no estanco, y se ha de administrar a través de la gestión del paisaje. A los contextos geográficos singulares se les incorpora, en una segunda lectura, las áreas de influencia socioeconómica del monumento, mediante valores paisajísticos, naturales y culturales.

 

                          Arquitectura del simulacro. Mallos de Riglos / Centro ARCAZ 2021. 

                                             Monumento máquina. Castillo de Loarre, 2021.

 

Del entorno al paisaje

Intervención cultural comunitaria para la adecuación del río Astón en Loarre.


Los paisajes cotidianos y degradados están en contradicción con la gestión de los paisajes naturales singulares como patrimonio. En el discurso que se produce entre la ciudad y la naturaleza se engloba la relación entre el paisaje rural y el monumento geográfico e histórico patrimonial, por lo que el paisaje rural no turístico se queda sin discurso propio.

 

6-Sierra de Guara monumental.

Sobre la naturaleza como escenario performativo.

El fenómeno social que es el turismo de naturaleza se produce con el desplazamiento a paisajes singulares fuera del entorno habitual, en los que se realiza una experiencia perceptiva relacionándose con el territorio e identificándose emocionalmente con sus elementos en un acto performativo.

El tipo de personas que podían dedicar su tiempo y recursos a este tipo de ocio comenzó con la distinción burguesa, para irse democratizando hacia la clase media, con nuevos hábitos, nuevo estilo de vida con deporte en la naturaleza y turismo activo. Pero el origen burgués del deporte tiene implícito un concepto de competición que se aleja de las ideas pedagógicas que guiaron el excursionismo de naturaleza en sus inicios.

                                                      El escenario deportivo. Rodellar, 2021.

 

Deporte en la naturaleza como principio de productividad. Barranco Formiga, 2021.

 


Arquitectura para la experiencia en la naturaleza. Alquézar, 2021.

 

 


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