Camino Lebaniego.
1ª etapa: Santo
Toribio (Municipio de Camaleño)-Cabañes.
Desde San Vicente
de la Barquera, donde se une al Camino del Norte, consta de tres etapas, la
última corta, desde Cabañes a Santo
Toribio, de 12,10 km. Nosotros lo hacemos al contrario, empezando aquí.
En la huida de los
musulmanes los cristianos llevaron al norte reliquias. Así llegó el Lignum Crucis –el trozo más grande de la
cruz de Cristo- a Santo Toribio, protegido desde entonces por la cofradía más
antigua de España, fundada en 1181, la Cofradía de la Santísima Cruz. La
posesión de las reliquias posibilitó su rápida expansión y la construcción de
la iglesia de Santa María de Lebeña
para depositarlas, dada la precariedad del edificio monástico. Las primitivas construcciones serían muy
sencillas, de estilo prerrománico o románico asturiano dentro de la tradición
visigoda. Se desconoce la regla por la que se regía.
El abad Beato de Liébana, que vivió en el
monasterio en el s. VIII, fue figura clave de la Iglesia por su defensa de la
ortodoxia frente a la herejía adopcionista de Elipando de Toledo y por impulsar
el culto a Santiago Apóstol, antes de que se descubriera su tumba. Su
“Comentario al Apocalipsis de San Juan” es fundamental en la historia del arte
y la cultura, y fue uno de los libros más copiados en la Edad Media, influyendo
en la escultura románica por sus miniaturas. No se conserva el libro, pero sí
muchas de sus copias.
La tradición dice
que el monje Toribio de Palencia fundó el monasterio, bajo la advocación de San
Martín de Turieno. En 1125 pertenecía al patrimonio real con la nueva
advocación de Santo Toribio de Liébana. En 1256 se construyó la actual iglesia, en estilo gótico monástico de influencia
cisterciense, con claridad de líneas y espacios y sobriedad decorativa, planta
rectangular y torre prismática a los pies de la nave central.
La peregrinación a
Santo Toribio de Liébana se inició tras la bula del Papa Julio II, del 23 de
septiembre de 1512, que otorgaba al monasterio el privilegio de la celebración
del Año Santo Jubilar Lebaniego “in perpetuum” todos los años en que el 16 de
abril, festividad de Santo Toribio, cayese en domingo. Desde 1960 una comunidad
de frailes franciscanos rige este santuario, recordando la tradición que señala
a San Francisco como visitante de Santo Toribio en su peregrinación a Santiago
de Compostela.
A 2,9 km de Santo
Toribio se encuentra Potes, el
centro de Liébana y de un paisaje espectacular, en la confluencia de los ríos
Quiviesa y Deva, al pie de los Picos de Europa, con el caserío del casco
histórico repartido entre las dos orillas unidas por los puentes de San
Cayetano y de la Cárcel. Fue repoblado en época de Alfonso I de Asturias, se
cita ya en el s. IX y en el X se nombra a la iglesia de San Vicente,
dependiente del Monasterio de Santo Toribio. Un conde gobernaba el territorio,
que recibió privilegios reales en los ss. XIII-XIV. En el s. XV los Mendoza hicieron
de la población la capital de la Liébana.
El edificio más
impresionante, la Torre del Infantado data del s. XV, es de planta cuadrada con
sótano, cuatro pisos y azotea, rematando una cornisa apoyada en modillones y
con cuatro cubos circulares almenados en los esquinales. Entrada por arco
ojival y varias ventanas ajimezadas. Sirvió como cárcel y Ayuntamiento y
actualmente acoge la exposición permanente “Beato
de Liébana y sus beatos. Aquí comienza todo”.
El otro edificio
importante es la iglesia gótica de San Vicente, s. XIV, híbrido entre el gótico
tardío de la estructura y la vanguardia del interior. La primera referencia es
del s. X. En la actualidad es Oficina de atención al Peregrino y sede del
Centro de Estudios Lebaniegos don Desiderio Gómez Señas. Pero Potes es mucho
más que estos dos edificios, con ser importantes. El conjunto histórico, la
parte antigua, con sus callejones y caserones, tienen gran encanto y hacen
situarse en otros momentos, en tiempos pasados.
Desde aquí el
Camino sigue la carretera hasta Tama, donde la abandona hacia el oeste, y,
pasando por Pendes, se dirige a Cabañes,
municipio de Cillorigo de Liébana.
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