La colina de los Tigres Dientes de Sable.
El MAR (Museo Arqueológico Regional) ofrece esta
exposición sobre los yacimientos miocenos del Cerro de los Batallones en
Torrejón de Velasco, Comunidad de Madrid, para concienciar sobre su valor
patrimonial y cultural en el 25 aniversario de su descubrimiento. Por medio de
fósiles, montajes anatómicos que reconstruyen animales, paisajes, videos,
maquetas, etc., nos trasladamos al paisaje madrileño de hace nueve millones de
años en el que un fenómeno geológico –la formación de cavidades naturales donde
los animales quedaron atrapados- permitió la acumulación y conservación de gran
cantidad de fósiles. La estructuración se realiza en cinco grandes áreas.
1.Introducción.
Explica la historia de los yacimientos (trampas naturales por proceso pseudokárstico
conocido como piping), la edad (Vallesiense Superior, Mioceno Superior), el descubrimiento
(cerro testigo del Mioceno, cantera, los fósiles no se encontraban in situ sino
que procedían de sedimentos removidos por maquinaria pesada), las campañas de
excavación, los resultados científicos y el significado actual.
2.Contexto
geológico. La Cuenca de Madrid, de unos 13.000 km2, cuyos
límites son el Sistema Central y la Cordillera Ibérica al Norte, la Sierra de
Altomira al Este y los Montes de Toledo al Sur, se formó como resultado de la
colisión de las placas Euroasiática y Africana durante la Orogenia Alpina. El
Sistema Central, que separó la cuenca de Madrid de la del Duero, se emplazó
entre el final del Eoceno y el inicio del Oligoceno. En las partes centrales de
la cuenca se acumularon materiales evaporíticos lacustres y, durante el
Cuaternario, depósitos fluviales con un total de 22 niveles de terrazas. Las
rocas que aparecen son granito, yeso, arcilla, sepiolita, caliza y sílex.
De especial significación es la “crisis vallesiense”,
hace 10-9 millones de años, en la que se produjeron importantes cambios
faunísticos debido a un cambio en las condiciones climáticas, al aumento de la
estacionalidad hídrica y térmica, a la expansión de la estación seca que trajo
como consecuencia que las especies forestales fueran relevadas por otras más
adaptadas a ambientes más áridos, produciéndose espacios más abiertos.
3.Origen y formación.
La estructura geológica de la zona presenta cuatro unidades
litoestratigráficas, de disposición horizontal, con materiales como arcillas,
yesos, dolomías y margas en la primera, sepiolita y sílex en la segunda,
calizas margas y sílex en la tercera, etc., originándose las cavidades con
posterioridad a las calizas. Este Cerro de los Batallones es un relieve
estructural de techo plano, como otros cerros testigo, labrado en series
sedimentarias horizontales como consecuencia de un proceso de erosión diferencial
sobre un estrato superior resistente.
La excepcionalidad de los yacimientos radica en que las
cavidades originales debían estar casi colmatadas –habiendo atrapado animales-
en la crisis vallesiense, en la que se acumuló una charca en el centro cuyo fango
pudo atrapar a grandes herbívoros. Como herramienta de investigación se ha
usado la tafonomía, la parte de la Paleontología que estudia la transición de
los restos orgánicos desde la biosfera a la litosfera, evaluando los procesos
de fosilización y el modo de formación de los yacimientos de fósiles.
4.Fauna. El
Cenozoico (antes del Terciario) es llamado la “Edad de los Mamíferos” por la
gran diversidad faunística existente. Las especies halladas son muy variadas y
van desde la microfauna, micromamíferos, hasta los mastodontes (proboscídeos),
rinocerontes, úrsidos. En medio quedarían los reptiles escamosos como los
varanos, aves, tortugas, rumiantes como los mósquidos o ciervos almizcleros,
carnívoros pequeños como mustélidos y mofetas, hiénidos, ailúridos (panda
rojo), grandes carnívoros en los que es importante el dimorfismo sexual,
grandes predadores como los félidos de dientes de sable, équidos, jabalíes,
jiráfidos, etc.
5.Más allá de los
fósiles. Este último apartado aborda el análisis conjunto de las
asociaciones de carnívoros, la evolución de las especies y nuevas tecnologías
de investigación. El conjunto de carnívoros era muy variado, así como la
combinación de los nichos ecológicos que originaron adaptaciones anatómicas. Su
interacción debió ser un complejo entramado. La distribución de tallas entre
las especies establecen las relaciones ecológicas entre los miembros de la
comunidad y con el medio imperante, que era de carácter tropical árido,
evolucionando de más a menos arbolado. Las condiciones climáticas y ambientales
y el modo de vida se han reconstruido a través de la composición isotópica de
los fósiles, Paleontología Isotópica. Junto a estos cambios medioambientales es
importante la evolución de los félidos.
La cuenca de Madrid se originó a finales del Cretácico
como consecuencia de los movimientos orogénicos alpinos que levantaron las
cadenas como el Sistema Central. Esta constitución estructural favorece que en
los bordes de la cuenca se encuentren los sedimentos más antiguos, mientras que
en su parte central los sedimentos que afloran son más modernos y poseen gran
riqueza en yacimientos paleontológicos como los descritos.
En esta gran exposición, los fósiles son la parte más
importante. Se exponen más de 160 piezas, que incluyen el caparazón completo de
una tortuga gigante, dos cráneos completos de Tigres diente de sable, cráneo y
mandíbula de mastodonte, etc., además de ocho montajes anatómicos que integran
muchas de ellas.
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