miércoles, 18 de junio de 2025

Ecos del océano

La exposición es una propuesta donde ciencia, tecnología, arte y creatividad se unen para incitar a la reflexión sobre la responsabilidad de las personas con el medio ambiente e insta a proteger y preservar el equilibrio entre el ser humano, la naturaleza y el resto de especies que conviven en el planeta.
Los océanos son el soporte vital de nuestro planeta, regulan el sistema climático y producen una gran cantidad de oxígeno y recursos naturales. Constituyen el mayor ecosistema del mundo, albergan casi un millón de especies conocidas y presentan un enorme potencial científico por explorar.

Los océanos son fundamentales para la supervivencia humana y el equilibrio del ecosistema global, y su conservación y su uso sostenible son uno de los Objetivos Globales marcados por Naciones Unidas para 2030. La existencia humana y la vida en la Tierra dependen de la salud de mares y océanos.

La instalación inmersiva y sensorial Ecos del océano’ ha sido producida por Fundación Telefónica en colaboración con el DHub y creada por el colectivo de artistas digitales Marshmallow Laser Feast en diálogo con el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la Univeritat Politècnica de Catalunya. La muestra, comisariada por José Luis de Vicente, se centra en una pieza principal: Seeing  Echoes in the Mind of the Whale [Viendo ecos en la mente de la ballena], una gran instalación audiovisual envolvente que invita al visitante a reflexionar sobre la sostenibilidad de los ecosistemas marinos.

Formada por doce grandes pantallas, esta instalación inmersiva integra imágenes generadas con tecnologías de inteligencia artificial y grabaciones sonoras reales de especies marinas recogidas en distintos puntos del planeta. Datos y sonidos surgidos de una investigación liderada por el LAB de la UPC que estudia la contaminación acústica de los océanos y el impacto sobre algunas de las especies que los habitan, entre ellas ballenas, cachalotes y otro tipo de cetáceos.

Fruto de esta simbiosis de ciencia y tecnología, unida al poder del arte y la creatividad, nace la exposición ‘Ecos del océano’, una propuesta artística, basada en uno de los proyectos científicos más interesantes de la actualidad en torno al ecosistema marino, que nos obliga a repensar nuestra responsabilidad con el medio ambiente y nos insta a proteger y preservar el equilibrio entre el ser humano, la naturaleza y el resto de especies que conviven en el planeta. Solo a través de la empatía y la coexistencia armónica con el entorno natural podremos asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras.

En el año 1970 un disco de vinilo cambió para siempre nuestra percepción del mundo conocido. Songs of the Humpback Whale, una recopilación de grabaciones de cantos de ballenas editada por el biólogo acústico Roger Payne, nos abrió las puertas a todo un universo de sonido que se escondía bajo el océano. Tras su publicación, cinco décadas de análisis de estas sofisticadas expresiones vocales han desvelado comportamientos sociales, intercambio de información y los rastros de algo que podemos llamar cultura.

Hoy sabemos que el sonido cumple un papel fundamental en las relaciones entre las distintas formas de vida marina. La ecología acústica está viviendo una revolución gracias a la irrupción de herramientas digitales a comienzos del siglo XXI, de los drones y la fotografía por satélite a las redes de micrófonos submarinos y la inteligencia artificial.

Ecos del océano es una conversación entre dos equipos creativos, uno artístico y otro científico, que nos ofrecen herramientas para experimentar la realidad desde perspectivas más que humanas. El colectivo británico Marahmallow Laser Feast utiliza las tecnologías digitales para explorar la manera en que las otras conciencias del planeta perciben la realidad a través de sus sentidos. El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas, liderado desde hace veinte años por el biólogo marino Michel André, ha abierto nuevas fronteras en el estudio del sonido bajo el océano y los efectos nocivos de la contaminación acústica sobre los ecosistemas marinos.

En la encrucijada entre la crisis climática y el surgimiento de un nuevo orden digital con el potencial para expandir el conocimiento a través de la tecnología, esta exposición es un sistema de escucha para ampliar nuestra capacidad de empatía con otros habitantes del planeta, con los que compartimos mucho más de lo que pensamos.”

José Luis de Vicente, Comisario.

 

“El océano es inmenso.

Las formas de ser y sentir de sus habitantes son inconmensurablemente diversas.

Las especies que habitan en sus profundidades perciben el mundo de formas distintas a las nuestras: ven, oyen y saborean a través de sentidos que quizá nunca lleguemos a comprender del todo. Su manera de sentir y percibir el mundo, su universo sensorial único, está fuera de nuestro alcance. Sin embargo, la imaginación nos permite ampliar nuestra subjetividad para incluir esta inmensidad.

Más que una descripción científica de cómo perciben los cetáceos, esta es una invitación al asombro, una oportunidad para imaginar cómo es ver a través del sonido, saborear corrientes envolventes y sentir con todo el cuerpo como un único órgano de percepción unificado.

En este viaje, sintoniza tus sentidos.

Localiza los sonidos que te rodean.

Explora todas las capas a tu propio ritmo.

Mientras cada pantalla te adentra más

en la inmensidad del océano.

 

Y haz una pausa.

¿Qué sientes al moverte como una ballena,

al nadar con las corrientes, al escuchar el canto

del océano a través de la piel?

¿Qué sientes al flotar como el plancton, invisible

pero esencial, dando aliento al mundo?”

Marshmallow Laser Feast.

1.MEDITACIONES

En el corazón de esta experiencia están los sonidos y vibraciones de los cetáceos (delfines mulares, ballenas jorobadas, cachalotes, ballenas grises) y pinnípedos (focas leopardo), cuyas complejas vocalizaciones resuenan no sólo como forma de comunicación, sino como un recordatorio visceral de los ecosistemas que habitan interconectados en la Tierra.

Sintoniza tu conciencia con las frecuencias y sincroniza la respiración con los ritmos de estos seres oceánicos para dejar crecer una sensación de existencia compartida con la vida bajo las olas.

Este espacio es un portal de conexión que nos invita a meditar acerca de nuestra coexistencia con las especies marinas. 

2.VIENDO ECOS EN LA MENTE DE LA BALLENA.

En este reino líquido, el sonido se convierte en un haz de luz que revela fragmentos de lo invisible a través de la ecolocalización o nos trae recuerdos lejanos: el viaje migratorio de las jorobadas trazado en ondulantes trayectorias, o el emocionante descenso de los cachalotes que se sumergen en las grandes profundidades en busca de sustento.

Ni siquiera con nuestras herramientas tecnológicas más avanzadas podemos desvelar por completo cómo perciben su mundo estos magníficos seres. Esta es una invitación, un puente entre nuestra imaginación y su modo de percibir el mundo, la perspectiva sensorial vivida.

Percibir como ellos es fundir los sentidos en uno solo: un collage multisensorial en el que la vista, el tacto, el gusto, el olfato y el sonido se disuelven en una conciencia única. Es percibir el mundo a través de moléculas vibrantes y ondas resonantes, donde el sonido no sólo transmite significado, sino que se convierte en la forma del propio medio. Es una percepción a la vez multisensorial y fluida en el tiempo, que entreteje pasado, presente y posibilidad en una imaginación coherente y dinámica de la existencia.                                    


3.LA CIENCIA DE ESCUCHAR.

El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universitat Politècnica de Catalunya, dirigido por Michel André, es una unidad de investigación pionera en el estudio del impacto que tiene sobre la vida marina la polución sonora generada por la actividad humana en el océano.

Para analizar y medir el efecto dañino de actividades como el transporte marítimo y la minería en aguas profundas, el LAB cuenta con hidrófonos-boya repartidos por distintos puntos del planeta, a la vez que accede a datos de distintas redes de monitorización acústica pasiva. Su sede en Vilanova i la Geltrú preserva un importante archivo de grabaciones submarinas procedentes de múltiples ecosistemas del planeta.

En esta sala podemos escuchar grabaciones del LAB registradas en distintos puntos del planeta y contemplar dos de los hidrófonos que se utilizan para sus investigaciones.

(Grabadora de sonidos para hasta cuatro hidrófonos./ Boya de monitorización con hidrófono.)




4.TEMPLO DE PLANCTON.

El plancton es el artífice invisible de la vida en la Tierra, el viajero microscópico pero monumental de las aguas del planeta. Con origen en las palabras griegas plankton (errante), zoon (animal) y phyton (planta), el zooplancton y el filoplancton son maravillas microscópicas que sustentan la vida a escala global.

El fitoplancton, alimentado por la luz solar y los nutrientes del agua, realiza la fotosíntesis liberando el oxígeno que sustenta la mitad de la atmósfera terrestre, y proporciona energía al zooplancton. A su vez, el zooplancton alimenta a peces, crustáceos e incluso a las ballenas más grandes. Juntos, estos organismos forman la base de los ecosistemas de la Tierra, reciclando carbono, produciendo oxígeno y sustentando la vida en todos los rincones del planeta.

Cada respiro que tomamos procede del plancton, pero su influencia va mucho más allá del presente. A lo largo de milenios, el plancton fosilizado ha moldeado el mundo físico, formando la tiza y la piedra caliza que definen las costas de la Tierra. Estos antiguos depósitos, extraídos y tallados, se han transformado en lugares de culto y reunión, testigos y apoyo del viaje de la humanidad a cada paso del camino.

En su silencioso brillo, el plancton revela el profundo poder de las formas más pequeñas para sostener y dar forma a las más grandes, mostrándonos que las creaciones más intrincadas de la vida comienzan con sus creadores más invisibles.


 

5.HISTORIAS DEL SONIDO PROFUNDO.

Entre 600 y 1.200 metros por debajo de la superficie del mar hay una franja de agua en la que el sonido se comporta de manera distinta. En el llamado canal SOFAR, las ondas sonoras pueden recorrer miles de kilómetros sin perder intensidad; una ballena en Sudáfrica puede escuchar los cantos de otra en la costa de Irlanda. A comienzos de la Guerra Fría, las dos potencias mundiales empezaron a captar y analizar metódicamente las señales acústicas de los océanos para extraer información sensible.

En este territorio acústico las voces de cachalotes, orcas y delfines se entrecruzan con el sónar de los submarinos, el rumor de las tormentas y el crujido de los icebergs y perforaciones mineras.

Bruixa

Cada año, entre febrero y junio, una comunidad de rorcuales visita la costa de Cataluña para alimentarse. Este fenómeno, aunque conocido por los pescadores de la zona, no empezó a ser estudiado por los biólogos marinos hasta muy recientemente. El rorcual común es la ballena más grande del Mediterráneo y la segunda más grande del planeta.

Desde 2013, la Asociación EDMAKTUB, con base en Vilanova y la Geltrú, ha empleado drones para observar de cerca a estos cetáceos y analizar su comportamiento. Sus grabaciones muestran que los mismos ejemplares regresan año tras año.

Esta es la historia de “Bruixa”, un macho adulto de rorcual común de 17 metros de longitud que fue avistado por primera vez en la costa de Tarragona hace una década y que sigue regresando cada primavera. Su presencia, junto con la de su comunidad, desafía la idea de que las ballenas habitan un mundo ajeno al nuestro y demuestra que nuestras vidas están más conectadas con las suyas de lo que imaginamos.

 



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