sábado, 16 de agosto de 2025

Alcalá de Henares

La fusión entre inteligencia artificial y creatividad artística está permitiendo explorar nuevos horizontes en la expresión artística y facilitando la creación de experiencias de realidad virtual. Constantemente vemos cómo la tecnología está transformando la creatividad, posibilitando la innovación y la democratización, al poner herramientas poderosas en manos de más personas cada vez. La IA en el arte mejora los procesos artísticos y el acceso al patrimonio cultural.

Para empezar, en este verano que arde, sirvan estas imágenes refrescantes sobre localizaciones de Alcalá de Henares, Madrid.



Siguiendo con Alcalá de Henares, podemos ocuparnos de algún personaje famoso relacionado con esa ciudad, en este caso el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros. Había nacido cerca (Torrelaguna, 1436), hijo de hidalgos pobres y, tras los estudios iniciales, pasó a las aulas del Estudio General de Alcalá de Henares, terminando sus estudios en Salamanca y siendo ordenado sacerdote en Roma. Tuvo multitud de cargos importantes, tanto religiosos como políticos. En su relación con Alcalá fue definitivo su nombramiento como arzobispo de Toledo -a quien pertenecía Alcalá- en 1495, a la muerte del cardenal Mendoza. En 1497 convocó en esta ciudad un sínodo para promover la reforma del clero diocesano y en 1499 fundó su institución más importante, y que tanto ha influido en la cultura española, la Universidad Cisneriana, a partir del antiguo Studium Generale del que había sido alumno. La primera piedra del edificio se puso en 1501 y las clases comenzaron en 1508, dotándose de Constituciones en 1510. Cisneros murió en 1517 y no pudo ver la nueva fachada de la Universidad ni tampoco vio publicada, aunque estaba terminada, la Biblia políglota complutense, uno de sus máximos afanes culturales, autorizada por el papa León X en 1520 y distribuida a partir de 1522.

(Retrato del Cardenal Cisneros en el Paraninfo de San Bernardo de la Universidad Complutense de Madrid)

La Universidad de Cisneros fue mucho más que su Colegio Mayor de San Ildefonso y constituyó un compendio de más de cuarenta colegios menores, conventos, hospitales, imprentas, etc., que formaron el modelo de ciudad universitaria en la Edad Moderna. De todo ello, lo que mejor simboliza la época y las ideas que la representan es la fachada, obra del renacimiento purista, del estilo plateresco, obra de Rodrigo Gil de Hontañón, que sustituyó a una construcción más sencilla en ladrillo. La ciudad del saber cisneriana fue trazada por el complutense Pedro Gumiel y, muerto ya Cisneros, en 1537-1553, se levantó la nueva fachada que refleja la forma de entender el mundo en aquella época, el saber, el conocimiento, la importancia de la cultura y las artes.



Se construyó durante los episcopados de Alonso de Fonseca (1524-1534) y Juan Tavera (1534-1545), pensando en contratar a los arquitectos punteros, Juan de Álava, Luis Vega, Diego de Siloé y Alonso de Covarrubias, pero, al no estar disponibles, se confió en Rodrigo Gil de Hontañón que había trazado la torre de la catedral Magistral. La originalidad de su iconografía permite múltiples lecturas en torno al pensamiento del mundo renacentista. La fachada es un gran telón que muestra cómo a través de la puerta del estudio se llega a Dios, que está por encima incluso del emperador, y al tiempo que está por encima del estudio, de los hombres de iglesia y de los reyes, pero a la misma altura que Dios.




Cisneros, como cardenal y como franciscano, delante de la fachada que no conoció.



Otra obra de Cisneros en Alcalá es la Iglesia Magistral de los Santos Justo y Pastor, que sustituyó al templo medieval, construida por los hermanos Antón y Enrique Egas con la ayuda del complutense Pedro Gumiel. Es un edificio gótico isabelino, que data de 1497-1514, situado en lo que fue el centro urbano de la villa durante la Baja Edad Media en una estructura radiocéntrica. Desde 1519 es Magistral, única en el mundo junto a San Pedro de Lovaina (Bélgica), lo que suponía que todos sus canónigos debían ser magister de la Universidad. Es Catedral desde 1991, cuando se restauró la diócesis Complutense. Destaca la torre renacentista diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón y el claustro herreriano.








En esta Iglesia Magistral debería haber sido enterrado Cisneros y, efectivamente, sus restos descansan aquí, pero su sepulcro está en la capilla de San Ildefonso, adscrita al antiguo Colegio Mayor de ese nombre. El cenotafio es obra del escultor Domenico Fancelli, terminado por sus sucesores en 1521.





 

lunes, 11 de agosto de 2025

Morón de Almazán

Es un municipio de la provincia de Soria, comarca de Almazán, que cuenta con 202 habitantes (2024) y está situado a 1.004 m de altitud. El topónimo Morón puede hacer referencia a monte o montículo, como el cerro del castillo donde se han encontrado restos arqueológicos de época celta y en cuya ladera se sitúa el pueblo. En el siglo XII, a la muerte de Alfonso VI, se encontraba en manos musulmanas siendo un pequeño castillo de control hacia el Jalón y Medinaceli. Fue conquistado por los cristianos y cambió de manos entre Aragón y Castilla. En 1304 recibió el título de villa del rey Fernando IV de Castilla y Alfonso VII fortificó la población. Pasó a señorío de Duguesclin, pero volvió a Enrique II de Castilla. Más tarde pasó a señorío de los Mendoza y los marqueses de Camarasa. En el censo de 1842 tenía 860 vecinos y, cuando en 1895 se abrió la línea Valladolid-Ariza, tuvo estación de ferrocarril propia.

Lo más destacado es la plaza mayor, conjunto monumental renacentista que subraya el carácter institucional de las plazas mayores, de gran armonía y con representación jerárquica de los habitantes y los estamentos de poder escalonados elegantemente: el pueblo en la parte baja y, ascendiendo, el concejo -poder civil- con arquerías abiertas a la administración de la localidad, el palacio del señor -poder señorial-  con fachada cerrada y vida de puertas adentro, y la iglesia -poder religioso- presidiendo el conjunto. La plaza contiene edificaciones de la primera mitad del siglo XVI, una fuente, un rollo y la iglesia en lo alto, que es del siglo anterior. Se ha mantenido prácticamente igual desde su construcción. Ya en el siglo XX se eliminó el frontón del juego de pelota y se trasladó el rollo.




Concejo o Ayuntamiento, de finales del siglo XV, es el edificio más antiguo de la plaza. Es un edificio pequeño, de dos plantas con arcos escarzanos adornados con florones. Los arcos se repiten en la planta superior. En la espadaña hay un reloj de finales del siglo XIX.







El rollo, gótico de principios del siglo XVI. Originalmente se hallaba junto al concejo, pero se ha trasladado junto a las escaleras de subida a la iglesia.





El palacio tiene fachada de sillería, portada ceñida por columnas con escudo de los Mendoza encima y medallones con las caras del matrimonio Juan Hurtado de Mendoza y Leonor del Río. La fachada destaca por su sobriedad, decorada con sencillos alfices que enmarcan sus principales huecos. Después ha tenido otros usos como cuartel de la guardia civil y en la actualidad es la sede del Museo Provincial del Traje Popular de Soria, creado por la Diputación Provincial en el año 2012 para dinamizar culturalmente el mundo rural.

 




La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es de estilo gótico de transición, siglo XVI, construcción costeada por la familia Mendoza, sustituyendo a otra anterior de menores dimensiones.







Lo más impresionante es la espectacular torre plateresca, que domina la Plaza Mayor, levantada en 1540. Tiene planta cuadrada y se alza en cuatro cuerpos separados por frisos decorados con animales enfrentados o florones. 








La decoración va aumentando con la altura. El cuerpo bajo es macizo. En el segundo cuerpo hay una ventana cuadrada con venera y jambas profusamente adornadas. 



En el tercero, una ventana cuadrada en la cara oeste, blasones (Mendoza a la izquierda y Ríos y Salcedo a la derecha), la esfera de un reloj y una inscripción con este texto: “En el tiempo de la Sacrosanta Cesárea Católica Majestad del Emperador D. Carlos el Magnánimo, D. Juan Hurtado de Mendoza siendo Señor de esta villa, casado con Doña Leonor del río, mandó hacer esta torre. Se terminó el 4 de septiembre del año 1540”. 


 


 El cuerpo superior es el más abierto, al concentrar los vanos, en arco de medio punto, dos en la cara oeste y tres en la sur; en la cara oeste hay un bello balcón semicircular bajo los vanos. 







La torre se remata con una cornisa sobre la que apoya una cornisa saliente con gárgolas y elegante crestería.  






El acceso es por pórtico con amplio arco carpanel y rejas, que anteriormente estuvieron en el interior del edificio. En el techo, los nervios de su bóveda de crucería parten de los símbolos de los cuatro evangelistas, situando el escudo de los Mendoza en la clave central.







El interior es de una nave con bóvedas de crucería y capillas adosadas en los laterales. La cabecera es pentagonal, con el retablo mayor barroco del s. XVIII (talla románica de la Virgen de la Muela) y con el acceso a la cripta con los enterramientos de la familia Mendoza al pie del altar. 


A la izquierda, en un arco abierto en la pared, al estilo del Doncel de Sigüenza, el sepulcro en alabastro de D. Rui Hurtado de Mendoza, tercer señor de Morón, con la inscripción “muerto en campaña bélica en 1516”. A los pies hay un amplio coro elevado sobre arco rebajado con balaustrada de piedra, que contiene un órgano del siglo XIX, y la gran pila bautismal (románico tardío, siglo XIV, arcos entrecruzados) en el sotocoro. Hay numerosos escudos de la familia Mendoza y de linajes emparentados.

 

 

jueves, 7 de agosto de 2025

Afterwork (PhotoESPAÑA)

Esta exposición en la sala de exposiciones Santa María la Rica, Alcalá de Henares, indaga en la relación entre el viaje y los fotógrafos, en el contraste paradójico entre el empleo del tiempo de ocio y la necesidad compulsiva de seguir produciendo imágenes no precisamente casuales o improvisadas. Se trata de un recorrido imaginario por seis capítulos veraniegos que conforman una odisea colectiva de imágenes tomadas en fértil soledad, que se condensan en la revelación de Fernando Pessoa: “De cualquier viaje, por breve que sea, regreso como de un sueño lleno de sueños”.

El viaje, más su anhelo que su consecución, ha sido motor de arranque para el proceso creativo de fotógrafos desde los orígenes de esta disciplina. Proyectar un viaje es, para un fotógrafo, escoger un territorio donde liberar las inquietudes que permanecían en cautiverio en su residencia habitual, mientras para el resto es una desconexión de la rutina. 

La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”. Esta declaración, casi un manifiesto, de Fernando Pessoa, incluida en su Libro del desasosiego, es la hoja de ruta de los artistas que integran esta exposición.

 

EL VIAJE.


Mientras el turista apresurado soporta con impaciencia el trayecto hasta el anhelado destino, el fotógrafo lo emprende como un rito en el que a veces lo de menos es llegar. Los artistas agrupados en esta sección reivindican la costumbre de desplazarse con lentitud, con etapas de transición geográfica y emocional entre un lugar y otro, lo que se traduce en el elogio de los tiempos muertos y en el interés de detalles secundarios. Así no resulta tan relevante a donde ir, sino cómo hacerlo, para simultanear el viaje y el proceso creativo.




 

PAISAJES DE TRÁNSITO.

Los fotógrafos se detienen frente a espacios irrelevantes para otros viajeros en busca de capas de memoria de lo que en ellos sucedió. La dicotomía de John Szarkowki entre los fotógrafos-espejo (su trabajo como expresión de su mundo interior) y los fotógrafos-ventana (su obra como exploración del mundo exterior) se resuelve encontrando fuera respuestas a las preguntas que surgen dentro. Las luces y formas en las que el fotógrafo se reconoce se asientan en efímeros decorados, en panoramas difíciles de encontrar en guías de viaje, en puntos de vista personales, incluso irreales.

 




ESTADOS DE EXCEPCIÓN.


Bajo un calor sofocante, el relajo de las costumbres se impone como forma de atravesar el desierto estival, considerado un estado de excepción en un acuerdo tácito en el que todo vale y nada es suficiente porque siempre puede haber más de todo. Así se refleja en las imágenes de los ingleses en Mallorca, en las fiestas populares, en las maneras de relajarse al sol.






CINE DE VERANO.


En La vida descalzo, Alan Pauls dice que “se sueña mucho en la playa. Y que cada sueño, digamos, equivale a una película”. El cine también sueña con el verano, como en esta selección de películas españolas contemporáneas en las que el verano es el imperio de lo visible, principio y fin, promesa y nostalgia, aquello que, triste o felizmente, siempre termina.

 

FAMILIA Y OTROS ANIMALES.

Gerald Durrell describió con humor y ternura su infancia naturalista en Mi familia y otros animales. Para aquellos que pasan sus vacaciones en la naturaleza, es un tiempo de exploración con familia y amigos para profundizar los vínculos afectivos con el entorno cercano y generar otros nuevos con personas y animales con los que se convive de forma temporal.

En este apartado se ha fotografiado lo cotidiano, interesándose tanto en las vidas de los allegados como en los lazos que entretejen una red de familiaridad con desconocidos.

El tiempo de ocio permite observar con detenimiento lo que suele pasar inadvertido. De la unión infrecuente de animales y personas por un periodo limitado brota una colección de imágenes entrañables como un atípico álbum de familia.





 

FINAL DE VERANO.

Canto al amor estival que termina con el fin de la temporada, temática de la ruptura y la ausencia desde unos días de sol cegador hasta la matización por el ocaso de los últimos instantes de penumbra.

Con su lógica de fin de ciclo, el verano exige en ocasiones la culminación de un cambio pendiente de concluir, como el abandono definitivo de la adolescencia para completar la transición a la edad adulta. No obstante, “la nostalgia es un buen material de trabajo, pero como energía vital no es muy recomendable”.

Encuentros, reencuentros y desencuentros despiden la estación para dar paso al otoño, tan maduro y sosegado que hace que el verano parezca haber ocurrido muchos años atrás. 


REEL.

Hasta hace no mucho, de las vacaciones se volvía con carretes para revelar y contar la experiencia a un círculo reducido de personas. Hoy se comparten fotos y videos en directo con una potencial audiencia infinita, lo que genera una avalancha de imágenes muy similares entre sí.

Donde los turistas ven un monumento, los artistas ven a quien está mirando el monumento; en vez de puestas de sol, zonas de sombra que quedan a su paso.

Además de hacer referencia a la idea circular de volver una y otra vez sobre la misma cosa, Reel también se utiliza para rollo o carrete, lo que otorga más sentido a esta forma en que ahora se guardan los recuerdos de verano.