Divina Comedia. Dalí
Con motivo del setecientos aniversario del nacimiento de Dante Alighieri (1265-1321), en 1950 el Instituto Poligráfico del Estado italiano encargó a Salvador Dalí una serie de acuarelas para ilustrar la Divina comedia, lo que suscitó una gran polémica, ya que el artista seleccionado no era italiano, y, finalmente, el Gobierno prescindió de sus servicios. Sin embargo, Dalí continuó con su labor y, durante años, trabajó en un centenar de acuarelas y supervisó el proceso de transferirlas a las planchas de xilografía. El resultado es una de las obras ilustradas más importantes del siglo pasado, en la que destaca su visión surrealista.“El romanticismo perpetuó la ignominia de hacer creer que el infierno era negro como las minas de carbón de Gustave Doré donde no se ve nada. No, el infierno de Dante está iluminado por el sol y la miel del Mediterráneo, por eso los terrores de mis ilustraciones son analíticos, supergelatinosos con su angelical coeficiente de viscosidad”.
SALVADOR DALÍ
La edición que presenta esta exposición en Santa María la Rica, Alcalá de Henares, se compone de cien xilografías originales sobre papel vélin pur chiffon de Rives, papel vitela que no tiene grano y se caracteriza, además de por su tacto sedoso y liso, por no dejar aparecer “líneas” o trazas de la malla metálica de su fabricación. La serie fue editada por Editions d´Art Les Heures Claires (París), necesitándose 3.500 taco xilográficos.
Dante Alighieri (Florencia, 1265 – Rávena, 1321) es
considerado el padre del idioma italiano. En Florencia se hablaban nada menos
que catorce dialectos cuando él nació, por lo que creó un patrón lingüístico al
que llamó “toscano”.
Fue condenado y tuvo que exiliarse en 1302, tras un
sangriento enfrentamiento con dos facciones rivales: los “blancos”, que exigían
que se limitaran los poderes del papa -a los que pertenecía Dante- y los
“negros”, dispuestos a aceptar la influencia del pontífice en los asuntos de la
ciudad. Lo dejó todo -trabajo, esposa, hijos- y nunca volvió a Florencia.
La Divina comedia es una obra revolucionaria desde el
punto de vista literario y fue escrita con el objetivo de ajustar cuentas con
los que lo condenaron, por lo que deja claro que las almas pecadoras están
condenadas a vivir eternamente los males que causaron. Narra en primera persona
el descenso al infierno y al purgatorio de la mano de Virgilio, autor de la
Eneida, y el ascenso posterior al paraíso, guiado por su amada Beatriz. En el
viaje, en el que encontrará su propia identidad, crea la noción del infierno
-término dantesco-, interpretado por grandes artistas como Botticelli,
Delacroix o Dalí.
La Divina Comedia se presenta en seis volúmenes, dos para cada parte de la serie: Infierno, Purgatorio, Paraíso. El simbolismo del número tres se sitúa en el centro de la obra: tres personajes, tres partes o cantigas y treinta y tres cantos por cantiga -excepto el Infierno, que tiene treinta y cuatro-, cada uno compuesto por tercetos.
INFIERNO.
“Esta mísera suerte tienen las tristes almas de esas
gentes que vivieron sin gloria y sin infamia”.
DANTE.
Infierno, canto 1. Comienzo del largo viaje. 1959-1963.
Infierno, canto 3. Carón y la travesía del Aqueronte. 1959-1963.
Infierno, canto 19. Los simoníacos. 1959-1963.
Infierno, canto 20. Adivinos y brujos. 1959-1963.
Infierno, canto 26. Los habitantes de Prato. 1959-1963.
Infierno, canto 30. Los hombres que se devoran. 1959-1963.
PURGATORIO.
“Los echa el cielo, porque menos bello no sea, y el
infierno los rechaza, pues podrían dar gloria a los caídos”.
DANTE.
PARAÍSO.
“Existen aún tres conductas contrarias al cielo: la
incontinencia, la malicia y la brutalidad”.
DANTE.
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