viernes, 18 de abril de 2025

 Hispano

Gladiadores en el Imperio Romano

Trinidad Nogales Basarrate y Ángeles Castellano Hernández, Comisarias. La gladiatura romana ha suscitado siempre un enorme interés, acrecentado por el descubrimiento de los anfiteatros, documentos arqueológicos de Pompeya, el cine, etc. En Hispania se conservan numerosos edificios construidos a expensas del erario público o de patrocinio privado. Esta exposición, en el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, pretende acercar al espectador del siglo XXI a este fenómeno histórico. 

Copa con luchadores. Museo Arqueológico Nacional. Cerámica, técnica de figuras negras. Ática, 540-520 a.C.
Ánfora panatenaica con luchadores. Museo Arqueológico Nacional. Cerámica, técnica de figuras negras. Ática, 500-480 a.C.

I.El origen de la gladiatura.

En los siglos VI y V a.C. aparecen en las pinturas de las tumbas etruscas unas pinturas con escenas de combate, aunque es en el centro y sur de Italia, desde el siglo IV a.C., cuando se documentan pinturas funerarias con escenas de luchas similares a las gladiatorias. Los combates de gladiadores se denominaban munus, cuyo origen estaba en los combates funerarios que las familias nobles celebraban en homenaje al difunto. Al popularizarse, se extendió por los territorios conquistados por Roma. En Hispania se han relacionado con luchas funerarias las ofrendas de armas de las necrópolis ibéricas del siglo IV a.C. Desde el siglo II a.C. estos espectáculos formaron parte de la vida cotidiana de los romanos.

Lastra con escena de venatio (cacería). Museo Nazionale romano. Terracota, Fin  siglo I a.C.

Los primeros edificios para el espectáculo.

Los primeros espectáculos se realizaron en el foro y de ser celebraciones funerarias pasaron a tener carácter público y ser vehículo de promoción social. Los espacios en el foro, que debían alojar un gran número de personas, tenían unos 100 x 50 m, con la arena en el centro y unas estructuras de madera alrededor. Los magistrados y familias privilegiadas tenían plazas reservadas. Al esfuerzo de montaje y desmontaje se unió la alteración de los fines del foro, por lo que comenzaron a construirse edificios permanentes y específicos. La palabra amphitheatrum no se generalizó hasta el siglo II d.C. 

Reproducción de los frescos decorativos del anfiteatro de Pompeya. Museo Archeologico Nazionale di Napoli. Acuarela. Siglo XIX





En la colonia Augusta Emerita, fundada ex novo, hubo un teatro, impulsado por Agripa, yerno del emperador Augusto en el 16-15 a.C., y un anfiteatro de madera en el 8 a.C., que fue remodelado a fines del siglo I d.C. en piedra, ladrillo y hormigón, con protagonismo de la decoración.



II.El anfiteatro.

Los primeros anfiteatros se sitúan, siglos II-I a.C., en la Campania, con edificios famosos en Capua y Pompeya. Era un edificio nuevo, como un teatro de doble dimensión, con una arena elíptica y un graderío de gran capacidad separados por un pódium. El graderío seguía igual distribución que el teatro, tres sectores. Había puertas en los ejes mayores y menores y espacios de carácter religioso.

El primer anfiteatro permanente de Roma se construyó en el año 29 a.C. Estos espectáculos se siguieron manteniendo, destacando el gusto de Calígula por ellos y la naumaquia en el Lago Fucino en el año 52 d.C. Nerón construyó en el 57 d.C. un gran anfiteatro en madera, destruido por un incendio en el 64 d.C. Vespasiano decidió construir uno nuevo, pero murió y fue terminado por su hijo Tito en el 80 d.C. El anfiteatro Flavio es el icono de la arquitectura oficial.

Maqueta del anfiteatro Flavio, conocido como El Coliseo. Madera, yeso alabastrino. Escala 1:250


Relieve con combate de gladiadores. Museo Nacional de Arte Romano, Mérida. Mármol. Mediados-fines del siglo I d.C.


III. Espectáculos en la arena. Tipos de gladiadores.

Los gladiadores eran prisioneros de guerra, esclavos y hombres libres, que eran entrenados por los lanistas, empresarios. El reclutamiento era monopolio imperial. Existía una gran relación entre el ejército y la gladiatura, aunque eran mundos diferentes, por el dominio de las armas y el entrenamiento. La diversidad no era homogénea en origen, pero se establecieron variedades más o menos permanentes desde Augusto, siglo I d.C.

Mosaico de gladiadores. Museo Arqueológico Nacional. Piedra caliza.Roma. Finales del siglo III d.C.



IV.Protagonistas: gladiadores y oficios al servicio del espectáculo.

Además de los gladiadores existían diversas profesiones relacionadas con los espectáculos: lanistas o empresarios, músicos, acomodadores, operarios y servidumbre. Las autoridades costeaban y difundían los juegos. Los cargos religiosos custodiaban los ritos, capillas y sacrificios a las divinidades. Dado el elevado valor económico de los gladiadores, existía el médico-quirúrgico.





Animales en la arena.

El juego gladiatorio consistía en la lucha entre dos contrincantes de diferente especialidad. Después se introdujeron las venationes o cacerías, luchas entre animales y entre hombres y fieras. Se conservan representaciones con todo tipo de animales que se alojaban en recintos especiales, bien custodiados. En el Coliseo de Roma estaban dentro de jaulas que se subían a la arena por medio de mecanismos provocando sorpresa y expectación.



V.Armas, defensas y utillaje en el anfiteatro.

Las armas determinaban las variedades de lucha. Eran ofensivas (espadas, puñales, tridentes) o defensivas (escudos) y los mejores ejemplares proceden de Pompeya. Las parejas se formaban con un armamento equilibrado. Se cubrían la cabeza con un casco metálico, el cuerpo con una malla metálica, un calzón corto y protectores en brazos, manos y piernas. En la arena se simulaba terreno agreste, bosque, y se construían trampas. 

Casco con visera calada. Museu de Mallorca. Cobre con hierro y silicio. Visera: latón.

Casco de provocator. Museo Archeologico Nazionale di Napoli. Bronce. Siglo I d.C.

Fragmento de estatua con pierna de gladiador.  Fin siglo I – siglo II d.C. Mármol.
Espinillera. Bronce. Mérida. Principios siglo II d.C.
Hombrera decorada de retiarius. Napoli. Bronce. Siglo I d.C. 
Cadena
Protecciones de muslo. Napoli. Bronce. Siglo I d.C.
Greba. Museu de Mallorca. Cobre, estaño, plomo, hierro.

VI.Dioses, poder y gladiatura.

Los juegos estuvieron siempre muy ligados al poder, a las familias aristocráticas en sus orígenes, y al sistema de propaganda política en el Imperio. Todos los emperadores fueron conscientes del poder sobre la sociedad y construyeron anfiteatros y financiaron las actividades. El aspecto religioso era una constante, con gladiadores foráneos encomendándose a sus divinidades, como Némesis, en las capillas. 

Marte. Relieves de exvotos. Larario.  Inscripción pictórica a Némesis.  Placa 

Leyes.

La Lex Romana era el principal instrumento organizativo del Imperio. Tener leyes iguales para todos fue un instrumento de poder decisivo. Fueron leyes unificadoras, legisladas bajo la aprobación del emperador y senado. La organización política estaba fundamentada en las comunidades urbanas. La ciudad se apoyaba en tres estamentos, la asamblea, los magistrados y el senado local. Las leyes se escribían en placas de bronce y se exponían públicamente en los muros del foro. 

Lex coloniae genetiuae iuliae. Tablas I, II y V. Museo Arqueológico Nacional. Reproducción del original en bronce. Urso, Osuna, Sevilla. Siglo I d.C.



Senadoconsulto de Itálica.

Esta tabla de 66 líneas y 12 párrafos contiene la propuesta del emperador Marco Aurelio, a quien no le gustaban las luchas en la arena, y su hijo Cómodo, y fue promulgado en el 177 d.C. Se trataba de disminuir los gastos de los juegos implantando unos precios máximos y tratando de cobrar las deudas al fisco.


Senadoconsulto de Itálica. Museo Arqueológico Nacional. Reproducción en resina del original en bronce. Itálica, Santiponce, Sevilla. Siglo II d.C.



Monedas.

La emisión de monedas de plata y bronce, bajo patrones romanos, comenzó en la península Ibérica en el siglo II a.C. Con Augusto y el Imperio se emitieron más tipos en las innumerables cecas. En un Imperio tan grande, al igual que una lengua única y una ley igual, era necesaria una moneda única. Las más prestigiosa fue el áureo, realizado en oro en las cecas imperiales. Después, el denario de plata, el sestercio y el dupondio de bronce y el as de cobre. Todas con sus monedas fraccionarias. 


El anverso se reservaba para los emperadores y miembros de su familia. El reverso, para conmemorar acontecimientos, para los dioses, monumentos, etc. En el reverso del áureo de Agusto se representa a la diosa Diana cazadora con arco. El de Vespasiano tiene el templo de Vesta; el de Tito, la Pax Augusta con cetro y rama de olivo o el emperador sobre una cuadriga. El sestercio de Trajano una diosa Victoria con trofeo y el áureo de Adriano al dios Marte con lanza y escudo, deidad protectora de los gladiadores. Los precios de los gladiadores se establecían en sestercios. La entrada a los espectáculos era gratis.

VII.Economía y gladiatura.

Los juegos comenzaron siendo de dimensiones reducidas, pero acabaron reuniendo grandes masas de población y enormes intereses debido a su popularidad. Se movían los intereses de los empresarios (lanistas) que compraban y vendían gladiadores, del comercio de animales, del movimiento de gentes en la ciudad cuando se organizaban los juegos, etc. Las pinturas de Pompeya muestran un universo de tenderetes alrededor del edificio donde se vendía comida caliente para llevar al interior, exvotos y símbolos de los dioses, etc.



Alimentación y salud.

Los gladiadores llevaban un estilo de vida controlado, con duros entrenamientos y suficiente dieta alimenticia. Ingerían pocas proteínas de animales y su dieta era rica en carbohidratos procedentes de legumbres, cereales y verduras. En el sanarium recibían tratamiento médico para sus heridas, como el famoso médico Galeno en Pérgamo, utilizando remedios naturales obtenidos de plantas. Además de la fuerza y la alimentación, la mente y la fuerza psicológica era fundamental.




VIII.Final y supervivencia de la gladiatura.

La aparición del cristianismo supuso un cambio de mentalidad y la condena de la violencia, y las preferencias del público se dirigieron a las carreras en el circo. A partir del siglo IV llegó el declive de los juegos, aunque su poder de atracción era tan fuerte que permanecieron en el imaginario colectivo. La leyenda pervivió ayudada por la potencia de edificios como el Coliseo. Modernamente, el cine ha ayudado al recuerdo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario