Afterwork (PhotoESPAÑA)
Esta exposición en la sala de exposiciones Santa María la Rica, Alcalá de Henares, indaga en la relación entre el viaje y los fotógrafos, en el contraste paradójico entre el empleo del tiempo de ocio y la necesidad compulsiva de seguir produciendo imágenes no precisamente casuales o improvisadas. Se trata de un recorrido imaginario por seis capítulos veraniegos que conforman una odisea colectiva de imágenes tomadas en fértil soledad, que se condensan en la revelación de Fernando Pessoa: “De cualquier viaje, por breve que sea, regreso como de un sueño lleno de sueños”.El viaje, más su anhelo que su consecución, ha sido motor de arranque para el proceso creativo de fotógrafos desde los orígenes de esta disciplina. Proyectar un viaje es, para un fotógrafo, escoger un territorio donde liberar las inquietudes que permanecían en cautiverio en su residencia habitual, mientras para el resto es una desconexión de la rutina.
“La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los
viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”. Esta
declaración, casi un manifiesto, de Fernando Pessoa, incluida en su Libro del
desasosiego, es la hoja de ruta de los artistas que integran esta exposición.
EL VIAJE.
Mientras el turista apresurado soporta con impaciencia el trayecto hasta el anhelado destino, el fotógrafo lo emprende como un rito en el que a veces lo de menos es llegar. Los artistas agrupados en esta sección reivindican la costumbre de desplazarse con lentitud, con etapas de transición geográfica y emocional entre un lugar y otro, lo que se traduce en el elogio de los tiempos muertos y en el interés de detalles secundarios. Así no resulta tan relevante a donde ir, sino cómo hacerlo, para simultanear el viaje y el proceso creativo.
PAISAJES DE TRÁNSITO.
ESTADOS DE EXCEPCIÓN.
Bajo un calor sofocante, el relajo de las costumbres se impone como forma de atravesar el desierto estival, considerado un estado de excepción en un acuerdo tácito en el que todo vale y nada es suficiente porque siempre puede haber más de todo. Así se refleja en las imágenes de los ingleses en Mallorca, en las fiestas populares, en las maneras de relajarse al sol.
CINE DE VERANO.
En La vida descalzo, Alan Pauls dice que “se sueña mucho en la playa. Y que cada sueño, digamos, equivale a una película”. El cine también sueña con el verano, como en esta selección de películas españolas contemporáneas en las que el verano es el imperio de lo visible, principio y fin, promesa y nostalgia, aquello que, triste o felizmente, siempre termina.
FAMILIA Y OTROS ANIMALES.
En este apartado se ha fotografiado lo cotidiano,
interesándose tanto en las vidas de los allegados como en los lazos que
entretejen una red de familiaridad con desconocidos.
El tiempo de ocio permite observar con detenimiento lo
que suele pasar inadvertido. De la unión infrecuente de animales y personas por
un periodo limitado brota una colección de imágenes entrañables como un atípico
álbum de familia.
FINAL DE VERANO.
Con su lógica de fin de ciclo, el verano exige en
ocasiones la culminación de un cambio pendiente de concluir, como el abandono
definitivo de la adolescencia para completar la transición a la edad adulta. No
obstante, “la nostalgia es un buen material de trabajo, pero como energía vital
no es muy recomendable”.
Encuentros, reencuentros y desencuentros despiden la estación para dar paso al otoño, tan maduro y sosegado que hace que el verano parezca haber ocurrido muchos años atrás.
REEL.
Donde los turistas ven un monumento, los artistas ven a
quien está mirando el monumento; en vez de puestas de sol, zonas de sombra que
quedan a su paso.
Además de hacer referencia a la idea circular de volver
una y otra vez sobre la misma cosa, Reel también se utiliza para rollo o
carrete, lo que otorga más sentido a esta forma en que ahora se guardan los
recuerdos de verano.
Muy original. Habrá que visitar la exposición, si es que hay tiempo
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