Etapa 1. Pineda de la Sierra-Pradoluengo-Pineda de la Sierra.
Viajamos hasta Pineda de la Sierra y nos alojamos en la
magnífica Casa Rural La Casona. Queremos
recorrer la zona de la Sierra de la
Demanda a través, en primer lugar, de su Vía Verde, de 54 km, entre Arlanzón y
Monterrubio de la Demanda.
La Sierra de la Demanda tiene tres núcleos montañosos
principales, las sierras de San Millán, Mencilla y Neila, con la máxima altura
en el pico de San Millán, de 2.131 m. Está constituida principalmente por
materiales del paleozoico –pizarras, esquistos y cuarcitas- y tiene huellas del
glaciarismo cuaternario con restos de circos y lagunas. Es una especie de isla
de clima húmedo y eurosiberiano en un mundo predominante seco y mediterráneo,
que se traduce en extensos rebollares,
umbríos hayedos, abedules, acebos, tejos.
Como hemos perdido tiempo en el viaje, la etapa va a ser
más corta. Preparamos el equipo y salimos, en dirección a Pradoluengo, tomando
la Vía Verde, por la margen izquierda del río Arlanzón, pero
abastecimiento. Hemos bajado hasta los 1100 m, que es la cota de cauce. Continuamos descendiendo hasta el segundo embalse, el de Uzquiza, construido en 1988 para complementar al anterior, con una presa de tierra de 65 m de altura y 460 m de longitud en su coronación, de 75 hm3, 313 has y 21,2 km de costa. Aquí hemos descendido hasta 1.045 m, cota del cauce. La carretera ya no sigue al río y se desvía a la derecha.
El primer pueblo por el que pasamos es Alarcia, a 1.177
m, con arquitectura popular de piedra, madera y adobe, donde vemos la iglesia
parroquial de San Bartolomé,
románica, algo separada del pueblo. Después
llegamos a Valmala, con igual arquitectura popular y una iglesia curiosa, con
la nave –con espadaña de tres vanos- perpendicular a la primitiva, románica
tardía. El paisaje es todo verde, robles en lo alto, prados y frondosas en los
regatos. También hay un hayedo. Veníamos por la cuenca del Duero, pero ahora
cambiamos a la del Ebro al llegar a Santa Cruz del Valle Urbión, río Urbión –y
después el Tirón- , con unos grandes prados de flores rojas. Por las ventanas de los sentidos entran todas las sensaciones. Siempre a la
derecha queda el pico San Millán, 2.131 m., al que vamos rodeando, destacando
entre un cielo muy nuboso, muy gris, amenazante, aunque la temperatura es muy
buena. En Santa Cruz ![]() |
Valentín |
Nuestra meta es el siguiente pueblo, Pradoluengo, situado
en una hondonada rodeada de lomas verdes en las que el bosque casi ha
desaparecido y con un centro muy bonito. Preguntamos dónde comer y nos
aconsejan un sitio e incluso intentan vendernos calcetines. Su fama textil ha
sido cantada por Benito Pérez Galdós: “En el reinado de don Baldomero I, o sea,
desde los orígenes hasta 1848, la casa trabajó más géneros del país que en los
extranjeros. Ezcaray y Pradoluengo la surtían de paños; Brihuega de bayetas;
Antequera de
pañuelos…” (Fortunata y Jacinta). “… Al llano, señores. A pasar
pronto ese gran Ebro, famoso entre los ríos; a Miranda, o más seguro, a Ezcaray
y Pradoluengo, para proveernos de paños, y caer de allí sobre Burgos …” (Zumalacárregui).
En el tranquilo regreso, pasamos el puerto entre macizos
de flores violetas y amarillas, y con el bosque que se va espesando. En las cercanías
de los dos embalses, llenos, se repiten los macizos de varios colores, sumándose
flores rosas. Nos detenemos un momento en la presa del embalse del Arlanzón, de
gravedad, en curva, de 44 m de altura y 267 m de longitud en la coronación, y a
lo lejos, arriba, se ve Pineda. Es zona de robledal y de pizarra bajo la
hierba.
Volvemos a Pineda, rodeada de extensos bosques autóctonos
de hayas, rebollos, acebos y abedules en las altas cumbres de la sierra, que
tiene hasta una pista de esquí, aunque no parece tener mucho éxito
por la falta
de nieve. Vemos el pueblo, sus casonas y su iglesia de San Esteban, románica,
con portada y ábside del primer tercio del s. XII y la espléndida galería
porticada al Sur, de la segunda mitad del siglo. Destaca la portada con cinco
arquivoltas apeadas en columnas, la galería de dos cuerpos de 6 y 5 arcos,
capiteles historiados y algunos canecillos. Hay afinidades con las iglesias de
Vizcaínos, Jaramillo de la Fuente, y parte del claustro de Silos.Un atardecer anaranjado, barnizado todavía por una luz brillante, cierra la jornada. Ha sido una etapa de 61 km y más de 800 m de desnivel. Para ser el primer día, ha estado bien.
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